Todavía falta…
La semana pasada el presidente Iván Duque sancionó la Ley del Veterano. Un exalto mando de las Fuerzas Militares le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “la norma nueva avanza en tratar de solventar el déficit de reconocimiento y beneficios para los integrantes de las Fuerza Pública, pero si se pusiera en una tabla de comparación lo que el acuerdo de paz con las Farc y el marco de incentivos a la desmovilización de guerrilleros otorga a estos en distintas materias, se ve claramente que hay un desequilibrio a favor de quienes se levantaron en armas y atentaron contra las instituciones y la ciudadanía… Y no se trata de buscar un equilibrio, porque incluso este no procede ya que nunca se puede poner en igual escenario a quienes arriesgaron sus vidas para preservar la institucionalidad y el imperio de las leyes y la Constitución, con quienes hicieron todo lo contrario”.
Los nuevos beneficios
La nueva Ley del Veterano, según el Gobierno, trae enormes beneficios, ya que reconoce, por un lado, que hay que buscar oportunidades de acceso a la educación para quienes han portado el uniforme y para sus familias. También plantea mecanismos para un expedito y diferenciado acceso a la vivienda. Igualmente se contemplan políticas para que los uniformados tengan una oportunidad para mejorar sus dinámicas y oportunidades de emprendimiento cuando dejan de prestar el servicio continuo al país o ingresan a la reserva activa. Igual se precisan las facilidades de acceso a la adquisición de bienes y servicios con descuentos, incluso de orden tributario así como la prioridad pensional, sobre todo para quienes fueron heridos en combate o quedaron en situación de discapacidad. Hay muchos aspectos que deben ser reglamentados en los próximos meses.
¿Norma equilibrada?
“… No entiendo a quienes dicen que esta clase de leyes de reconocimiento deben ser ‘equilibradas’ y guardar un principio de igualdad frente a otras normas de similar corte para poblaciones en situación de vulnerabilidad… La nueva ley avanza en cuanto a reconocer de manera concreta y tangible a quienes formaron parte de la Fuerza Pública… Está bien lo de los homenajes, monumentos y demás aspectos de simbolismo patrio… Pero se está muy lejos del marco de garantías, apoyos y respaldos concretos que las normas para veteranos en otros países en los que, incluso, nunca se presentó un conflicto de alta intensidad bélica como en Colombia”, precisó la alta fuente castrense (en situación de retiro) consultada. Añadió que “habrá que esperar” la reglamentación porque muchos artículos de la nueva norma “abundan en florituras legales pero son muy generales y ambiguos a la hora de precisar los beneficios puntuales y los accesos preferenciales a servicios públicos y privados… Parece en varios artículos un catálogo de buenas intenciones que un mandato legal claro”.
Analizar sus alcances
El exalto mando militar indicó por último que las asociaciones que llevan la vocería del personal militar y policial deben analizar a fondo el contenido de la nueva ley porque los “peros en materia de costo fiscal” que se pusieron a lo largo del debate en el Congreso al final terminaron “recortando muchos de los beneficios” que el comienzo del trámite de la iniciativa se planteaban como “hechos” y luego, al final, quedaron reducidos a “intenciones”. Por último pidió a la ciudadanía que se convierta en garante del cumplimiento de la Ley del Veterano, sobre todo porque “… desde la izquierda ya se escuchan voces que quieren demandar su ya recortado alcance ante la Corte Constitucional, alegando que hay un desequilibrio” con otros sectores que también fueron víctimas de la guerra.