44 años después de la primera participación de un ciclista colombiano en el “Tour de France”, por fin uno de los nuestros ha conquistado la carrera por etapas más importante del calendario ciclístico mundial. El orgullo de oír sonar el himno nacional de la República de Colombia en el templo del ciclismo, como en el lema de la propaganda famosa, no tiene precio.
Desde cuando Martín Emilio “Cochise” Rodríguez acudió como gregario de Felice Gimondi, Colombia no había vuelto a Europa a correr carreras por etapas hasta cuando por allá en 1980 los periodistas radiales Héctor Urrego y Óscar Restrepo consiguieron una invitación directa de Xavier Loui, director del “Tour De L´Avenir”, para un equipo nacional. Acudió una selección patrocinada por Freskola para ganarlo en cabeza del malogrado Alfonso Flórez Ortíz.
Luego vino el tortuoso “Tour de France” de 1983 con un equipo patrocinado por Pilas Varta y después los históricos equipos de Café de Colombia, la marca de la Federación Nacional de Cafeteros, y del Manzana Postobón con las gestas heroicas de Fabio Parra y el triunfo de Lucho Herrera en la Vuelta a España de 1987.
Enseguida vinieron las contrataciones de los ciclistas colombianos por los grandes equipos profesionales del circuito en cuyas filas se han obtenido los otros triunfos sonoros y los mejores desempeños. Santiago Botero y Víctor Hugo Peña ganaron etapas en especialidades como la contrarreloj individual para la cual se nos ha dicho que los nuestros no tienen condiciones o en embalajes para los cuales también nos descalificaron hasta que aparecieron el cachaco Fernando Gaviria y el costeñísimo Álvaro Hodeg.
Nairo Quintana, el gran “Naironman”, ha ganado las otras dos grandes, la Vuelta a España y el “Giro D´Italia”, ha sido podio del Tour al igual que Rigoberto Urán que también lo fue en el Giro y además tiene una valiosísima medalla de plata en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Y ahora, Egan Bernal acaba de ganar la más grande, el campeonato mundial del ciclismo por etapas, “Le Tour De France”, con apenas 22 años y una pinta de Miguel Induraín que le augura un puesto entre los más grandes. Egan es la suma de toda la historia del ciclismo colombiano. Desde esos patrocinadores también míticos como don Lisímaco Reyna de las Ferreterías de su mismo apellido que desde la empresa privada siempre apoyaron ese deporte, hasta marcas y empresarios más grandes como Café de Colombia, Pilas Varta, Manzana Postobón y cada tienda o panadería que en cada circuito de fin de semana algo aporta a esos émulos de Egan y compañía que, afortunadamente, abundan, en cada pueblo colombiano. Es la suma de todos los ciclistas que desde don Ramón Hoyos y Pedro J. Sánchez, El León del Tolima, labraron la historia que ahora cobran Egan, Chávez, Sosa y toda la nueva camada.
Y de dirigentes como Miguel Ángel Bermúdez, quien tuvo las brillantes ideas de llevar los ciclistas a Europa y de promover las escuelas de ciclismo para niños.
Porque toda historia feliz es la suma de lo bueno y de lo malo, para que solo quede lo mejor.
@Quinternatte