¿Qué tanto han servido las medidas para bajar inflación? | El Nuevo Siglo
El Presidente considera que aún se está lejos de cantar victoria, “porque sabemos que la situación que el mundo está viviendo es por la crisis en Ucrania”.
Presidencia de la República
Lunes, 6 de Junio de 2022
Redacción Política

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) presentó los resultados de la inflación para mayo de 2022; según destacó su director, Juan Daniel Oviedo, la cifra llegó a 9,07%, la variación mensual fue de 0,84% y la de año corrido de 6,55%.

Después de conocerse estas cifras, el presidente Iván Duque destacó los resultados de las medidas que ha adoptado su Gobierno para bajar la inflación en el país, y dijo que espera que esa tendencia decreciente se mantenga en los próximos meses.

“Todavía, obviamente, estamos lejos de cantar victoria, porque sabemos la situación que el mundo está viviendo por la crisis en Ucrania, por el genocidio en Ucrania, por esta confrontación que ha afectado los flujos de comercio, pero creo que muestra que las medidas que hemos estado tomando están empezando a surtir efecto”, indicó el Jefe de Estado en declaraciones a la prensa.

Baja de aranceles

Ante estas palabras del Mandatario, EL NUEVO SIGLO consultó a dos analistas económicos para preguntarles si ellos consideran que las medidas que ha adoptado el Gobierno han ayudado a bajar la inflación.

Beethoven Herrera, economista de la Universidad Nacional, filósofo de la Pontificia Universidad Javeriana y magíster en Economía, asegura que “la inflación se ha visto alterada por un conjunto de razones, entre ellas la invasión a Ucrania, que ha ocasionado una ruptura en el abastecimiento de abonos. En segundo lugar, tras la pandemia hubo una suspensión de la cadena de suministros, dejaron de fluir los barcos en los puertos, algunos de estos cerrados y eso influyó también”.

Recuerda que ha subido el precio del petróleo y también influyó el alto precio del dólar, aunque ha bajado un poco. “Por esas razones las medidas tomadas fueron básicamente que el Ministerio de Comercio Exterior bajó aranceles de algunos productos que el país importa. Pero los estudios que se han hecho muestran que en ese caso la baja de aranceles no ha influido demasiado en la baja de inflación”.

“En segundo lugar, el banco central subió los intereses rápidamente con el supuesto de que eso baja la demanda agregada y que eso baja la presión sobre los precios. Eso sería bueno si la causa de la inflación fuera un disparo en la demanda, por una bonanza económica, lo cual no es el caso: la inflación se causó por un problema en la oferta, de manera que es inútil pretender que solo con tasa de interés la inflación va a bajar”, remarcó Herrera.

“Lo que sí es positivo es que la baja del dólar puede amortiguar un poco el costo de las importaciones de alimentos”, agregó.

“Considera que en lo que resta del año no se va a descolgar la inflación. Baja un cuarto de punto, medio punto, lo que importa es que no se disparó, no subió por encima del 9% y no hay un factor nuevo que pueda ocurrir, además de la guerra, para que se disparé hacia arriba”, concluyó.



El maíz importado

Por su parte, el exsecretario de Hacienda de Bogotá Ricardo Bonilla considera que la inflación sigue siendo causada por problemas de oferta, que es el desabastecimiento. Resalta que “en algunos productos ha caído, por ejemplo, en la papa, porque los paperos volvieron a cosechar y ya se volvió a tener abastecimiento”.

“Pero en otros productos sigue habiendo desabastecimiento y costos altos por insumos, porque son importados y muchos provienen de la región en guerra. Entonces seguimos con dificultades porque el Gobierno no ha implementado una política favorable para que en Colombia se produzca lo que hoy se importa”, explicó el economista.

Bonilla pronostica que la inflación va a seguir siendo dura “porque lo que está afectando es a la canasta básica, en donde no hay estímulos en la producción agropecuaria y los costos siguen altos. Seguimos comprando el maíz importado y este es el producto básico de las actividades pecuarias y particularmente en pollos y cerdos, donde buena parte de los productos concentrados son los que usan para criar estos animales”.

“Lo mismo pasa con los abonos y fungicidas, seguimos teniendo escasez y no hay una política proactiva para producir eso aquí”, finalizó Bonilla.