Centro derecha, vivita y coleando | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Viernes, 4 de Agosto de 2017

*Nueva encuesta contradice la anterior

*Polimétrica afina escenario político
 

No alcanzó a pasar un día frente al editorial de ayer, cuando de nuevo salió una encuesta en la que los punteros vuelven a ser Germán Vargas Lleras y Gustavo Petro. Es la encuesta de Polimétrica, para Caracol Radio y Red Más Noticias, en la que se modifican los criterios del sondeo de anteayer, y presenta más o menos las realidades que son fácilmente perceptibles del ambiente.

Falta, desde luego, mucho para delinear verdaderamente un escenario aproximado de lo que será la campaña presidencial del próximo año. No deja de ser curioso, al respecto, que en contiendas anteriores  el panorama estaba un poco más definido a estas alturas del partido. No obstante, en esas oportunidades, gravitaba fundamentalmente sobre el ajedrez político el tema de la reelección presidencial.

En 2006 se daba prácticamente por descontado, desde mucho antes de arrancar la campaña por la Casa de Nariño, la reelección del entonces primer mandatario, Álvaro Uribe Vélez. De hecho, en las dos ocasiones en las que él corrió para la Jefatura de Estado no hubo necesidad de segunda vuelta, pues ganó con más del 50% de los votos, e incluso en la última cita en las urnas sumó el 62%. Ya  en el segundo semestre de 2009 no se sabía todavía si la Corte Constitucional autorizaría un tercer mandato, pero igualmente y, por anticipado, se daba por descontado que, de darle vía libre el máximo tribunal, Uribe sería elegido en una tercera ocasión. Finalmente, en febrero de 2010, la Corte se pronunció en contra de esa opción, restringiendo la reelección a una sola vez. Fue eso lo que finalmente desembocó en la candidatura de Juan Manuel Santos, que en buena medida resultó beneficiaria del caudal uribista nacional. No obstante, en esas elecciones, sí se requirió de una segunda vuelta, que ganó con creces.

Ya en 2014, el mismo Santos decidió correr para la reelección, pese a las vicisitudes políticas y la impopularidad originada en el paro agrario y la frase presidencial en la que pretendió desestimarlo. Aunque perdió la primera vuelta, se recompuso para la segunda y logró ganar luego de múltiples polémicas de lado y lado; campañas, por lo demás, que hoy están siendo investigadas por el caso Odebrecht.

Santos, de inmediato, propuso la prohibición de la reelección presidencial y ello salió avante fácilmente en el Congreso, a pesar de que se cayó la gran mayoría de la reforma que se llamó de “equilibrio de poderes”, a la que le fue colgada la restricción a repetir en la Casa de Nariño.

Ahora, cuando no hay reelección presidencial de ningún tipo, parecería lógico que se lancen al agua muchos precandidatos en busca de ganarse un espacio político hacia la contienda. Sin embargo, de acuerdo con las encuestas, muchos de ellos parecerían evidentemente desestimables ante la opinión pública, pero en todo caso el sonajero sirve para tratar de posicionarse, más bien, hacia los comicios parlamentarios. Es lo que ocurre con una buena cantidad de aspirantes que de uno u otro modo es muy factible que terminen en el Congreso o buscando ser nombrados en algún cargo público.

Frente a ello, como se sabe, hay en el trasfondo una fuerte pugna entre la centro-derecha y la centro-izquierda sobre el futuro del país y la vocación institucional colombiana. Ya se dio una primera muestra de lo anterior en el debate por el plebiscito, que denegó el acuerdo de paz de La Habana y que fue recompuesto, a topas y mochas, por la vía de la democracia indirecta, saltándose el derecho fundamental a la participación ciudadana.

Una encuesta antecedente, a la que nos referimos ayer, pareció delimitar el tema a favor de los candidatos del centro a la izquierda, en buena proporción voceros del Sí en el plebiscito, que sumados obtuvieron en el sondeo un 53%. Los opositores o quienes pidieron ajustes al acuerdo de La Habana, se quedaron en cambio con sólo el 16%.

Eso, desde luego, hubiera constituido por sí solo una gigantesca noticia, porque mostraba una tendencia impensable frente al curso de los acontecimientos políticos desde el plebiscito. Ahora, con la encuesta de Polimétrica, las cosas vuelven a un cauce más aproximado a lo que se escucha en las calles. Y es en ese sentido que, evidentemente, Vargas Lleras lidera los sondeos con Gustavo Petro en el lote de cabeza, como ha sido tradicional, sin que haya empezado efectivamente la campaña y una vez esta se despoje de tantos aspirantes que, de seguro, dejarán la liza.

En ese sentido, falta que se lance oficialmente Vargas Lleras, dejando de lado el silencio que ha mantenido hasta el momento. También urge que se defina cuál va a ser el candidato del Centro Democrático, puesto que no existen ahí decisiones definitivas y todos sus aspirantes tienen porcentajes muy bajos, superados efectivamente por ese fenómeno curioso de la política colombiana, según el cual muchos votarán por “el que diga Uribe”. Por lo pronto vale decir que, a diferencia de la otra encuesta, la de Polimétrica mantiene a la centro derecha vivita y coleando.

 

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