Alto contraste en implementación del acuerdo de paz, advierte Restrepo | El Nuevo Siglo
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Jueves, 31 de Octubre de 2019
Redacción Política

Hay buena voluntad del Gobierno, pero muy pocos recursos presupuestales para avanzar eficazmente en la implementación de la paz pactada con las Farc, sostuvo el exministro conservador Juan Camilo Restrepo cuando intervino en el panel “Cómo acceder a la tierra en Colombia”, organizado por la revista Semana dentro de la denominada Gran Cumbre Colombia Rural.

Tras precisar que “los acuerdos de paz no se están desmontando ni se están haciendo trizas”, Restrepo anotó que “la situación fiscal por la que atraviesa el país, la caída de la ley de financiamiento, y la precariedad que exhibió la aprobación del presupuesto para la vigencia 2020 indica que las cosas en vez de mejorar parecen empeorar”.

“Todos los informes evaluativos sobre cómo va la implementación de los acuerdos de paz coinciden en que van muy lentamente, y en que la restricción presupuestal ha hecho que el programa de acceso a tierras avance a ritmo muy pobre”, sostuvo Restrepo, llamando la atención sobre que “el Gobierno anuncia diariamente pequeñas inversiones aquí y allá, y eso está bien; pero cuando se mira el conjunto hay que coincidir que se está perdiendo el dinamismo cuantitativo en el posconflicto”.

“Si bien es cierto el posconflicto es un programa a mediano y largo plazo, no es menos cierto que la dinámica que se le logre imprimir en los primeros años es lo que va a dar la pauta para los años siguientes”, expuso, para luego expresar que “las cifras sobre recursos efectivamente invertidos en el posconflicto muestran mucha opacidad, pues gran parte de ellos se mezclan con otras inversiones de carácter social pero que en rigor no pueden catalogarse como implementación de los acuerdos de paz”.

Compromisos del Estado

Para Restrepo, “una consideración inicial que nunca hay que perder de vista es que los acuerdos de paz, y en especial el punto número 1 de los mismos, no se hicieron pensando prioritariamente ni en las Farc ni en los desmovilizados. La discusión del punto número 1 –que duró cerca de año y medio en La Habana– se hizo pensando fundamentalmente en cuales eran los compromisos de Estado que debían desarrollarse a lo largo de un periodo de post conflicto (10, 15 años) a fin de inducir una transformación integral de las estructuras de propiedad, acceso a la tierra, dotación de bienes públicos y mejoras en la productividad rural que permitieran salir del atraso secular en que han vivido, y continúan viviendo aún, los habitantes de las zonas rurales colombianas”.

Recalcando que “los pronósticos catastrofistas de que el gobierno del presidente Duque iba a ‘hacer trizas’ los acuerdos de paz no se ha cumplido. Los acuerdos de paz no se están haciendo trizas; no se han abandonado; y por el contrario diariamente escuchamos informaciones de que se están ejecutando con diligencia”, Restrepo analizó la financiación de la implementación, encontrando que “una buena parte de los recursos que deberían ir y ser directamente focalizados a la ejecución de los proyectos de paz se están difuminando en una serie de programas sociales, que de todas maneras se iban a hacer, hubiera habido o no acuerdos de paz en La Habana; y al mismo tiempo una parte no despreciable de las fuentes de financiación de los acuerdos de paz de tipo agrario, se supone que provendrán del sistema general de regalías de los recursos de departamentos y municipios, de lo que haga el sector privado y de la cooperación internacional, fuentes estas que como puede verse resultan bastante inciertas”.

 

Déficit gigantesco

Para el exministro Restrepo, “el comisionado Archila es probablemente uno de los más eficientes funcionarios del actual Gobierno. Él y su equipo han presentado profusas informaciones en los últimos días sobre la implementación de los acuerdos de paz. Son informaciones interesantes todas ellas. Pero la tesis central del informe ‘No enreden la Paz’ no ha quedado desvirtuada”, aclarando que “el punto fundamental de este informe es que hay un déficit presupuestal gigantesco para atender los cometidos del postconflicto. Este déficit, para ser justos, no se ha creado solo dentro del actual Gobierno: viene desde el gobierno anterior. Pero es una piedra de molino al cuello que continúa lastrando la eficiente aplicación de los acuerdos de paz”.

“Y es una lástima”, comentó Restrepo: “A este paso le vamos a terminar quedando bien a la paz de los papeles, pero mal al posconflicto de las realidades”.

Las declaraciones de Restrepo estuvieron apoyadas, así lo explicó él mismo, “principalmente en documentos técnicos que se vienen divulgando periódicamente, por entidades independientes, y que tienen precisamente como objetivo brindar una apreciación sin sesgos de preferencias políticas, sino principalmente apoyándose en cifras y en indicadores que permitan apreciar cómo va la implementación de los acuerdos de paz”.

“Téngase presente también que cuando se habla de cómo va la implementación de los acuerdos de paz, se está haciendo una evaluación de un proceso dinámico, que se extiende en el tiempo, de lo conocido como post conflicto o post acuerdos, y que puede durar 10, 15 o más años. De manera que estamos haciendo una evaluación prácticamente de lo que se ha hecho en el primer año y medio de posconflicto; un proceso que como se ve, apenas está comenzando”, manifestó, enfatizando que “no porque esté comenzando es menos importante: la experiencia internacional demuestra que la dinámica, el ‘momentun’ de los procesos de post conflicto en otros procesos de paz se marca por la contundencia que reflejen los primeros años de todo proceso de post conflicto. Si comienzan rotundamente y con voluntad política desde un inicio, así siguen; si comienzan descuidadamente y sin dinamismo, así continúan”.

“Por eso los primeros años del post conflicto de paz en Colombia, que son en los que estamos, son tan importantes. De allí la pertinencia del ejercicio de evaluar cómo vamos. O sea, evaluar cómo está arrancando el post conflicto, en especial, puesto que tal es el objeto de estas notas, el punto número 1 sobre Reforma Rural Integral”, dijo Restrepo.