Lanzamiento de la segunda fase del plan de purificación y respaldo de principales autoridades, la principal garantía
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El proceso de descontaminación del río Bogotá parece ser una realidad gracias a las garantías que desde el pasado lunes se han venido planteando por parte de las diferentes entidades distritales, gubernamentales y privadas, esto debido a que por años ha sido uno de los principales proyectos que ejecutan dichas administraciones junto a diversos entes ambientales por su complejidad e importancia para los capitalinos y población aledaña, lo cual esta vez fija un plazo no mayor a ocho años.
Así lo había dado a conocer EL NUEVO SIGLO hace unos meses cuando indagó con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y la Secretaría Distrital de Ambiente, el transcurso técnico y legal de este objetivo, cuyas obras han estado en marcha y cuyos tiempos siguen en pie para cumplirse.
El ingeniero Aníbal Acosta, director operativo del Fondo para las Inversiones Ambientales de la Cuenca del Rio Bogotá, FIAB, oficina de la CAR, afirmó aquella vez entre varios aspectos de interés que “la adecuación hidráulica en la cuenca media la terminamos prácticamente, las obras se entregarán en octubre de este año y la planta de tratamiento debe entrar en funcionamiento en el año 2020. En 2025 debemos tener funcionando las dos plantas de tratamiento de aguas residuales de Bogotá y con esas dos plantas, el cambio de calidad de agua va a ser sustancial. Vamos a tener un río limpio y en mejores condiciones para pagar esa deuda ambiental que teníamos con la cuenca baja del rio Bogotá”.
Desarrollo jurídico
A su vez, Viviana Ortiz, directora legal ambiental de la Secretaría Distrital de Ambiente, había destacado al respecto que “se realizaron unas adquisiciones prediales en algunos de los costados del río Bogotá y frente a la optimización de la planta de tratamiento Salitre se adjudicó ya un contrato por parte de la CAR que está liderando o deliberando este proceso de optimización de la planta de tratamiento y es un proceso que durará 5 años para que ya esté optimizada la planta de tratamiento”, así mismo mencionó en dicha ocasión que “otra de las grandes obras que se deben desarrollar de acuerdo con la sentencia es la construcción y puesta en funcionamiento de otra planta de tratamiento que estaría ubicada en Soacha, que es la PTAR Canoas, sobre esa planta en particular las entidades están realizando las gestiones para realizar el cierre financiero, esperando por lo tanto lograr un aporte importante por parte de la Nación”.
Tanto el director operativo de la FIAB como la directora legal ambiental de la SDA, habían coincidido en que actualmente el río en la cuenca media es navegable y el avance del proceso de descontaminación está logrando que ya puedan hacerse recorridos, todo un proyecto aterrizado que comienza a dar sus primeros frutos.
Así es como la Alcaldía de Enrique Peñalosa dio el primer paso para la descontaminación del río Bogotá, en equipo con la Corporación Autónoma Regional, CAR, y la Gobernación de Cundinamarca, asegurando los recursos que permitirán lograr un sueño que se creía imposible: limpiar el río Bogotá.
"Acompañamiento de la Procuraduría nos genera tranquilidad"
La ejecución de este proyecto, que contará con gerencia de la Empresa de Acueducto de Bogotá, tendrá además el acompañamiento de la Procuraduría, "me parece formidable que la Procuraduría tenga como tema fundamental asuntos ambientales. Para la recuperación del río Bogotá tendremos quizá las contrataciones más grandes de la historia, de manera que bienvenido todo el acompañamiento, que además nos genera tranquilidad", señaló el alcalde Enrique Peñalosa durante la audiencia pública citada por el Ministerio Público "Río Bogotá Renace".
Las declaraciones las dio el Mandatario luego de que el procurador Fernando Carrillo asegurara que es de vital importancia garantizar "transparencia, efectividad y resultados" en las contrataciones en torno a la recuperación del río Bogotá con el fin de evitar la corrupción, así como la innovación de tecnología para la rehabilitación del cauce, según señaló el Procurador.
A su vez, el magistrado de Consejo de Estado, Óscar Darío Amaya, exaltó las acciones que se realizarán por la descontaminación del río Bogotá: "era un trabajo que estábamos esperando por más de 20 años", aseguró.
La planta
La revitalización del río se logrará mediante la construcción de la planta de Tratamiento de Aguas Residuales Canoas, para la cual el Distrito invertirá $2,94 billones, 64,4%; la CAR: $1,5 billones, 33,33%; y la Gobernación, $61.000 millones, 1,35%.
Será la planta de tratamiento más grande de Colombia, la tercera más grande de América Latina y la undécima más grande del mundo. Estaría en funcionamiento en 2024.
“Vamos a tener un río vivo, hasta con posibilidad de navegación en embarcaciones recreativas. Y quedarán saneadas también las cuencas Fucha, Tunjuelo, Tintal y del municipio de Soacha, para el bienestar de más de siete millones de personas”, destacó Peñalosa, quien además aseguró que la descontaminación del afluente beneficiará el cauce del río Magdalena.
La audiencia contó con la participación del procurador general de la Nación, Fernando Carrillo; el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey; el director de la CAR, Néstor Franco; el viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Carlos Botero; el viceprocurador general, Juan Carlos Cortes; y el procurador delegado para la Conciliación Administrativa; Iván Darío Gómez Lee.
El alcalde explicó además que iniciará la construcción del proyecto Ciudad Río que permitirá que cerca de dos millones de ciudadanos habiten en los alrededores del río Bogotá. Ciudad Río crecerá no como borde sino como eje de integración, beneficiando a 1,2 millones de habitantes. A su vez tendrá un parque de 1.000 has (nueve veces el parque Simón Bolívar) y 68 km de cauce.
Las personas que habiten ese sector tendrán acceso a transporte sostenible, así reduciremos el uso de carro particular. “La construcción de esta ciudad compacta es a largo plazo, estamos hablando que estaría lista hacia el 2030 - 2040”, concluyó.
Recordemos que tan sólo Bogotá y Soacha vierten a diario 800 toneladas de residuos biosólidos, al sistema de alcantarillado de la ciudad, 35% del agua es tratada y el 65% llega al rio Bogotá sin ser tratada, es por ello que tanto la SDA como la policía ambiental se han encargado de realizar las sanciones respectivas como una medida para concientizar a las personas sobre la importancia de dicha descontaminación, pues en lo que va corrido de la presente administración, 109 personas han sido detenidas por arrojar escombros, residuos de construcción y demolición al río Bogotá, humedales, quebradas y canales.
Así mismo, 21 establecimientos comerciales y vertimientos de entidades educativas tuvieron que ser selladas temporalmente por contaminación a las fuentes de agua de la ciudad.
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