Después de seis meses de capacitaciones técnicas, trabajo social y comunitario, 1.538 jóvenes del programa ‘Parceros por Bogotá’ se certificaron como agentes comunitarios en el marco del convenio distrital (rescate social), que busca beneficiar a más de 10.000 jóvenes que ni estudian, ni trabajan (NiNis), entre los 18 y 28 años de todas las localidades de la ciudad.

Durante la permanencia en el programa, los jóvenes se forman como agentes comunitarios de prevención y desde el componente práctico y de incidencia comunitaria, se establece el desarrollo de actividades de apoyo a servicios de ciudad en entidades del Distrito.

“Muchas felicitaciones por haber terminado este ciclo. Aquí es donde recordamos que no estamos solos, que Bogotá está ahí y queremos darles la mano y acompañarlos en las dificultades. Una mano amiga en un momento difícil para ayudarles a salir adelante”, indicó ayer la alcaldesa mayor Claudia López.

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Mientras tanto, el subsecretario Distrital de Integración Social, Julián Moreno, le entregó un reporte positivo a la alcaldesa de los avances del programa Parceros que se viene aplicando en la ciudad con lo que aseguró que se está cumpliendo un sueño de miles de jóvenes que han creído en la oportunidad que les brinda la ciudad.

“Son 1.538 jóvenes que hoy logran dar el paso a ese sueño que teníamos hace unos meses. Parceros ya no solo es un modelo de Bogotá sino de paz, en una estrategia sólida dedicada a los jóvenes. Se necesitaba este impulso, esta oportunidad para que todos pudieran dar ese paso”, puntualizó Claudia López.

Los jóvenes que hacen parte de ‘Parceros por Bogotá’ reciben una transferencia monetaria de $500.000 mensuales, por seis meses como máximo, bajo un principio de corresponsabilidad y previo cumplimiento de actividades condicionadas, por ejemplo, hacer parte de los programas pedagógicos o de servicio social.

La estrategia ‘Parceros por Bogotá, liderada por la Secretaría de Integración Social en alianza con el IDIPRON ha beneficiado a cerca de 7 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan (‘Ninis’) y están entre los 18 y 28 años.

En el seguimiento permanente a los beneficiados se les hace acompañamiento integral y psicosocial por parte de la Secretaría de Integración Social, quien atiende las alertas en casos de presuntas amenazas de violencia de género e intrafamiliar, desnutrición o cuando uno de los beneficiados no cuenta con seguridad social, entre otras.