La policía norirlandesa utilizó balas de goma y cañones de agua después de verse atacada por manifestantes por quinta noche consecutiva.
Choques esporádicos se registran en la capital del Ulster desde que la corporación municipal, de mayoría republicana, decidió el pasado 3 de diciembre que la bandera británica dejara de estar izada de forma permanente y solo ondeará ciertos días del año.
Un millar de unionistas se manifestaron de forma pacífica el lunes delante del Ayuntamiento durante la primera reunión de la corporación desde el 3 de diciembre.
Pero en otra zona de la capital, Newtownards Road, la policía hizo uso de balas de goma y cañones de agua después de ser bombardeada a pedradas y con botellas incendiarias cuando intentaba separar a grupos rivales de unionistas y republicanos.
La bandera británica volverá ser izada el miércoles, aniversario de la duquesa de Cambridge, Kate, esposa del príncipe Guillermo, primogénito del heredero de la corona británica.
La controvertida decisión del Ayuntamiento de la capital de la provincia británica semiautónoma de Irlanda del Norte, de no colocar de forma permanente la Union Jack en la alcaldía, provoca desde la noche jueves repetidos actos de violencia protagonizados por protestantes unionistas, partidarios del mantenimiento del Ulster en el Reino Unido.
Más de 60 policías han resultado heridos y los detenidos alcanzan el centenar desde la noche del jueves.
Representantes religiosos y de varios partidos se reunieron el domingo en una iglesia en Belfast para intentar frenar la violencia.
Irlanda del Norte vivió treinta años de violencia entre protestantes unionistas y republicanos católicos, partidarios de una unificación con la vecina República de Irlanda, con un saldo de más de 3.500 muertos.
Desde el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, que estableció el reparto del poder entre ambas comunidades, se producen todavía incidentes esporádicos en la provincia.
AFP