Chocó: el rincón colombiano donde renacen “gigantes” | El Nuevo Siglo
Nuquí, un pueblo turístico reconocido por sus playas y calidez de su gente.
Eduardo Najar - El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Septiembre de 2022
Redacción Web

Por: Eduardo Najar - Enviado especial EL NUEVO SIGLO

El Pacífico colombiano es uno de los lugares más hermosos que puede visitar un ser humano; el color verde de sus aguas, su aroma a coco, sus sabores únicos y su gente, todos son incentivos para ir a este rincón mágico de Colombia. Pero existe un evento en especial, indescriptible, maravilloso, conmovedor: el avistamiento de uno de los seres más grandes del mundo animal, la ballena jorobada, un gigante majestuoso que es capaz de generar en quien lo ve cantidad de sentimientos, como respeto, poder, jerarquía, y a la vez ternura, amor, compasión y empatía.

Nuquí es un recóndito paraíso desconocido para algunos, pero un destino maravilloso para otros, pues ven en este pequeño pueblo del Chocó una herramienta para ser felices. La alegría invade a su gente y en las casas las sonrisas se asoman en cada esquina.

La música abarca y sostiene a este lugar, cuando se camina por estas calles las melodías a las 12 del mediodía no faltan. Se cree que la fiesta inicia desde temprano, pero cuando se ve de cerca simplemente no hay más de dos personas disfrutando y hablando de la vida; no se necesita de mucho ni de muchos para sonreír.

Este pueblo marca el inicio de la aventura más grande que se puede experimentar. Se necesita tomar una lancha con la experiencia de un gran capitán como Santiago y no más de 40 minutos para acercarse a ver a una ballena y su ballenato. De acuerdo a los expertos, estos hermosos animales llegan a este lugar del Chocó en búsqueda de aguas tropicales, para reproducirse y parir, un ciclo de la vida que solo muy pocos tienen el placer de ver. Así, estas aguas de Colombia, que permitan dar vida, ofrecen a cualquier turista ya sea nacional o internacional la increíble oportunidad de presenciar esta experiencia.

Gastronomía: consomé y variedad de pescados

El departamento del Chocó brinda grandes oportunidades para el turismo, no solo por el avistamiento de ballenas sino también por su gastronomía: el caldo de pescado o “consomé”, como le dicen los chocoanos, posee un sabor único, sabroso y diferente. Su preparación es muy particular y su color varía a una tonalidad naranja oscuro. Su sabor es potente y logra equilibrarse gracias al limón.



Por otro lado, el pescado, el patacón y el arroz con coco son tres elementos infaltables en la gastronomía de este lugar de Colombia. Un tipo de pez en especial llama mucho la atención, pues tiene una pigmentación en sus espinas, algo inusual; su color es verde y cuando se le pregunta a los locales el porqué de esta tonalidad, simplemente dicen: “Así es mi tierra, simplemente así es”, una expresión que para algunos no significa nada, pero que puede traducirse fácilmente en la biodiversidad de especies que muchas personas, incluidos muchos colombianos, desconocemos y que solo el Chocó tiene la dicha de tener.

Diversidad de playas

Guachalito, Playa Blanca, Playa de los Deseos y Punta Huina son destinos a los que no es posible calificar con un solo adjetivo.

Guachalito es una pequeña playa donde las familias abundan, quizás por el ambiente de tranquilidad y armonía que se respira, sobre todo porque solo se necesita de un par de chanclas y voluntad para recorrer sus tierras.

Playa Blanca, como su nombre lo indica, tiene una energía especial y su suelo es diferente a lo que se conoce en otros lugares costeros: la blancura de esta zona resalta desde que se descienden las escaleras para llegar.

Para visitar la Playa de los Deseos, por su parte, se requiere hacer una pequeña travesía, pero cuando se sumerge en sus aguas tibias, la fuerte marea ratifica que el Océano Pacífico posee una energía sin igual.

Por último, Playa Huina es un lugar que sorprende; ubicada a unos 15 minutos de Bahía Solano, es un destino multicultural. La niñez abunda en esta zona, las carcajadas y los juegos se escuchan desde la mañana hasta la noche. Esta playa tiene la característica de reunir a extranjeros y locales, pues la pesca habla en un solo idioma y brinda la alegría sin fronteras de obtener los productos más frescos para una deliciosa cena.

Algo sorprendente es el agradecimiento de muchas personas. Es el caso de Augusto Vilaboy, un español que se desempeña como chef, quien llegó a Colombia y como él mismo dice: “Me voy a quedar y quiero hacer todo lo posible para vivir en este precioso lugar, por su gente, su tranquilidad, su desconexión. Muchas veces no sé en qué día estoy”. Su amor por Playa Huina deja a cualquiera sin palabras: abandonar todo por ayudar a la economía local comprueba claramente que en Chocó, y en Colombia, su gente es el atractivo más importante.

Este es apenas el inicio de un recorrido que requiere días, pero quien llega solo necesita uno para ratificar que nunca se querrá ir.