Si el acuerdo propuesto por la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, es rechazado la próxima semana en el Parlamento, la situación podría llegar a un punto en el que el brexit no se pueda llevar a cabo, según el secretario de Asuntos Exteriores del país, Jeremy Hunt.

“Si este acuerdo es rechazado, en última instancia, en lo que podemos terminar no es un tipo diferente de brexit, sino en una parálisis del brexit”, declaró Hunt. “Y en últimas, una parálisis del brexit podría llevar a que no se haga el brexit”.

En declaraciones a la emisora BBC Radio 4, Hunt indicó que, en caso de ser rechazado, la situación podría ser muy perjudicial para Reino Unido.

“Estoy diciendo que esta sería una brecha increíblemente dañina de confianza y también sería muy malo para la reputación británica en el exterior, habiendo decidido abandonar la UE, si resulta que al final, por las razones que sean, no logramos hacerlo”, opinó el secretario.

Al destacar que el único motivo para el estancamiento del acuerdo es el mecanismo de respaldo, Hunt dijo que el punto muerto podría romperse si Reino Unido tuviera garantías legalmente vinculantes de parte de la Unión Europea de que el respaldo sería solo un arreglo temporal.

“Theresa May ha dicho que no quiere solo palabras, quiere algo con una fuerza legal”, aseguró el secretario.

Si no se llega a un acuerdo sobre el brexit, entrará en vigencia automáticamente un respaldo para garantizar que no se impondrán de nuevo fronteras físicas entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

Después, en entrevista con Sky News, Hunt dijo: “nadie sabe lo que pasará si el brexit es rechazado”.

Argumentó que la forma en que los parlamentarios votarán el próximo martes también está cambiando, y que algunos críticos del brexit ahora están diciendo que apoyarán el acuerdo.

La votación en la Cámara de los Comunes sobre el acuerdo de retiro aprobado por May y los funcionarios de la Unión Europea está programado para el próximo martes.

La posibilidad de que éste sea aprobado se pronostica como baja, en vista de que los partidos de oposición y el aliado de facto del gobierno, el Partido Unionista Democrático, ya han declarado que votarán en contra del acuerdo.

Esta semana, el gobierno sufrió derrotas en dos votaciones claves relacionadas con el brexit, pues cerca de 20 parlamentarios conservadores votaron en contra del gobierno.

Reino Unido espera abandonar el bloque el 29 de marzo, poniendo fin a sus más de 40 años de membresía como resultado de un referendo realizado en 2016.