Tras dos días completos de debate en la comisión de Hacienda, ayer se aprobó en esta instancia del Concejo de Bogotá, con 15 votos a favor y cero votos en contra, que se hiciera una unificación de las dos ponencias sobre el cupo de endeudamiento de las concejalas Marisol Gómez (Bogotá para la Gente), María Fernanda Rojas (Alianza Verde) y Sara Castellanos (Partido Liberal), puesto que la mayor parte de ambas ponencias planteaban lo mismo.
No obstante, con 2 votos a favor y 13 votos en contra, los 15 concejales de la Comisión votaron nominalmente el Artículo primero del proyecto de la ponencia positiva de María Fernanda Rojas y Marisol Gómez, el cual mantenía el monto original de los $10.8 billones, quedando desestimada la propuesta de la concejal Castellanos de bajar dicho monto a $8.2 billones, mediante la supresión de 23 proyectos, entre ellos el del corredor verde por la Carrera Séptima.
Poco antes de que se votara dicho articulo, que de alguna forma fue la manzana de la discordia y el tema frente al cual más debate se dio, las tres concejalas ponentes hicieron una última argumentación de sus posturas, y EL NUEVO SIGLO sustrajo el mensaje más importante en su orden de presentación.
De acuerdo con Sara Castellanos, el monto se debía reducir, no porque estuviera en contra del cupo, “pues reconocemos que la ciudad se tiene que endeudar, pero lo que estamos pidiendo es que sea responsable. Pienso que la mayoría de los concejales ha manifestado preocupaciones sobre el corredor verde, frente al cual hay mas incertidumbres que certezas y se debe aclarar”, dijo poco antes de que comenzaran a votarse los artículos, la concejal Sara Castellanos, quien añadió que en efecto hay una crisis, pero eso no significa que se pueda estar por encima de la ley.
En este sentido se volvió a referir al contenido de la Sentencia-C-241 que se refiere a las garantías, los tiempos y las cantidades para prevenir la extensión de sus efectos, por lo que añadió que un cupo no es para financiar proyectos de inversión a largo plazo.
“La Corte es clara en que si se tuviera que flexibilizar la revisión de un cupo es porque el proyecto busca conjugar la crisis de manera inmediata. Si estamos aprobando un cupo de esta magnitud por causa de la coyuntura, entonces no se puede invertir en estos proyectos a largo plazo y frente al Corredor Verde y el Metro no tenemos claridad”, finalizó diciendo Castellanos.
Un tema de incertidumbre
Por su parte, y en el orden que expusieron nuevamente sus argumentos, la concejal María Fernanda Rojas dijo que un hecho que se comparte con la mayoría de los concejales es la necesidad del cupo y los propósitos del mismo.
“Este cupo tiene el propósito convencional que es el de financiar los proyectos que hay en los planes de desarrollo, con o sin pandemia; y este cupo tiene, además, un propósito que responde a la coyuntura, para poder hacer unas inversiones que tengan un efecto especifico en esta caída de la economía”, dijo la concejal que eso era importante tenerlo claro, pues ello demuestra que Bogotá no necesita solamente una reactivación sosa, sino de fondo.
Adicionalmente, frente al monto la cabildante Rojas insistió en la importancia de que Bogotá pueda tener los instrumentos para hacer uso de ellos plenamente, pues ello disminuirá la incertidumbre en la que se encuentra sumida la ciudad. “Contar con esos recursos de cupo para financiar esos proyectos del PDD es muy importante para garantizar que los proyectos madures y tengan ese respaldo”, añadió Rojas, quien dijo que la incertidumbre paraliza al ordenador de gasto, así como tiempo.
“Les vamos a exigir a las entidades toda su capacidad de ejecución full, porque hay que exigirla, y yo soy de la bancada de gobierno pero también me sumo a las exigencias que han hecho los colegas de mostrar capacidad de ejecución y de hacer reducciones de gastos innecesarios o prescindibles. Yo me sumo a eso y creo que esa debe ser una señal clara de la Administración: mensajes de austeridad, eficiencia y transparencia”, finalizó diciendo la cabildante.