El debate de esta noche, a escasas tres semanas de las elecciones, representa la última oportunidad del candidato republicano, Donald Trump, de mantener viva la esperanza de llegar a la Casa Blanca.
En esta discusión cara a cara, Clinton y Trump debatirán sobre inmigración, economía y el nombramiento de un juez faltante en la Corte Suprema de Justicia, entre otros temas.
Pero los dos principales candidatos presidenciales no llegan a este debate libres de polémica, ya que Trump hizo estallar un nuevo escándalo al denunciar que las elecciones serán manipuladas, en tanto la aspirante demócrata sigue acosada por el caso de sus mensajes electrónicos desde un servidor privado cuando era secretaria de Estado.
Trump, que pasó una semana contemplando cómo el país discutía sobre unas grabaciones en las que se ufanaba de tocar y besar a mujeres sin su consentimiento, contratacó en los últimos días denunciando un fraude electoral y acusando a la prensa de ser parte de una manipulación para garantizar la victoria de Clinton.
No presentó ninguna prueba de sus acusaciones, pero un sondeo realizado por Politico y Morning Consult mostró que un 43% de los electores piensa que efectivamente la elección podría ser fraudulenta. Entre los potenciales electores del polémico millonario, ese porcentaje se eleva a un 71%, de acuerdo con la encuesta.
El presidente Barack Obama, al conocer las declaraciones del aspirante republicano, salió al cruce de esas acusaciones y dijo que se trataba de un gesto "irresponsable" y "no muestra el tipo de liderazgo y firmeza que uno desea ver en un presidente".
"La democracia, por definición, funciona por acuerdos, no por la fuerza. Yo nunca he visto en mi vida ni en la historia política moderna a un candidato buscando desacreditar el proceso electoral antes de que la votación tenga lugar", criticó el mandatario.
Los mensajes electrónicos de Clinton
En los últimos días, mientras Trump buscaba apagar las llamas de las denuncias sobre su comportamiento abusivo con mujeres en el pasado, Clinton decidió adoptar un perfil bajo y no disputarle el protagonismo.
La candidata demócrata, no obstante, no pudo eludir la polémica tras la divulgación el lunes por el FBI de documentos que indicaban que un alto funcionario del Departamento de Estado presionó en 2015 al FBI para que bajara el nivel de clasificación de un mensaje confidencial de Hillary Clinton.
El Departamento de Estado analizaba en ese momento decenas de miles de correos del servicio de mensajería privado de Hilary Clinton con el objeto de publicarlos en un sitio gubernamental.
En esos procedimientos, los mensajes fueron clasificados como confidenciales o secretos, una clasificación molesta para Hillary Clinton ya que se suponía que no debía intercambiar información confidencial en un servidor no gubernamental.
El FBI investigó y concluyó en julio pasado que las acusaciones penales no estaban justificadas, aunque el director de la agencia James Comey dijo que la exsecretaria de Estado había actuado con "extrema negligencia". El mensaje en cuestión finalmente no fue desclasificado.
Para el general retirado Michael Flynn, asesor de Trump, los mensajes "proporcionan una prueba indiscutible de que Hillary Clinton buscó la complicidad del FBI, del Departamento de Justicia y del Departamento de Estado para encubrir actividades delictivas".
La cuestión de los correos de Clinton cuando era secretaria de Estado llevó a Trump en el último debate a sugerir que, en caso de resultar electo, designaría a un fiscal general para abrir una investigación especial sobre el caso.
Además, miles de correos de John Podesta, un asesor de Clinton, revelados por el sitio web WikiLeaks también revelan datos incómodos sobre la posición y la relación de la candidata con los bancos y Wall Street.
Los sondeos coinciden en dar a Clinton una ventaja: el promedio de las encuestas le otorga una diferencia de casi siete puntos porcentuales a su favor (45,9% contra 39%) a nivel nacional, aunque Trump aparece con superioridad mínima en Ohio, Georgia, Iowa y Arizona.
La última encuesta, de NBC y Survey Monkey, publicada antes del debate de hoy, le dio una ventaja de 6 puntos a Hillary Clinton sobre el candidato republicano, con un 46% de apoyo frente a un 40%