Con una inversión aproximada de US$$1.200 millones, la recuperación del río ya muestra sus frutos. Así se lo dijo a EL NUEVO SIGLO Néstor Franco, director de la CAR
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EL NUEVO SIGLO: A manera de balance y ad portas de un cambio en la Administración, ¿cuál fue el proyecto bandera de la CAR en estos cuatro años?
NESTOR FRANCO: Indudablemente los desafíos ambientales en el territorio se han acelerado, y eso ha llevado a que surja la necesidad de generar soluciones. En estos cuatro años, sin duda alguna el reto más importante fue el de materializar y reversar ese pesimismo generalizado que había entorno al río Bogotá y lograr que la percepción ciudadana fuera inclinándose hacia una visión optimista que ya ve con buenos ojos y en un tiempo cercano el proceso de recuperación del afluente.
ENS: ¿Por qué era tan importante recuperar el río?
NF: Este es el río más importante del territorio. Es un río en cuyas cuencas se genera más del 33% del Producto Interno Bruto de la Nación y es un río que, históricamente, había sido tratado como una cloaca y muchos bogotanos nos habíamos resignado a perder. En estos cuatro años revertimos esa visión y hoy el río está renacido, corpulento y va en franca recuperación frente a esos procesos acelerados de contaminación al que fue sometido durante todo el siglo pasado y en buena parte de este.
La recuperación
ENS: ¿Cómo fue el proceso de recuperación?
NF: Bueno lo primero es decir que este río está transformando su cauce y todas las zonas aledañas. En estos cuatro años cerramos la adecuación hidráulica de los 68 Km de la cuenca media, y a diciembre tendremos concluidos 42 Km más de adecuación hidráulica para llegar hasta Puente Vargas en el municipio de Cajicá. Una adecuación que no solamente corresponde a la limpieza de su cauce, sino también a la ampliación del mismo y a la rehabilitación integral de toda la zona para tener un río que, como le decía, se ha de convertir en el eje fundante del futuro del desarrollo de la región.
ENS: En una entrevista que usted dio en noviembre de 2016, dijo que en cuatro años el río Bogotá sería navegable. A un año de que se cumpla esa fecha, ¿aún se puede sostener esa afirmación?
NF: Sí. Hoy ya podemos garantizar navegación desde Soacha, en el punto de Alicachín, hasta la altura de la Universidad de la Sabana y muy pronto hasta Cajicá. Esta navegación obviamente será regulada en los primeros años por la Corporación Autónoma, porque ya tenemos calado para garantizar navegación, tanto en tiempos de invierno como en tiempos de verano.
Aún tenemos que mejorar la calidad del agua, que es la segunda garantía para tener una navegación tranquila, pero esta es una propuesta que ya va cogiendo cuerpo. De hecho, cada ocho días hacemos navegaciones guiadas desde el muelle de la Calle 80 (muelle 1), y ya están en construcción los dos primeros muelles: el que te indiqué y el muelle 2 en la vía Cota-Suba. Ya tenemos los dos puentes de Guaduas que comunican el Parque Lineal Río Bogotá en la zona del río Soacha y en la quebrada La Tibanica.
ENS: ¿Qué es el Parque Lineal Río Bogotá?
NF: El consejo directivo de la CAR, a instancias mías, aprobó la creación de este parque, que será el corredor verde más largo de Colombia y uno de los más largos del mundo. Comienza en el nacimiento del río en Guacheneque (Villa Pinzón) y termina en Ricaurte, justo en la desembocadura en donde el río Bogotá le entrega sus aguas al río grande del Magdalena. Este parque será un espacio de recreación pasiva y activa para la comunidad y en diciembre se entregarán los primeros 42 Km del mismo, integrado por paisajismo, mobiliario urbano y un sendero. La idea es acercar al ciudadano al río para que, a partir de esa nueva relación, se cambie el trato que desafortunadamente le dimos durante tantos años.
Las obras
ENS: En términos de porcentajes, si yo le preguntara ahora en qué porcentaje quedó la recuperación del río y del parque, ¿cuáles serían las cifras?
NF: En el tema de adecuación hidráulica podemos decir que el río Bogotá ya cumple con el 100% de la adecuación. En materia del tratamiento de las aguas residuales, durante estos cuatro años no solo se construyó la planta de tratamiento más grande del país (la del Salitre), en donde se firmó el contrato, se adjudicó el proceso y ejecutamos esta obra, por más de US$480 millones, en tres años. Esta obra queda en un 90% de ejecución, de forma tal que en el primer semestre de 2020 deberá culminarse y ponerse en marcha.
ENS: ¿Hay más plantas?
NF: Sí. En paralelo a esta estamos entregando más de 15 plantas de aguas residuales. Ya están entregadas las de Guatavita, la de Tocancipá, la de Gachancipá. Ahora entregaremos la de Chía II, Zipaquirá se encuentra en un 90%; Mosquera se encuentra en un 100% y se pondrá en marcha pronto. Madrid ya está en marcha y en ejecución, Bojacá ya está en servicio…
La próxima Administración deberá darle prioridad a construir las plantas de tratamiento de Villa Pinzón, de Suesca, de Sopó y de Girardot que es la última faltante. Las otras tres ya quedaron contratadas este año. Y dejamos cerrado financieramente la construcción de la segunda planta de Bogotá, la Planta Janovas, frente a la cual la corporación está haciendo un esfuerzo muy importante de US$500 millones para garantizar su construcción.
Inversiones
ENS: ¿Frente a todas estas acciones hay una cifra estimada global de todo lo que se le ha invertido a la recuperación del río Bogotá?
NF: Sí. Es más fácil decirlo en dólares aunque es menos comprensible para la comunidad, pero estamos hablando de aproximadamente US$1.200 millones que en estos cuatro años le hemos invertido al río y que los hemos asegurado para garantizar también la construcción de la PTAR Canoas.
Estamos hablando de una inversión superior a los $4 billones aproximadamente solamente en el río Bogotá. Pero lo más importante no es cuánto le hemos invertido al río, sino cuanto nos va a devolver el río en beneficios ambientales. Y por eso con el Banco Mundial estamos prestos a iniciar un estudio para identificar la valoración de beneficios ambientales del río.
Uno que hace ocho años no genera ningún evento de desbordamiento, que comienza a correr mucho más fluidamente generando oxígeno, y un río que progresivamente va a tener agua cada vez más limpia, por lo que va a transformar la cuenca, sobre todo la media y la baja, de manera muy importante. Sobre todo la baja que, históricamente tuvo que soportar recibir aguas negras generadas por los bogotanos.
ENS: ¿Es un orgullo personal?
NF: Yo creo que haber sacado adelante un contrato de la magnitud de PTAR Salitre sin un solo requerimiento, sin una sola duda, sin un solo día de retraso. Un proyecto que ha sido reconocido como uno de los más exitosos en el marco internacional por cuenta del Banco Mundial, pues da mucha tranquilidad.
ENS: ¿Qué queda pendiente?
NF: Yo creo que será cómo lograr una mayor pertenencia del ciudadano frente a su cuenca y frente a su río y que cambie conductas que, aunque pequeñas, son muy significativas. No basta tener plantas residuales si el ciudadano se sigue comportando de manera equivocada. Porque de lo contrario de cuando en cuando tocará hacer grandes inversiones para volver a descontaminar y recuperar.