El país entra en proceso definitivo para dar señal productiva y laboral a un proyecto ordenado, del que se espera que, la denominación de Reforma Económica no tenga connotación de carga tributaria.
La figura válida en primer lugar, son prioridades al activar los circuitos para destinación de dinero, como aporte solidario, a medios productivos, financieros, comerciales y laborales, frenados en ataque del virus y, en pandemia.
El segundo reflejo, exige luces prendidas en procesos argumentados por el Gobierno para dirigir financiación, con subsidios a nómina de empresas, que dejaron de obtener el 40 por ciento, del total previsto para salarios.
El Gobierno ha reiterado que su papel en reactivación incluye arbitraje a bancos, a efecto de confrontar giros, a empresas favorecidas para cubrir nóminas.
El tercero impone exigencia de absoluta responsabilidad a la -DIAN- al establecer calendario para pagos tributarios, de todos los contribuyentes del fisco, teniendo justo reparto, según capacidad de pago de cada empresa aportante.
El cuarto es la balanza solidaria en apoyos prometidos a pequeños y medianos empresarios, al demostrar que no registraron ventas en la emergencia para mantenimiento y servicios.
El tablero consultado con el sector empresarial no desconoce que la obligación, quizá aplicada por primera vez en el país en esta magnitud, tendrá exigencias al país en 2021.
Planteará ya en el otro año, aplicar medidas acordes con nuevos aires para impulsar acuerdos concretos para restablecimiento de la normalidad positiva en resto de año, sin golpear empresas frenadas por el virus.
No se puede prever alteraciones económicas, en inversión, producción y comercio en general, toda vez que el coronavirus es incierto y agazapado, sin periodo exacto de terminación.
Con estas observaciones a empresarios independientes, dentro de las Pymes, valoran la iniciativa propuesta por Fenalco, para establecer -jornada laboral por horas- en sectores de actividad variada, ojalá bien organizada.
Es ideal aplicable sábados y domingos y, en semana, día y noche, con justo reconocimiento salarial, como fuentes laborales en centros comerciales, hoteles, cines, ferias especializadas, locales comerciales, restaurantes, terminales de transporte, aeropuertos y servicios públicos, entre otros.
Se requerirá seguridad pública, especializada como primera prioridad, para trabajadores y usuarios, con protección en ciudades y municipios periféricos. Así lo evaluado, ha analizado la plataforma de cambio laboral y económico.
El Gobierno reiteró que la Reforma, no será Tributaria, sino para reorganizar, sistema vigente de acuerdo, como pinte el segundo semestre de año, frente a pandemia, y con comprobada reducción contaminante.
Una tributaria, provocaría pánico “impuestero”, con alzas, con revoltura en precios y sabotajes del absurdo.