Casa del Pueblo: puerta abierta a la cultura y el deporte | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Domingo, 15 de Octubre de 2017
La ganadora del concurso nacional de bibliotecas públicas, ‘Daniel Samper Ortega’, desarrolla con éxito un proyecto de lectura e integración de la comunidad de Inzá, en Cauca. Su éxito se debe a la cercanía con la población

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Después de una larga competencia en la que fueron convocadas 137 bibliotecas de 26 departamentos, fue la Casa del Pueblo en Inzá, Cauca, la que se llevó el primer puesto en el Concurso Nacional de Bibliotecas Públicas: Daniel Samper Ortega.  

 

Variables como la proyección social, impacto en las comunidades, e innovación fueron las que se tuvieron en cuenta para escoger a ésta y otras tres bibliotecas, que ocuparon los primeros lugares,  en el concurso organizado por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional, el cual entregó $50 millones al primer lugar y  $20 millones a cada uno de los tres semifinalistas.

 

El jurado del concurso, conformado por la escritora para niños, Pilar Lozano, el periodista Alfredo Salcedo Ramos y el escritor José Zuleta, visitaron cada una las instituciones pre-seleccionadas para conocer sobre el terreno y en detalle, los proyectos que realizan.

 

Trabajo sin descanso

Salcedo le dijo a EL NUEVO SIGLO que, “hay gente que está haciendo un trabajo muy importante, ellos procuran conectar a las comunidades con sus libros”. Esto se debe a que muchas de estas  incluyen programas en los que invitan a diferentes grupos de la población a conocer el catálogo de libros más afín con su edad o interés.

 

Y fue precisamente esa la razón por la que La Casa del Pueblo, del Cauca, obtuvo la mayor condecoración de la red de Bibliotecas Públicas del país. Ésta que nació como un sueño de la comunidad, es ahora  un punto de encuentro cultural y deportivo, en que se desarrollan programas de formación integral para niños, adultos y ancianos.

 

La casa que está construida con guadua y que además fue diseñada por el arquitecto Simón Hosie, busca conectar el conocimiento de los libros con la necesidad de progreso de esta comunidad, dado que la biblioteca tiene un programa especial de profesionalización para jóvenes, en el que ellos después de adquirir ciertos conocimientos pueden después desempeñarlo en prácticas que contribuyan al funcionamiento de la vereda,  como la producción de la emisora comunitaria y cargos públicos.

“Con ese dinero podremos hacer la construcción del auditorio, el que será el escenario para el fortalecimiento de la cultura en la comunidad”, dijo Luis Enrique Fajardo, bibliotecario de esta institución que además desde su nombre muestra la significación que tiene en la vereda “escogimos este nombre entre todos, nosotros no quisimos ponerle el nombre de una persona y ya quisimos que representara este sueño”.

Eventos

Dentro de la Casa del Pueblo, se realizan conferencias, círculos de lecturas, prácticas deportivas, clases de canto y baile para todas las personas del pueblo.

Pilar Lozano, también afirmó que, “muchas de estas han logrado que la biblioteca no se quede encerrada, sino que sienta en las veredas, en todo el municipio”. Además agrega que es vital resaltar la labor a la hora de crear alianzas: “que permiten multiplicar la función de una biblioteca”.

Semifinalistas

Entre tanto, la Biblioteca Pública Municipal del Deporte y la Recreación, en Cali; la Biblioteca Pública Municipal Monseñor Juan José Díaz Plata, de Tibú, y la rural de la Vereda Naranjal, en Chinchiná, fueron las semifinalistas y cada una de ellas dará una destinación específica a los recursos del premio.

Por lo menos, en Cali, la Biblioteca Pública Municipal del Deporte y la Recreación, desarrolla un proyecto piloto sin antecedentes en Colombia: por medio de diferentes convenios no sólo se incentiva la sana práctica del deporte, sino que a su vez promueve la investigación sobre la historia del deporte, mediante crónicas que han realizado y publicado los usuarios.

Entre tanto la de Tibú es muy reconocida por una campaña en la que el foco son los jóvenes vulnerables a la violencia  por medio de círculos de lectura que incentivan a la construcción de una comunidad en paz.  Finalmente, la Biblioteca Pública de Chinchiná,  Caldas,  se caracteriza por su programa “Mi vereda de lo local a lo global”.

 

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