El éxito del Solar Impulse 2, que despegó este anocher de Egipto para cubrir la última etapa de su vuelta al mundo, ilustra los avances realizados en los últimos años en materia de energía solar y los usos potenciales de esta fuente renovable.
"Es un proyecto por la energía, por un mundo mejor", aseguró el piloto suizo Bertrand Piccard a los periodistas reunidos en el aeropuerto de El Cairo para asistir al despegue.
El avión recorre su decimoséptima y última etapa de su periplo hasta Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), de donde despegó el 9 de marzo de 2015.
En principio, el Solar Impulse 2 tenía previsto iniciar su último trayecto la semana pasada, pero el despegue se retrasó a causa de fuertes vientos y el estado de salud del piloto.
El avión solar llegó a la capital egipcia el 13 de julio desde Sevilla (sur de España), al término de un trayecto de 3.745 kilómetros completado en 48 horas y 50 minutos.
Anteriormente, Piccard había realizado el primer vuelo transatlántico de un aeroplano capaz de volar sin carburante, gracias a sus baterías que almacenan energía solar. El trayecto de Nueva York (Estados Unidos) a Sevilla le tomó 71 horas y 8 minutos de vuelo sin escalas.
El piloto suizo estimó que esta última etapa sería difícil "Es una región muy, muy cálida (...) El vuelo será agotador", advirtió.
El Solar Impulse 2, que pesa 1,5 toneladas y es tan ancho como un Boeing 747, vuela a una velocidad promedio de 50 km/h gracias a las baterías que almacenan la energía solar captada por unas 17.000 células fotovoltaicas instaladas en las alas.
¿Qué innovaciones aporta el Solar Impulse 2? -
Contrariamente a sus predecesores, el Solar Impulse 2 es capaz de almacenar suficiente energía en sus baterías durante el día como para volar durante toda la noche.
Se trata de un avance logrado gracias a varias innovaciones tecnológicas de los industriales asociados al proyecto y potencialmente duplicables.
El fabricante químico belga Solvay, por ejemplo, ha desarrollado baterías que almacenan más energía siendo más ligeras, así como un material compuesto que aligera varias partes del avión.
El fabricante de paneles solares estadounidenses Sunpower ha puesto a punto las células fotovoltaicas con rendimiento más importante que la media.
El proyecto cuenta así con "la mayor potencia posible con una superficie reducida", explica Cédric Philibert, especialista en energías renovables de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La gran innovación de Solar Impulse "es sobre todo el sistema" en su conjunto, es decir, la combinación de "lo que genera electricidad, lo que la almacena y los materiales que permiten transportar a los pasajeros", considera por su parte Vincent Jacques Le Seigneur, director del Observatorio francés de Energías Renovables.
El avión "ha debido ser concebido aplicando los principios de eficiencia", apunta Adnan Z. Amin, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), un concepto esencial en la óptica de un mundo más sobrio en materia de consumo energético.
¿Usos futuros para la energía solar?
Más allá de la producción de electricidad a través de las centrales en el suelo o sobre los tejados de los edificios, el reto es extender los usos de la energía solar.
En el transporte marítimo, ya existen en la actualidad embarcaciones solares, sobre todo pequeños cruceros. En 2012, el PlanetSolar ha dio la primera vuelta al mundo de un barco con energía solar. Este catamarán es el navío solar más grande construido hasta la fecha.
La energía solar también es empleada en drones militares, con características parecidas al Solar Impulse.
Los avances en el almacenamiento de electricidad también están permitiendo instalar paneles solares en zonas sin tendido eléctrico.
Y los progresos en la densidad energética de las baterías son interesantes para las "microaplicaciones" en ciertos objetos eléctricos o que siguen empleando carburantes fósiles, apunta Philibert.
¿Es factible un avión solar de línea?
Solar Impulse no se parece en nada a un avión de línea regular. Fabricado en fibra de carbono, aunque es tan ancho como un Boeing 747, es mucho más ligero, mucho más lento, y solo tiene capacidad para un pasajero.
"La superficie de células necesarias para transportar solo a dos seres humanos corresponde al tamaño de un Airbus o de un Boeing, por lo que un avión de línea es inconcebible" a día de hoy, afirma Vincent Jacques Le Seigneur.
La industria aeronáutica trabaja más bien en aviones eléctricos alimentados por baterías recargables en tierra como E-Fan, pequeño aparato bimotor desarrollado por Airbus.
Los esfuerzos se encaminan asimismo hacia el desarrollo de aviones que consuman menos combustible y del bioqueroseno, producido a partir de vegetales.
El desafío medioambiental también es importante: el transporte aéreo representa el 3% de las emisiones mundiales de CO2.
¿Qué papel para la energía solar, hoy y mañana?
A finales de 2015, en el mundo había instalados cerca de 224 gigavatios de capacidad eléctrica de origen solar, un aumento del 21 % frente a 2014 gracias a la caída de los costes de esta tecnología y la mejora de los rendimientos de los paneles solares.
La energía solar representa actualmente menos del 1% del mix energético mundial, dominado por las energías fósiles (petróleo, carbón y gas), pero la AIE prevé que la capacidad solar se sitúe entre los 430 y los 515 GW en 2020.
Los costes de la solar fotovoltaica podrían caer hasta un 59% para 2025, según el IRENA.
Pero incluso en la actualidad, en numerosos países situados en el ecuador terrestre la energía solar es la menos cara para producir corriente y es rentable sin subvención.