Decenas de mandatarios asesinados desde mediados del siglo XIX | El Nuevo Siglo
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Viernes, 9 de Julio de 2021
Redacción internacional

Asumir la presidencia de un país, en la mayoría del planeta, conlleva un alto riesgo para la vida de quien lo hace. Aún así son cientos los que buscan alcanzar tal dignidad, conscientes de que es un cargo de “alta peligrosidad” para su integridad.

El magnicidio del presidente haitiano Jovenel Moise, perpetrado este miércoles por un comando de mercenarios, integrado en su mayoría por colombianos entre los que hay seis exmilitares, es el quinto del siglo XXI y el primero en América Latina.

Del 2000 a la fecha han sido asesinados cuatro mandatarios africanos: Laurent Dèsiré Kabila (Congo), Idris Déby (Chad), José Bernardo Vira (Guinea Bissau) y Muamar Gadafi (Líbano). De estos dos fueron magnicidios.

Y aunque los crímenes de mandatarios mundiales, tanto presidentes como primeros ministros, son de vieja data (desde la historia misma de la humanidad), desde el fin de la segunda guerra mundial se han registrado los más sonados, bien por la importancia e influjo de sus líderes como por sus implicaciones.

Se tendería a pensar que estos luctuosos hechos se cometen más en países con dictaduras o marcada inestabilidad política como los del continente africano, pero si se revisa la historia se evidencia que, al contrario, la mayor ocurrencia se ha dado en Estados Unidos, precisamente para sacudir su tradicional connivencia.

El primer asesinato de un mandatario ocurrido en este siglo ocurrió en la República Democrática del Congo donde Kabila, quien gobernaba desde 1997, fue ultimado el 16 de enero de 2001 en la segunda guerra de su país presuntamente por Rashidi Mizele, un niño soldado que era su guardaespaldas.

Le siguió Joao Bernardo Vieira, el presidente de la también africana Guinea Bisáu, a manos de las milicias del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde en retaliación, según argumentó el mismo día del crimen (2 de marzo de 2009), del asesinato de su líder.

Los otros dos fueron en circunstancias diferentes: el libanés Muamar Gadafi que tras gobernar con mano dura por más de cuatro décadas fue derrocado durante la Primavera Árabe, capturado en octubre de 2001 y linchado por la turba cuando el convoy que lo transportaba fue atacado. Y, el reelecto para un sexto mandato en la República de Chad (también en el continente africano), Idriss Déby, que como casi nunca sucede con un presidente estuvo en la primera línea de fuego con los rebeldes y le costó la vida. Ello ocurrió el pasado 20 de abril.



La historia norteamericana

Desde mediados del siglo pasado, se ha segado la vida -por diferentes motivos- de no menos de treinta presidentes y primeros ministros. Y aunque la mayoría han ocurrido en países africanos, es Estados Unidos el que concentra el mayor número de magnicidios de mandatarios en ejercicio (cuatro), al igual que de atentados contra éstos. Latinoamérica no ha sido la excepción.

La luctuosa historia contra los mandatarios estadounidenses inició con el primer presidente del Partido Republicano, el político y abogado Abraham Lincoln, que el 14 de abril de 1865 fue baleado en la cabeza por John Wilkes Booth, paradójicamente un simpatizante del sur del país que estaba en desacuerdo con su manejo de la guerra secesionista, el que finalmente logró que Estados Unidos no se dividiera.

En 1881 y tras fungir como Presidente durante apenas seis meses, la vida de otro republicano se apagó. Se trató de James Garfield, quien fue blanco de la ira de un abogado, Charles Guiteau, porque no le dio trabajo. Lo paradójico es que no murió por los tiros, sino por una mala praxis médica, ya que cuando lo atendieron le provocaron una infección que fue fatal.

William McKinley, otro republicano, fue el tercer presidente asesinado en la nación del norte. Cuando le restaban tres años de mandato, el 5 de septiembre de 1901, el anarquista Leon Czolgosz descargó su revólver contra el mandatario en mitad de una exposición en la ciudad de Buffalo. Falleció a los pocos días.

Y hace 58 años, exactamente el 22 de noviembre de 1963, ocurrió el del joven mandatario John Fitzgerald Kennedy, cuando en compañía de su esposa Jackeline Kennedy Onassis desfilaba en un carro descapotable por las calles de Dallas. Aunque el magnicidio fue atribuido al francotirador Lee Harvey Oswald, quien apareció muerto dos días después de ser capturado, a hoy son muchas las teorías sobre móviles y autores del crimen.

Pero también fueron muchos los mandatarios estadounidenses que fueron blanco de atentados y sobrevivieron: Ellos son Andrew Jackson (en 1835), Theodore Roosevelt, (1912) Franklin Delano Roosevelt (1945), Harry Truman (1950), Richard Nixon (1974), Gerald Ford (1975), Jimmy Carter (1979) y Ronald Reagan (1981).



