Venecia fascinada con el Mundial olvidado | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Septiembre de 2011

 

La divertida fábula del escritor argentino Osvaldo Soriano sobre el Mundial de Fútbol celebrado en Patagonia en 1942, en el filme "El Mundial olvidado" de los italianos Lorenzo Garzella y Filippo Macelloni, fascinó hoy en la Mostra de Venecia.
La película, generosamente aplaudida por el público tras su proyección en la sección paralela La Jornada de los Autores, narra con estilo documentalista la historia de ese campeonato de fútbol, jugado en la perdida Patagonia argentina y organizado por el elegante conde Vladimir Otz.
Basado en el cuento de Soriano, "El hijo de Butch Cassidy", la historia fue reconstruida de forma verosímil y con el mismo estilo ligero del universo del fallecido escritor argentino, entre los más admirados en Italia y recordado por sus crónicas para el diario Il Manifesto del Mundial de Fútbol en España de 1982.
"Una epopeya anárquica que juega con el rigor histórico de un documental y el carácter surrealista del cuento", comentó Garzella.
Como buena parte de los relatos de Soriano, la historia mezcla deporte y literatura y a la vez reflexiona con ironía sobre momentos históricos dramáticos del mundo, entonces azotado por la guerra en Europa, el nazismo, la intolerancia, el odio contra los indígenas locales, los Mapuches, quienes con la mirada "hipnotizaban a los adversarios".
La película engaña al espectador a través de la escrupulosa reproducción de documentos, fotografías, diarios, filmes en blanco y negro y entrevistas a célebres personajes, algunos verdaderos, como el futbolista Roberto Baggio, el escritor Osvaldo Bayer, el dirigente de la FIFA Joao Havalange, el entrenador Jorge Valdano y otros completamente inventados.
La película empieza con el hallazgo de un misterioso esqueleto abrazado a una cámara de cine durante unas excavaciones en Patagonia.
Las investigaciones revelan que se trata de los restos de Guillermo Sandrini, camarógrafo argentino de origen italiano, fotógrafo de matrimonios y contratado por el conde para filmar un "Mundial memorable y revolucionario".
Con las filmaciones halladas se logra finalmente descubrir cuál fue el equipo vencedor de ese legendario mundial y no reconocido por las autoridades deportivas oficiales.
El periodista argentino Sergio Levinsky conduce la investigación en toda América Latina, Europa y llega a los estudios italianos de Cinecittá donde descubre parte del rodaje de los partidos con secuencias inéditas.
Doce equipos se disputaron la Copa Rimet, entre ellos Alemania, formado por soldados nazis, Italia, con obreros y mineros y el equipo de los Mapuches, que llegó inclusive a la final.