“La gente está en búsqueda de alguien que nos rescate del infierno”
Fue evidente que las multitudinarias convocatorias logradas por el Papa Francisco en su reciente visita no solo fueron producto del arraigado catolicismo de nuestro pueblo, sino también del deseo de la gente de encontrar un líder que muestre un camino distinto y nos saque de la zozobra generalizada en que vivimos actualmente.
El colombiano promedio se despierta cada día sobresaltado con un escándalo nuevo, que reemplaza otro anterior, del que no ha acabado de enterarse sin que haya visualizado alguna solución; así, la confusión generalizada es mayúscula; los medios de comunicación no contribuyen a la tranquilidad deseada, ya sea porque se quedan cortos en el análisis de los hechos, porque carecen de ilustración completa sobre los mismos o porque deliberadamente no quieren hacer total claridad, al estar inclinados a favorecer a determinados actores involucrados.
Por otra parte, la creciente polarización existente que ha escalado hasta puntos nunca imaginados luego de que el gobierno se burlara de los resultados del plebiscito logrando apoyos oscuros en el congreso mediante el reparto de favores, nos mantiene a todos desconcertados y a punto de no creer en el sistema que nos rige.
Mientras tanto, vemos atónitos como las organizaciones terroristas, que tanto daño nos hicieron, son premiadas, al extremo de ofrecerles indultos, enormes recursos presupuestales y poder. Simultáneamente, se desnuda la corrupción que ha corroído todo el aparato estatal, incluso hasta en lo más sagrado que tiene cualquier sociedad, como es la justicia, podrida de base a cúpula, siendo posible inclinarla hacia determinados intereses mediante la repugnante compra de los jueces.
Todo esto sin hablar de la crisis alarmante de los innumerables partidos políticos, otra hora portadores de ideas, los cuales desprestigiados e inmovilizados por la corrupción que los consume, son incapaces de hacer propuestas importantes.
En fin, la gente está asqueada y en la búsqueda de alguien que nos rescate del infierno que nos han creado. El plato esta peligrosamente servido para algún intrépido aspirante.
En medio de tan colosal desastre, la nave de la economía hace agua por todos lados y, nuevamente, en este campo, la gente ve como sus ingresos no alcanzan; muchos buscan desesperadamente emplearse sin posibilidad de conseguirlo.
Pero los múltiples candidatos que aparecen por doquier, solo hablan de conseguir firmas para poder satisfacer sus ambiciones, sin que se les haya oído una sola palabra sobre la solución al oscuro panorama.
Afortunadamente, Fenalco, uno de los pocos gremios que no cayó en las afiladas garras del Gobierno, en su asamblea anual está haciendo audaces propuestas que apuntan a la reactivación económica y al rescate de las instituciones, casi todas a punto del desplome.
En dicha reunión, presentaron un importante estudio que muestra como el modelo económico actual basado en el petróleo y en los altos impuestos no contribuye ni a la generación de empleo, ni al crecimiento con equidad de la producción interna.
La libertad de empresa está amenazada dice su asamblea; ojala algún candidato los oiga antes de que sea demasiado tarde…