La iglesia es humana y sus ministros personas imperfectas, los hay santos y muchos, otros luchan por mantener sus votos, otros más en el camino a la perfectibilidad y unos cuantos que se dejan llevar por el mundo y las tentaciones. Una vez le pregunté a un sacerdote exorcista que cual eran los flancos por donde más atacaba el demonio a los religiosos, el me dijo: el sexo, el poder y el dinero.
La iglesia católica tiene más de 450 mil sacerdotes, algunos caen en pecado, sean simples curitas, Superiores, Obispos o Cardenales. Pero la inmensa mayoría representa fielmente el legado de Cristo.
Recientemente los medios de comunicación explayaron un escandalo (de lo que viven) en donde supuestamente destapaban unos aspectos sobre la vida del Cardenal Alfonso López Trujillo, uno de los más connotados prelados del país, quien fue muy cercano a los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, inclusive mencionado como papable.
Pues resulta que un escritor francés, auto declarado gay y activista del movimiento LGBTI, escribió un libro titulado “Sodoma”, tema enfocado en exponer según sus versiones, algunas irregularidades al interior de la iglesia sobre poder, dinero y homosexualismo.
No pretendo hacer de defensor del Cardenal López Trujillo, pues desconozco la realidad de lo cual lo acusan postmortem, pero basándome en el simple sentido común, veo que en el programa “Los Informantes” de alta sintonía del canal Caracol, se le hizo al prelado una virulenta acusación, presentando a un testigo oculto que asegura haber sido abusado por el Cardenal, igualmente el escritor cuyo interés es el de promocionar su obra utilizando los medios que incitan el morbo popular y logran, desde luego altísimos ratings de sintonía. Además en dicho programa no se da la oportunidad a la iglesia ni a ninguna persona conocedora del Cardenal para dar la versión del otro lado.
No se si serán verdad o no esas acusaciones, pero qué sentido tiene sacar ese escándalo a la luz pública cuando el personaje murió hace más de diez años. Pues a mi manera de ver solo con el propósito de desprestigiar a la iglesia, que está sufriendo ataques por parte de movimientos pro agenda gay, ideología de genero, abortistas y posiciones ideológicas de izquierda que buscan acabar con las confesiones religiosas.
Esta práctica recurrente con el poder de los medios desde luego afecta la credibilidad de la iglesia católica, pero aun así y frente a esa estrategia, los católicos que creemos en la iglesia creada por NSJ, salimos en defensa de ella, sin desconocer que tenemos una institución imperfecta y que los apóstoles que fueron santos, también eran humanos con virtudes y defectos. Acaso Pedro no negó a Jesús y Tomás no creía, Judas lo traicionó, pero millones de personas han sido y son sacerdotes maravillosos, santos, humanos, sacrificados muchos de ellos, mártires y siempre listos a servir al prójimo.
En mas de dos mil años la iglesia católica ha sufrido miles de ataques y escándalos, nada ni nadie la ha podido destruir ni lo logrará, porque es la iglesia de Cristo. A quienes murieron pecando Dios los juzgará.