Crecimiento de la economía se está reactivando | El Nuevo Siglo
Xinhua
Domingo, 8 de Septiembre de 2019
Redacción Economía

Las cifras de la industria comienzan a mejorar y el consumo no se ha detenido en lo que va del año

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Luego de un comportamiento con altibajos en los dos primeros trimestres del año con un promedio de 3% en su crecimiento, los mercados consideran que ya se está presentando una reactivación de la economía.

En efecto, los indicadores líderes señalan hacia una estabilización de la economía en lo que va del tercer trimestre y que ya se está quebrando la tendencia.

Frente las cifras de meses previos, los resultados adelantados que se conocen sobre diferentes áreas de la actividad económica del país vienen reflejando una continuidad en su dinámica.

“Creemos que esta evolución va en línea con una estabilidad del crecimiento agregado en torno a las cifras conocidas para el primer semestre del 2019 (3,1%), en línea con nuestro escenario base de pronóstico. Más aún, esta expectativa la vienen confirmando nuestros modelos de análisis de la economía”, sostienen investigadores de Bancolombia al hacer un análisis.

Por ejemplo, los índices relacionados con la producción interna y la fortaleza de la demanda persisten en el lado positivo de la balanza. Las ventas minoristas, las ventas de vehículos, la confianza empresarial y los despachos de cemento continúan ubicándose en nivelesfaborables para el contexto de los últimos cinco años de la economía.

Así pues, cabe esperar que el consumo privado y la actividad de los sectores no transables se consoliden en la cabeza del crecimiento del PIB en el último par de meses.

Entre tanto, las mayores debilidades serían consecuencia de los vientos de cara internacionales. La incertidumbre en torno a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que detonó un incremento promedio de la aversión al riesgo y afectó el crecimiento de nuestros socios comerciales, ha llevado a una desaceleración de nuestras exportaciones y a la depreciación del tipo de cambio.

Esto, además, ha implicado un encarecimiento de las importaciones que limitó la compra de insumos foráneos de la industria y el sector agrícola. Así pues, en la producción industrial y en la balanza comercial es donde se han hecho evidentes estos impactos.

De otro lado, el mercado laboral y la cartera de los establecimientos de crédito han visto resultados mixtos. Mientras el desempleo a nivel urbano (desestacionalizado) ha cedido terreno en el último par de meses, la participación laboral y la desocupación a nivel urbano continúan exhibiendo cifras desfavorables.

Por su parte, la cartera de consumo se ha acelerado notablemente en lo que va del año, pero la moderación del crecimiento de la hipotecaria ha llevado a una relativa estabilidad en la total.

En este mismo sentido, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo se ubicó en -5,1% durante julio. El indicador avanzó 1,2 puntos en variación mensual, aunque se mantuvo 14,9 puntos por debajo de lo observado 12 meses atrás.

“Creemos que este resultado se enmarca en el inicio de una senda alcista del sentimiento de los hogares que le permita regresar al terreno optimista antes de finalizar el año, sustentada por la mejora progresiva en las condiciones económicas generales”, aseguran los investigadores.

Una de las claves del crecimiento del ICC es que fue el mejor resultado del mercado laboral urbano durante junio. Esto sustentaría el avance del subíndice de las condiciones actuales del hogar, que fue el que más terreno ganó (6,2 puntos). No obstante, la aceleración reciente en los precios al consumidor, la volatilidad de la tasa de cambio y los resultados moderados de algunos indicadores líderes habrían jugado en contra.

En el caso de los empresarios, el Índice de Confianza Industrial (ICI) siguió avanzando. El indicador de julio llegó a un máximo (9,3%) que solo se ha superado en una ocasión en los últimos siete años. En la medida en que el subíndice que más aportó en variación mensual fue el del nivel de pedidos, esta evolución sería resultado de un fortalecimiento de la demanda por productos manufacturados. Así pues, cabría esperar una mejoría importante de la actividad industrial durante el séptimo mes del año.