La principal dificultad con el proyecto de reforma político-electoral que radicó el Gobierno nacional a mediados de mayo pasado es si logrará aplicarse en los comicios parlamentarios en el año 2018. Ello se ve aún más lejano teniendo en cuenta que el Congreso de la República aplazó su discusión para la cuarta legislatura, a partir del 20 de julio venidero.
Esta iniciativa de reforma constitucional que surge en el marco de la implementación de los acuerdos de paz propone, entre otras, la eliminación para los partidos y movimientos políticos de la lista abierta a las corporaciones públicas.
“Las listas serán cerradas y bloqueadas. La selección de los candidatos de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica se hará mediante mecanismos de democracia interna de conformidad con la ley. En la conformación de las listas se observarán, entre otros, los principios de paridad, alternancia y universalidad”, indica el proyecto de reforma constitucional que será discutido en el Congreso por medio del mecanismo del fast track.
El presidente del Directorio Nacional Conservador, Hernán Andrade, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “nosotros sí preferimos que haya reforma política a que lleguemos a las elecciones con el mismo sistema actual”.
No obstante, el dirigente político dijo sobre la eliminación de la lista abierta que propone la iniciativa de reforma política que “lista cerrada con periodo de transición, hemos planteado. Organizar una lista partidista a estas alturas, a ocho meses de elecciones, no imposible pero sí muy difícil políticamente”.