Se está evaluando si el primero de noviembre próximo, cuando el país tiene previsto reabrir sus fronteras terrestres y marítimas, hace lo propio en lo que corresponde a Venezuela. Así lo indicó ayer el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinoza.
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El temor que existe es la posibilidad de una avalancha de migrantes venezolanos en un momento en que se mantienen las medidas por la fuerte presencia de la pandemia y la posibilidad latente de un rebrote en algunas regiones.
Desde marzo pasado, Colombia cerró sus fronteras marítimas, fluviales y las terrestres con Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Panamá, como medida de contención de la expansión del virus. La medida fue extendida a través del Decreto 1297 hasta el 1º de noviembre venidero.
Todo indica que este primero de noviembre se reabrirían las fronteras con los diferentes países, con la única duda respecto a Venezuela por la preocupación que existe en las autoridades de un éxodo masivo de venezolanos, como ya lo ha anunciado el hecho de que cientos de hombres, mujeres y niños están ingresando de forma irregular por las trochas, fenómeno que se ha agudizado en las dos últimas semanas.
Espinosa dijo que la frontera con Venezuela “permanecerá cerrada hasta el 31 de octubre, no quiere decir que a partir del 1 de noviembre se abra. El siguiente ciclo se considerará si es el momento oportuno de abrir o debemos esperar un poco más”.
Explicó que “la clave es entender que una apertura de frontera significa una mayor presión para el sistema de salud, una exposición mayor de personas, sabemos y somos conscientes de lo que significa para el comercio, pero es un esfuerzo de todos”.
Dijo también el director de Migración Colombia que “sabemos que el cierre de frontera tiene un lado oscuro que implica que algunas personas tomen la decisión de moverse por trochas. Por eso, el llamado a la población migrante de no exponerse por trochas, a no pasar por estos pasos irregulares donde exponen su vida y pierden la posibilidad de apuntarle a la regularidad”.
Esta semana, la Policía y el Ejército intensificaron los controles en las trochas para evitar el paso ilegal de migrantes.
Los pasos en la frontera de Colombia con Venezuela están ubicados, el principal, en el Puente Internacional Simón Bolívar, Puente Internacional La Unión, ambos cerca de Cúcuta; Puente Internacional José Antonio Páez, en Arauca; y paso en Paraguachón, en La Guajira.
A propósito, ayer, Espinosa participó en el departamento de La Guajira del Puesto de Mando Unificado con la presencia del nuevo gerente de Frontera, Lucas Gómez.
Señaló que “en el departamento de La Guajira se encuentran un poco más de 150 mil migrantes venezolanos. De ellos, el 25% cuenta con el PEP (Permiso Especial de Permanencia)”.
Agregó que “antes de pensar en reabrir la frontera, debemos tener una radiografía exacta de la región y evaluar el impacto que esta decisión podría tener para el departamento, principalmente en materia de salud”.
Por su parte Víctor Bautista, secretario de fronteras en Norte de Santander, dijo ayer que “sería irresponsable abrir el paso si no tenemos la situación controlada”.
Añadió que ciudadanos venezolanos están ingresando a Colombia por las trochas y que en el caso del municipio de Pamplona (Norte de Santander) hay al menos 600 de ellos aglomerados.
Proponen puestos de ingreso
Por su parte, la Defensoría del Pueblo solicitó a la Gobernación de Norte de Santander, Migración Colombia, la Procuraduría y a la Agencia de la ONU para los Refugiados, Acnur, que se instalen puestos de ingreso de migrantes venezolanos donde puedan brindarles transporte y atención prioritaria, a la vez de conocer sus sitios de destino.
Ante la posibilidad de una entrada masiva de personas provenientes de Venezuela, que ya se está presentando por trochas, la entidad busca que haya un trabajo interinstitucional con el que se continúen ofreciendo soluciones a las necesidades básicas y disponer atención en salud a personas enfermas y mujeres embarazadas, así como controles de peso a menores de edad.
Para la Defensoría, los datos previos sobre la movilización masiva de venezolanos por carretera hacia Colombia, hace prioritaria la estrategia propuesta, no solo en Cúcuta, sino en otros municipios por donde también ingresan por caminos ilegales como Pamplona, Los Patios y Silos, en Norte de Santander, así como la vía a Bucaramanga, en Santander.
Para la Defensoría, el hecho de que los venezolanos estén regularizados, caracterizados y censados, permitirá brindarles mejor atención en las ciudades y municipios donde llegan.