El suicidio | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Abril de 2019

Últimamente hemos visto de manera aterradora cómo el suicidio se ha convertido en una modalidad en auge. Jóvenes y hasta niños por cualquier razón deciden esta práctica. Pareciera una moda, ante algún hecho que altera la emoción, la respuesta es auto eliminarse, sin razonar, que ahí no acaba el problema, lo contrario, es peor en la vida espiritual.

Quitarse la vida por mano propia es no permitir la evolución normal de la persona, es buscar una salida en falso. El suicido, a todas luces, es un acto inmoral que por diferentes razones se comete. Las más comunes son la depresión causada por angustia existencial, por problemas afectivos, económicos o por la falta de integración social. El suicida acaricia por lo general varias veces la opción hasta que consuma el acto. En el momento del suicidio la persona se encuentra en un estado de conciencia alterada, sumido en una profunda depresión y con una baja auto-estima, saca valor en un impulso irracional auto motivado y se quita la vida.

Hace pocos años el país conoció del suicido de una joven y exitosa modelo y presentadora de televisión, que se arrojó de un sexto piso. Las autoridades tratan de esclarecer las causas, pero sus motivos particulares cualquiera que fueran nunca tendrían justificación y menos en ella quien era una mujer exitosa, hermosa e inteligente.

En Colombia han existido varios casos de suicido de personas famosas como el poeta José Asunción Silva, Maria Mercedes Carranza y Candelario Obeso, entre otros. También en América Latina, tales como Alfonsina Storni, Violeta Parra, Pedro Armendáriz y el famoso escritor norteamericano Ernst Hemingway; expresidentes como el brasilero Getulio Vargas estando en ejercicio y Oswaldo Dorticos de la cuba revolucionaria. Históricamente también han existido suicidas famosos de la antigua Grecia y Roma como Demóstenes, Seneca, Marco Antonio y Cleopatra; también Nerón. Héroes de la Biblia como Sansón y el más famoso suicida de la humanidad, Judas Iscariote.

Todos ellos fueron motivados por alguna razón lejana a la cordura. Por lo general quienes se suicidan no creen, han estado alejados o no tienen temor de Dios. En el plano espiritual el suicida no encuentra la paz anhelada, por lo contrario el alma se sume en los pesares vagando en busca de la realidad que nunca encuentra, es condenada por la violación de la ley divina, pues únicamente Dios da la vida y él la puede quitar. Es claro que nos permite el libre albedrio por lo cual el suicida decide quitarse la vida, creándose su propio infierno, el cual purga por mucho tiempo hasta que se perdona a sí mismo y luego el Arcángel San Miguel lo saca del lugar donde se encuentra para llevarlo a la preparación espiritual.

Es bueno conocer los efectos del suicido para que jamás se piense en ello, pues no solamente se retrasa espiritualmente sino que se dimensiona el sufrimiento por el que la persona se quita la vida.

arangodiego@hotmail.com