La estrella del pop estadounidense Taylor Swift ganó el lunes el juicio por agresión sexual que interpuso a un DJ por agarrarle las nalgas durante una sesión de fotos previa a un concierto en junio de 2013.
Un juez federal de Denver (Colorado, oeste) dio la razón a la cantante, quien reclamaba un dólar simbólico a David Mueller como reparación de daños.
La cantante, de 27 años, siempre alegó que ganar "daría el mensaje (...) de que cada mujer decide qué hacer con su cuerpo".
"Doy las gracias al juez (William) Martínez y al jurado por su atenta consideración y a mis abogados por haber luchado por mí y a cualquiera que tenga la sensación de que no tiene voz ante las agresiones sexuales", declaró la cantante en un comunicado enviado a la AFP.
Este proceso judicial ha sido "un calvario de cuatro años", subrayó.
"Reconozco el privilegio que tengo en la vida, en la sociedad y en mi capacidad por asumir los enormes costes para defenderme en un proceso como este. Mi deseo es ayudar a las voces que deben ser escuchadas. Por eso, donaré dinero en un futuro cercano a varias organizaciones que ayudan a víctimas de agresiones sexuales a defenderse", añadió.
El "calvario" judicial comenzó en septiembre de 2015, cuando el DJ demandó a Swift por haber provocado su despido dos días después del concierto, celebrado el 2 de junio de 2013 en el Pepsi Center de Denver.
Además, le reclamó 3 millones de dólares en concepto de indeminzación y pérdida de ingresos.
Tras el concierto, la cantante se había quejado a su entorno de la agresión sufrida, pero no presentó ninguna denuncia. Sus representantes decidieron informar a los jefes de Mueller, que lo despidieron dos días después de la radio en la que trabajaba.
Pero ante la demanda del DJ, Swift contraatacó y en octubre de 2015 le denunció por agresión sexual.
La cantante sumó una importante victoria el viernes pasado, cuando el juez del distrito William Martínez desestimó el caso de Muller al señalar que no dio pruebas que acreditaran su derecho a una indemnización por daños y perjuicios.
- Lágrimas -
Swift vivió el lunes una jornada llena de emociones, principalmente durante los alegatos finales del abogado del acusado, Gabriel McFarland.
La artista rompió a llorar, al igual que su madre, cuando el letrado se dirigió al jurado formado por seis mujeres y dos hombres, preguntándose qué razones pudo tener su cliente para toquetearla.
"No sé qué tipo de persona agarra o manosea a una superestrella de la música, pero no es ese hombre", aseguró.
McFarland también insistió en que la cantante se equivocaba al afirmar que Mueller había metido su mano bajo su falda y "agarrado su nalga desnuda" antes del concierto celebrado en el Pepsi Center de Denver.
"¿Los agresores como David Mueller tienen el derecho de demandar a su víctima? Taylor Swift dijo que no", alegó por su parte el abogado de la cantante, Doug Baldridge.
El jurado deliberó durante menos de cuatro horas para llegar a la conclusión de que el DJ no tenía derecho a indemnización por parte de Swift y sus representantes, en especial Frank Bell, que llamó a los directivos de la radio Kygo.