La infraestructura petrolera del país sigue como uno de los blancos para hacer terrorismo por parte de los grupos armados delincuenciales, como se vio en las últimas horas en la región del Catatumbo en Norte de Santander, en donde se produjeron cuatro ataques contra bienes de la estatal Ecopetrol al oleoducto Caño Limón-Coveñas y el Campo Tibú.
En este último “grupos al margen de la ley activaron explosivos en la planta de inyección de agua y en un pozo en las aldeas Socuavó y Palmeras, respectivamente, y dejaron otros instalados”, indicó Ecopetrol en un comunicado.
La empresa estatal informó que como consecuencia de los daños en la planta se vieron afectados ocho pozos que a diario producen 450 barriles de petróleo, tras de lo cual la Fuerza Pública aseguró la zona y los técnicos de Ecopetrol iniciaron las labores para reparar las afectaciones.
En esta región del Catatumbo operan el Eln y los ‘Pelusos’ o también conocidos como el Epl, los cuales desde el año pasado se han enfrentado por el control del territorio, en donde manejan minería ilegal, extorsión y secuestro.
El atentado no ha sido atribuido hasta el momento por ninguna organización delincuencial, sin embargo la principal hipótesis que manejan las autoridades es que la autoría sería del Eln, pues es una de sus especialidades.
En 2017 el Eln ejecutó 62 atentados contra el Caño Limón-Coveñas, lo que ocasionó el derrame de más de 20.000 barriles de crudo, según la Procuraduría General.
No obstante, las disidencias de la Farc también están tratando de aposentarse en el Catatumbo, zona estratégica por su cercanía con Venezuela y que además es atractiva para los grupos delincuenciales por los extensos cultivos de coca.
Ecopetrol informó que un segundo hecho terrorista se produjo en la vereda Cerro Madera, en donde fueron intimidados un grupo de sus trabajadores que realizaban labores de mantenimiento preventivo en el kilómetro 350+900 del oleoducto Caño Limón-Coveñas. Sujetos armados los hicieron retirar del lugar para luego proceder a instalar explosivos y activarlos.
La estatal informó que se produjeron daños al sistema de transporte y se puso en peligro la vida de estos trabajadores.
De igual manera hombres armados retuvieron durante una hora a trabajadores de carrotanques que realizaban la evacuación del producto del punto de control operativo Caño Cinco, ubicado en la vereda Guachimán, “quienes amenazaron con incinerar los cinco vehículos”, señaló Ecopetrol. La estatal explicó que “estos automotores transportan producto de atentados registrados al oleoducto Caño Limón-Coveñas”.
Ecopetrol condenó “estos hechos terroristas que atentan contra la integridad y seguridad de los trabajadores, afectan el medio ambiente y el normal desarrollo de las operaciones petroleras en Norte de Santander”.
Asís mismo la empresa denunció que en la mañana de pasado sábado, al menos un centenar de personas que ingresaron sin autorización a la Planta de Gas Gibraltar, ubicada en zona rural del municipio de Toledo, en Norte de Santander, procediendo a retener durante varias horas 14 de sus trabajadores.
Ecopetrol indicó que estas personas rompieron la malla externa de la instalación e ingresaron "en forma abrupta poniendo en riesgo la vida de las personas y la operación e integridad" de la infraestructura.
Afectaciones
Ecopetrol informó que el año pasado la infraestructura petrolera sufrió 107 atentados, de los cuales 18 fueron al Transandino y 89 afectaron al oleoducto Caño Limón-Coveñas, el cual tiene capacidad para transportar hasta 210.000 barriles diarios de crudo.
En tanto que en lo corrido de esta año el oleoducto Caño Limón-Coveñas ha sido blanco de 23 atentados terroristas.
El miércoles de la semana pasada un ataque a este tubo en Arauca produjo su rotura y como consecuencia derrame de crudo en las quebradas La Petra y los ríos Margua y Arauca.
Desde el momento en que se tuvo conocimiento del derrame de crudo, se activó el plan de contingencia. Como parte del plan se realizó la protección de las bocatomas de los acueductos de Arauquita y Arauca. Así mismo, personal técnico desarrolló labores de limpieza en las orillas de los afluentes.
Ecopetrol rechazó este tipo de acciones ilícitas que ponen en riesgo la integridad de las personas y que “generan graves consecuencias al medio ambiente, afectan el bienestar de las comunidades y el normal desarrollo de las actividades petroleras”.