En un encuentro que tuvo lugar este jueves, los habitantes de Puerto Colombia se levantaron molestos de la mesa de conversaciones organizada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para abordar la controversia en torno al peaje Papiros, ubicado en la Vía al Mar entre Barranquilla y Cartagena.
La falta de acuerdos llevó a los representantes de la Alcaldía de Puerto Colombia, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo a retirarse del diálogo, declarando fallido el encuentro.
Desde enero de 2023, la comunidad ha estado en pie de lucha para lograr el retiro del peaje Papiros, calificándolo de antitécnico. Después de un año y cuatro meses de protestas y 27 mesas de diálogo, la ANI apenas anunció la realización de un estudio de factibilidad, lo que ha generado descontento y sensación de burla entre los residentes.
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"Esto es una burla total y por eso nosotros no consideramos conveniente seguir en una mesa de diálogo donde no hay un interés del Estado, del Gobierno Nacional en solucionar este problema, a pesar de que la comunidad porteña ha sido paciente", expresó William Álvarez, vocero del Comité No al Peaje.
El malestar se extiende también a los representantes políticos locales. El diputado Camilo Torres, desde la Asamblea del Atlántico, manifestó su respaldo a la comunidad: "Ahora, cuando más parecíamos estar avanzando y alcanzamos a ver una luz al final, echaron todo para atrás. Se ignoró todo lo acordado y le dieron una bofetada al gremio transportador y a la comunidad afectada".
La situación parece lejos de resolverse, y la comunidad no descarta la posibilidad de una “gran protesta social” como respuesta a la falta de avances concretos en las negociaciones. La reactivación del cobro en el peaje Papiros solo ha avivado las tensiones en el Atlántico, donde la lucha por la eliminación del peaje se ha convertido en un símbolo de resistencia y descontento ciudadano.
Con la retirada de los representantes oficiales y la indignación en aumento, el futuro de las negociaciones parece incierto. La comunidad de Puerto Colombia se mantiene firme en su demanda de soluciones reales y efectivas por parte de las autoridades.