Los senadores republicanos de Estados Unidos lanzaron un nuevo proyecto de la ley de salud para cumplir la promesa del presidente Donald Trump de revocar partes significativas del Obamacare, pero la rebelión de cuatro colegas conservadores pone la iniciativa en peligro.
Los demócratas, mientras tanto, se unieron en un bloque contra la controversial medida considerándola una "guerra al Medicaid", el programa de salud para los estadounidenses de bajos recursos.
Durante los últimos siete años los republicanos han tratado de eliminar el sistema de salud impulsado por Barack Obama, llamado comúnmente Obamacare.
Los republicanos describen proyecto de ley como una versión menos austera de la que aprobó el mes pasado la Cámara de Representantes, que según la Oficina de Presupuesto del Congreso podría dejar a 23 millones de personas sin seguro médico.
Pero el proyecto de 142 páginas quitaría a los estados varios beneficios que están en la ley vigente, tales como cuidado de maternidad y servicios hospitalarios y también eliminaría requerimientos para que la mayoría de los estadounidenses tengan seguro de salud.
La versión del Senado pospone los recortes al programa de Medicaid y mantiene los presupuestos fiscales incluidos en la Ley de Cuidado de Salud Accesible de Obama para ayudar a las personas de bajos ingresos a obtener seguro médico al menos dos años.
"Apoyo el proyecto de ley del Senado #HealthcareBill,", escribió Trump en un tuit, intentando impulsar esta iniciativa. "Recuerden, Obamacare está muerto".
El senador Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana, dio a conocer el proyecto de ley, que había estado en secreto en manos de algunos legisladores y asesores, en una sesión a puerta cerrada con miembros del partido.
Pero cuatro republicanos se opusieron rápidamente: Ted Cruz, Mike Lee, Ron Johnson y Rand Paul.
El problema para los líderes del partido es que los republicanos tienen 52 bancas en el Senado de 100 miembros, por lo que solo pueden enfrentar dos deserciones.
Preguntado sobre lo qué se necesitaría para sumar su voto, Paul dijo: "Tiene que verse menos como un Obama light, tiene que verse como lo que prometimos".
"Parece que nos gusta que continúe teniendo lugar el subsidio al Obamacare y... pienso que el gasto actual de Obamacare puede exceder en los próximos dos años", agregó.
Alcanzar 50 votos
Los senadores estarán "viendo si hay cosas que podamos refinar, y hacerlo más aceptable para más miembros en nuestra bancada, para alcanzar los 50" votos, dijo de su lado el senador John Thune.
"Creo que ahora el verdadero desafío es cómo vamos a conseguir los 50" votos, indicó.
Los legisladores regresaron rápidamente a sus oficinas para asimilar el nuevo texto.
Trump, quien durante su campaña prometió desmantelar la reforma de salud impulsada por su predecesor, ofreció una breve reacción al proyecto de ley dado a conocer.
"Esto va a estar muy bien", dijo el presidente. "Un poco de negociación, pero esto va a estar muy bien".
Por su parte el propio Barack Obama dijo que este proyecto de ley favorece a los más ricos en desmedro de la clase media y las familias más pobres, y además subirá los costos, reducirá la cobertura, eliminará medidas de protección y "arruinará el Medicaid tal y como hoy lo conocemos".
Incluso aunque sea modificada, los cambios que realice el Congreso "no pueden cambiar la mezquindad intrínseca de esta ley", escribió el expresidente en una nota de Facebook.
McConnell dijo que habrá un proceso de enmiendas para permitir cambios en la presente versión. Quiere que haya una votación definitiva hacia finales de este mes.
Los demócratas "pueden elegir mantenerse para que continúe colapsando su fallida ley y dañando a más estadounidenses, pero espero que en vez de eso se unan a nosotros a llevar alivio a las familias que han tenido dificultades bajo el esquema de Obamacare por un mucho tiempo" dijo McConnell.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que la nueva ley es "despiadada", y advirtió que eventualmente recortaría el Medicaid incluso más que lo que proponía la versión que aprobó la Cámara de Representantes.
La nueva ley eliminaría el financiamiento federal para Planned Parenthood, una organización de salud a la cual la administración de Trump ha anunciado recortes porque ofrece servicios de aborto.
Sin embargo la ley conserva un elemento clave del Obamacare, que permite que los padres puedan ofrecer cobertura a sus hijos hasta que tengan 26 años.