EL NUEVO SIGLO: ¿Qué se espera en la Comisión Quinta frente al tema del fast track en los temas agropecuarios?
MILTON RODRÍGUEZ: Vamos hacer un análisis sesudo del tema, ya se designaron los respectivos ponentes, son en principio dos proyectos de ley y la idea es que revisemos con mucho cuidado el tema. Sabemos que el primer capítulo prácticamente de los acuerdos fue el que tuvo que ver con el desarrollo rural, y entonces aspiramos a que estas propuestas traigan consigo mayor inversión, mayor desarrollo y que el Estado ponga los ojos en el campo, como quiera que fue la génesis del conflicto armado. Me parece que aquí necesitamos son salidas estructurales, y saldar la deuda social que tiene el Estado, de más de cinco décadas que tiene el Estado.
ENS: ¿Ve ambiente para aprobar estos proyectos en fast track?
MR: Pienso que es un tema íntimamente ligado con los acuerdos, de manera que no es un tema nuevo que se esté trayendo sobre la mesa, como muchos otros que han generado tanta polémica precisamente por ser utilizados en este mecanismo excepcional. Estos temas por el contrario tienen estrecha relación con lo que se acordó y con los alzados en armas en La Habana, de manera que considero que este tema seguramente va tener ambiente. Sin embargo todavía no nos podemos pronunciar hasta revisar los textos como tal, porque muy seguramente se les va a proponer al Gobierno y a la Comisión de Verificación algunas modificaciones antes de ser llevadas a la plenaria.
ENS: ¿Cuál es la prioridad del campo?
MR: Son muchas las prioridades, se requiere un acceso a la tierra, se requiere una mayor inversión para la adecuación y desarrollo de los proyectos productivos, se necesitan unos canales adecuados tanto de crédito como de comercialización, se necesita una gran transferencia de tecnología, un impulso a la asociatividad para que genere al poco tiempo crecimiento económico y distribución del ingreso. Se necesita una política de subsidio a los insumos, porque hoy por hoy el costo de los insumos hace inviable la pequeña y mediana empresa en el campo, de manera que el tema es estructural y necesitamos incentivar el número de hectáreas en Colombia para garantizar no solo la seguridad alimentaria, sino para ser lo que queremos ser, una verdadera potencia en esa materia exportadora de alimentos.
ENS: ¿Por qué Colombia se tardó tanto en plantear estos proyectos?
MR: Porque desafortunadamente ha habido en los gobiernos una sistemática indiferencia en los temas del campo. Me parece que pensamos en un momento dado de manera equivocada el desarrollo del país, y no estar en torno a la industrialización y en torno a la modernización de las ciudades intermedias y de las ciudades capitales del país y olvidamos por completo la ruralidad colombiana. De ahí la brecha que existe en términos de pobreza, en términos de acceso a la educación, en términos de vivienda, en términos de salud pública entre el campo colombiano y las zonas urbanas. Ese error nos ha salido tremendamente costoso, y lo otro es que el modelo de una apertura indiscriminada terminó destruyendo la industria y el comercio nacional. Se firmaron alegremente tratados y convenios de comercio que sacrificaron el campo colombiano.