La Comisión de Gobierno del Concejo de Bogotá le puso el ojo a la explotación sexual de los niños, niñas y adolescentes. En el debate, la concejala Patricia Mosquera denunció que es tan grave la situación que en los últimos 6 años se han presentado presuntamente 4.065 casos relacionados con delitos sexuales.
La problemática tiene unos factores culturales y sociales que no deben ser tolerados por la sociedad. Se han construido imaginarios que permiten la validación de comportamientos que avalan ciertas conductas sexuales con los menores de edad. “Es un intolerable ético que actualmente se vean menores de edad expuestos a este tipo de delitos en el espacio público. Este es un indicador que refleja la vulnerabilidad de los menores y la situación de riesgo en la que se encuentra la problemática”, señaló la Concejala.
Según la investigación adelantada, en Bogotá la explotación sexual-comercial infantil se concentra principalmente en 4 localidades con un indicador de 2.113 casos en Kennedy, Santa Fe, Mártires y Chapinero en los últimos 6 años. La capacidad institucional para la atención integral de niñas víctimas no es suficiente. Un solo internado ubicado en la localidad de Mártires, es reflejo de una realidad institucional que no cuenta con las condiciones necesarias para afrontar la complejidad en las dinámicas de este fenómeno, especialmente en localidades con alto riesgo.
Para la concejala Mosquera, la actual naturaleza institucional del Idipron no está armonizada con las necesidades y realidades de este fenómeno. Si bien los procesos de atención se enfocan principalmente al desarrollo pleno de oportunidades y competencias, se deja en un segundo plano el acompañamiento judicial como componente fundamental para la atención integral y el restablecimiento de los derechos.
En los últimos 3 años, los niños atendidos por este delito suman más de 2.300, una cifra alarmante ya que los registros no se comparan con la situación real del fenómeno. “Esta situación es muy grave, ya que pone en evidencia la realidad de esta problemática y refleja la vulnerabilidad de los menores y la violación a sus derechos”, afirmó la concejala Mosquera.
De otro lado, la concejala del MIRA Gloria Stella Díaz, denunció que Bogotá es la ciudad que recibe la mayor parte de turistas extranjeros que ingresan al país, con un 49,3%, sin embargo algunos de ellos no vienen con fines turísticos sino que utilizan las redes sociales para contactar a niños, niñas y adolescentes previamente, con el propósito de cometer delitos de explotación, abuso sexual, pornografía infantil e incesto, y lo más grave aún es que los están instrumentalizando para conseguir otros menores para cometer estos vejámenes.
La Fundación Amigos Unidos, detectó que actualmente existe una página web www.bogotagay.com a través de la cual extranjeros están contactando niños para inducirlos y someterlos a abusos sexuales, como es el caso de un español de 51 años que según investigaciones visitará la capital en el mes de enero y quien utiliza dicha red bajo el perfil ejecutivoespañoturismo, ofreciendo dinero para contratar niños y niñas, prostituirlos y abusar de ellos, y lo más aberrante es que en estos chats se han identificado niños hasta de 13 años.
En Colombia la Dijin ha cerrado 13.279 sitios dedicados a distribuir pornografía infantil entre el 2011 y marzo de 2016, y se han bloqueado 553 páginas colombianas dedicadas a este delito, también entre el 2014 y el 2015 se presentaron 278 denuncias por crímenes cibernéticos al CAI Virtual de la Policía Nacional. “Si bien es cierto, las autoridades están desarrollando trabajos de inteligencia para detectar este tipo de páginas, el desconocimiento de estos crímenes cibernéticos por parte de los padres de familia hace a nuestros niños más vulnerables ante este flagelo”, aseguró la Concejala.
Ante este panorama, la concejala Díaz, además de alertar sobre esta situación propone con la participación de las autoridades, entidades y los padres de familia, “generar actividades de recreación y aprovechamiento del tiempo libre durante el receso escolar para evitar que nuestros niños, niñas y adolescentes naveguen sin control parental (Bloqueo de contenido inadecuado) en la red y sean presa fácil de estos criminales; además de campañas informativas acerca de los crímenes cibernéticos y los riesgos que estos generan a la integridad física, psicológica y moral de nuestros niños”.