En el resto del mundo

Estos son los asesinatos de presidentes y primeros ministros ocurridos desde la mitad del siglo pasado en el mundo:

Mahatma Gandhi. Gran promotor por la independencia de India y la protesta pacífica fue baleado por un radical hinduista el 30 de enero de 1948, cuando se dirigía a rezar en los jardines de su residencia Birla Bhavam.
Indira Gandhi. Hija de Mahatma y la primera ministra de la India, fue asesinada el 31 de enero de 1984 por dos guardaespaldas sijs mientras paseaba por los jardines de su casa en Nueva Delhi.
Isaac Rabin. Uno de los gobernantes más queridos de Israel asesinado en Tel Aviv el 4 de noviembre de 1995 cuando iba a dirigirse a una multitud que celebraba un acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Nacional. El autor fue un joven israelí ultranacionalista contrario a su propuesta de "Tierra por Paz".

Anwar al Sadat, presidente de Egipto, asesinado el 6 de octubre de 1981 durante el Desfile de la Victoria cuando creyó que los militares que bajaron de un camión hacían parte del evento, pero eran un comando extremista islámico.

Bashir Gemayel, presidente electo del Líbano, asesinado el 14 de septiembre 1982 junto a otras 28 personas en un atentado contra la sede de su partido, Falange Libanesa.
Ibrahim Baré Mainassara, presidente de Níger, llegó al poder en 1996 por un golpe de Estado y fue asesinado tres años después en otro golpe de Estado en el  aeropuerto de Niamey.

Marien Ngouabi. Mandatario del Congo fue emboscado en su residencia el 18 de marzo de 1977.

Park Chung-hee. Tras llegar al poder con un golpe de Estado en 1961 se convirtió en dictador y sobrevivió a un primer atentado en 1975. Cuatro años más tarde fue asesinado por el director de la Agencia Central de Inteligencia Coreana.
Sheikh Mujibur Rahman.  Este político de Bangladesh, fue asesinado el 15 de agosto de 1975, junto con la mayor parte de su familia por un grupo de oficiales de Ejército en un golpe de Estado.
Thomas Isidore Noal Sankara. Conocido como el “Che Guevara africano” fue derrocado en 1987 y posteriormente asesinado.

Abdirashid Ali Shermarke. El mandatario de Somalia fue asesinado el 15 de octubre de 1969 por sus guardaespaldas.
François Tombalbaye. Chad, asesinado el 13 de abril de 1975 por un grupo de soldados en un golpe de Estado.

Sven Olof Joachim Palme. Ejerció como primer ministro de Suecia durante 10 años en dos etapas: desde 1969 hasta 1976, y de nuevo desde 1982 hasta su asesinato el 28 de febrero de 1986 en una transitada calle de Estocolmo.

A estos se suman los de Rachid Karame (premier libanés el 1 de junio de 1987), Mohammed Budiaff (Agelia), Cyprian Ntaryamira (Burundí) y Juvenal Habyarimana (Ruanda), en bombazo al avión que los transportaba en 1994.



En A. Latina y el Caribe

Desde 1946 a la fecha, han sido ocho los mandatarios de la región asesinados, incluyendo el más reciente del haitiano Moise. Los más conocidos son los del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, el chileno Salvador Allende y el nicaragüense Anastasio Somoza.

Estos han sido los crímenes de líderes político en ejercicio ocurridos desde ese año:

Salvador Allende murió en la sede del gobierno chileno el 11 de septiembre de 1973 durante el golpe militar liderado por el general Augusto Pinochet. Se ha sostenido que fue un suicidio, pero en años recientes ha tomado fuerza la teoría de que fue baleado por los golpistas.

 

Rafael Leónidas Trujillo. La mano dura con la que gobernó desde 1930 generó un mayoritario rechazo popular que culminó con su asesinato, el 30 de mayo de 1961 cuando fue acribillado en el auto que viajaba en las afueras de la capital dominicana.

Anastasio Somoza García. Este militar, empresario, terrateniente y presidente nicaragüense, que fue presidente en dos ocasiones (1937 a 1947 y 1950 a 1956) fue baleado el 21 de septiembre de 1956, durante un acto proselitista y falleció nueve días después.

Carlos Castillo Armas. El 26 de julio de 1957, el guardia militar romeo Vásquez Sánchez le disparó cuatro tiros mortales a este mandatario guatemalteco.

José Antonio Remón. Cuando disfrutaba de las carreras en el hipódromo de Ciudad de Panamá fue ultimado el 2 de enero de 1955.

Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Venezuela, falleció tras ser emboscado en una calle residencial de la capital, el 13 de noviembre de 1950.

Gualberto Villarroel. Este militar y político boliviano, presidente de la Junta Militar de Gobierno, presidente provisorio y presidente constitucional, fue asesinado en una vía pública de la Paz, el 21 de julio de 1946.