China organizó este miércoles la evacuación de 60.000 personas en la provincia de Sichuan (suroeste) al día siguiente de un sismo de magnitud 6,5 que provocó al menos 19 muertos, y desfiguró los paisajes de una zona montañosa clasificada por la Unesco.
Según las cifras de las autoridades provinciales, 19 personas murieron 263 resultaron heridas, 13 de gravedad.
El temblor, de magnitud 6,5 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo el martes a las 21H20 locales (13H20 GMT) en una zona de mucha altitud y de difícil acceso en la meseta tibetana, en donde se encuentra la reserva Jiuzhaigou, un importante parque natural.
El aislamiento de la región y un millar de réplicas, la más violenta de magnitud 4,8, complican las operaciones de centenares de soldados socorristas movilizado para evacuar a la población.
"Más de 60.000 personas", una gran mayoría turistas, pudieron ser trasladados fuera de la zona afectada por los temblores, anunció Liu Zuoming, jefe del Partido Comunista del distrito de Aba, en donde se situó el epicentro, precisando que se utilizaron unos 8.000 vehículos en la operación.
En la ruta de acceso hacia la zona en donde se registró el temblor, la AFP vio columnas de aubobuses vacíos con la inscripción "vehículo de rescate de emergencia".
Varias personas interrogadas en este itinerario evocaron un éxodo difícil por la caída de rocas en los sinuosos caminos de monataña.
Atmósfera de caos
La televisión estatal mostraba este miércoles imágenes de coches y autobuses aplastados por gigantescos peñascos desprendidos de las colinas, enormes grietas en las carreteras y edificios fisurados, así como a socorristas en uniforme paramilitar transportando heridos en camillas.
Según la agencia Xinhua, decenas de miles de personas fueron evacuadas de la localidad de Jiuzhaigou, en donde hay varios hoteles linderos al parque.
"Casi todos los turistas fueron evacuados", confirmó a la AFP una empleada de una agencia de viajes que acompañaba a un grupo de visitantes.
Luego del sismo "pasamos la noche en el autobús alejados de toda construcción", cuenta. "Los deslizamientos de tierra son terribles, las rocas siguen cayendo".
Entre los turistas heridos hay al menos dos extranjeros, una canadiense y un francés, según Xinhua. Los bomberos de China escribieron en un microblog que hallaron el cuerpo de un víctima entre los escombros del hotel InterContinental.
El paisaje paradisíaco del valle, inscrito en la lista del patrimonio mundial de la Unesco, quedó desfigurado. Los lagos de color turquesa quedaron sin agua, lotes de bosques fueron arrasados por los deslizamientos o las cascadas de agua cristalina vertían torrentes de lodo, según los videos de Xinhua y del periódico Chongqing Jingji Bao.
El temblor trajo a la memoria el sismo de magnitud 8 en esa misma provincia que en 2008 dejó 87.000 muertos.
"Estaba aquí en 2008, supe lo que era. Esta vez el temblor parecía más potente", contó a la AFP la restauradora Tang Sesheng.
Tang huyó de su comercio en Jiuzhaigou apenas sintió que la tierra temblaba.
Locales y turistas huyeron en una atmósfera de caos, y pasaron la noche en los parques públicos o en los vehículos.
"La gente no se llevó nada, ni dinero, ni ropa", cuenta Tang.
El temblor se sintió en una vasta región, desde la capital pronvincial, Chengdu, a 284 km del epicentro, hasta la metrópolis Xian, a más de 400 km del lugar.
El USGS precisó que el epicentro del terremoto se ubicó a casi 300 kilómetros al norte de la capital provincial Chengdu y a una profundidad de 10 kilómetros.
China registra regularmente temblores, en particular en las regiones montañosas del oeste y del suroeste en donde se tocan las placas tectónicas euroasiática e índica.
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