12 mitos de los colombianos sobre la vacuna contra el covid-19 | El Nuevo Siglo
El escepticismo de algunos ciudadanos con el desarrollo de la vacuna para contrarrestar la pandemia ha dado pie para que corran rumores falsos sobre su aplicación, sus componentes y efectos secundarios.
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Sábado, 12 de Junio de 2021
Redacción Cultura

La inmunización es un término que durante los últimos meses, e incluso desde que inició la pandemia del covid-19, se ha convertido en el tema central de las conversaciones y en la meta de varios países para volver a la normalidad. Sin embargo, la vacuna contra este reciente virus ha causado un escepticismo en la población, dando pie a creencias erróneas acerca de estos biológicos.

Por eso, EL NUEVO SIGLO consultó a Rodolfo Rodríguez, epidemiólogo y docente de la Universidad San Martín y a la doctora Martha Beltrán, jefe de operaciones de la Clínica Country y la Clínica la Colina sobre estos mitos, especialmente creados por los colombianos, sobre las vacunas contra el covid-19.

1. La vacuna puede modificar mi ADN. Al respecto Beltrán afirma que “a pesar de que algunas vacunas están creadas con una parte de ADN, esta parte está completamente introducida en una cápsula de grasa, este fragmento no se mezcla con nuestro ADN, sino que estimula la reacción de respuesta de nuestro cuerpo creando los anticuerpos, que son las defensas que tendremos”.  

Por su parte, Rodríguez concuerda en que este mito es falso, ya que estos biológicos contienen otro tipo de componentes. “Vacunas como la de Pfizer trabajan con ARN mensajero que produce una proteína que le enseña al cuerpo a defenderse de la infección”.

La experta también asegura que “los estudios durante todo este año que completan ya las vacunas, demuestran que no hay posibilidad de alterar el ADN de la persona inmunizada y aunque son vacunas nuevas, el sistema que utilizan no es nuevo y se utiliza en otros procesos, lo que aporta la seguridad”.

2. Si el brazo no me duele, quiere decir que no funcionó la vacuna.Hay que tener en cuenta que el dolor en el sitio de la aplicación es una reacción frecuente a las vacunas, pero no hay ninguna relación entre el dolor en el sitio de la aplicación y la efectividad de la misma”, señala Rodríguez.


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3. Si recibo la vacuna me implantan un chip para controlarme. Este mito fue uno de los primeros en popularizarse al inicio de la pandemia, pero una parte de la población aún cree que en el contenido de este biológico existe un tipo de tecnología con la que se puede controlar a la humanidad.

Ante este panorama Rodríguez señala que “lo que se inyecta en la vacuna son componentes que potencian el sistema inmunológico y nos protegen ante la enfermedad moderada o grave, e incluso la muerte, pero no existe ningún fundamento en considerar que con las vacunas se inyecta un chip para controlar a la población”.

Una premisa que reafirma la doctora Beltran, quien expresa que “las vacunas frente al covid-19 son el producto de la puesta al servicio de la humanidad de los diferentes avances en las áreas de medicina, genética y la vacunología, lo que permitió tener en algo menos de un año, vacunas efectivas, que en el pasado tomaban entre 10 y 15 años.  Pero esta tecnología no se debe confundir con la presencia de elementos, chips o similares”.

4. Si me vacuno, me inyectan el covid-19. Falso, pues según Martha “todas las plataformas actuales de vacunas frente al virus, se basan en generar inmunidad frente a la proteína S, que corresponde solo a un fragmento pequeño del virus ya muerto (como si se cogiera una pata del virus que se ha matado)”.

Así mismo, “hay que aclarar que existen diferentes tipos de vacunas, las cuales funcionan sobre plataformas diferentes, por tanto, existen vacunas de virus inactivos, vectores virales o unidades proteicas, entre otras. Entonces la mayor parte de las vacunas están formadas por virus atenuados o fragmentos proteicos, que lo que hacen es potenciar el sistema inmunológico y enseñarle al organismo a defenderse precisamente del virus”, agregó Rodolfo.

5. Si ya tuve covid, no necesito la vacuna. Se cree que al contagiarse se obtiene un grado de inmunidad y por esto, varias personas no se vacunan, pero lo cierto es que esta inmunidad no dura mucho. Así lo explica el experto: “La protección después de la infección parece no perdurar mucho en el tiempo, entonces se sugiere que las personas que han tenido la enfermedad se vacunen. Para ello, hay que esperar unos 90 días desde el diagnóstico de la enfermedad para vacunarse”. 


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6. Con la vacuna no tendré que usar tapabocas. Rodríguez indica que esto es falso, ya que “como primera medida toma varias semanas en alcanzar la inmunidad, la cual se potencia con la segunda dosis, en el caso de las vacunas que requieren dos. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que las vacunas protegen principalmente de enfermar de cuadros de gravedad moderada o de la muerte, más no de contagiarse de covid. Por esto, hay que seguir usando la mascarilla. Y, cuándo se podrá dejar de usarla, cuando las autoridades sanitarias, según la evolución epidemiológica, lo consideren pertinente”.

7. Las vacunas no son seguras porque las desarrollaron en muy poco tiempo. “Hay que considerar que las vacunas no son algo nuevo y el mundo científico tiene un gran acervo en este tema. Ahora, la cooperación científica y los avances tecnológicos han permitido tener vacunas eficaces contra el covid-19 en realmente muy poco tiempo comparado con otros biológicos. Hay que añadir que la investigación que se ha realizado sobre virus similares, ha facilitado la producción de estas vacunas del covid-19. Además, hay que tener en cuenta el gran músculo económico que hubo tras ello, todo esto permitió a las compañías farmacéuticas optimizar el tiempo con los ensayos clínicos”, resalta Rodolfo.

8. Si soy alérgico al huevo, no puedo aplicarme la vacuna contra el covid. “Contra el covid-19 no representa mayores riegos estos casos. En general, estas vacunas tienen las mismas contraindicaciones que cualquier otra. A quienes no se recomienda aplicársela son a personas que han sufrido reacciones alérgicas severas a componentes de las vacunas. De hecho, las únicas personas que no deben colocársela son aquellas con alergia al polietilenglicol, un excipiente de las vacunas" afirma el experto.

9. Si me pongo la vacuna afecta mi embarazo. “Las mujeres embarazadas tienen mayor probabilidad de enfermar gravemente a causa del covid-19, en comparación a mujeres no gestantes. Entonces según los centros de control de enfermedades de Estados Unidos, si está embarazada puede vacunarse contra el covid-19, ya que aplicársela durante el embarazo puede protegerla de enfermedades graves” aclara.

10. Las vacunas causan autismo. “Este es un mito que se creó hacia la década de los años 90, pero no tiene ningún fundamento científico para considerar que las vacunas causen autismo” destaca el epidemiólogo.

11. Tengo la vacuna de la influenza, así que no me puede dar covid. Sobre este aspecto Rodríguez afirma que “es importante tener en cuenta que aunque la influenza y el covid-19 son enfermedades causadas por virus, pues se trata de virus completamente diferentes y por tal motivo no hay protección cruzada contra el covid al tener la vacuna contra la influenza”.

12. La vacuna afecta mi fertilidad. “No hay evidencia científica sobre dicha afirmación, incluso varias organizaciones científicas, en especial de Estados Unidos o la misma Organización Panamericana para la Salud han enfatizado en que no se ha comprobado que la vacuna pueda conducir a la pérdida de la fertilidad” finalizó diciendo.