Para hacerle frente a la coalición de derecha que integran los partidos Centro Democrático y Conservador, ahora los partidos Liberal y Cambio Radical habrían decidido unir esfuerzos con dos propósitos: presentar candidatos propios a las elecciones regionales de octubre, y apoyarse mutuamente en sus propias agendas legislativas.
Ese sería el propósito con el que ayer se reunieron por varias horas el expresidente y jefe único del Partido Liberal, César Gaviria Trujillo, con el líder natural de Cambio Radical, el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras.
Según ha trascendido, el encuentro se dio a instancias del presidente de la Cámara, Alejandro Carlos Chacón, quien ha sido uno de los más duros críticos del gobierno de Iván Duque, al punto de que fue el artífice del hundimiento de la reforma a la justicia, en la pasada legislatura, y ahora le pidió “un concepto previo” a la Corte Constitucional frente al trámite de las objeciones a la Jurisdicción Especial de Paz, (JEP).
“Lo que no le convenga a Colombia y que presente el presidente Duque -como ha ocurrido hasta el momento- no lo aprobaremos”, habría dicho Gaviria en el encuentro.
Un ingrediente adicional que conoció EL NUEVO SIGLO es que estas dos colectividades que se declararon independientes del Gobierno en virtud del Estatuto de la Oposición, han realizado acercamientos con movimientos de oposición como el Polo Democrático y la Alianza Verde, entre otros, para fortalecer sus intereses legislativos.
Igualmente, se conoció que hoy Gaviria tendría otros encuentros con sectores independientes para invitarlos a la coalición legislativa, pues la estrategia electoral de octubre se hará solo con Cambio Radical.
De acuerdo con fuentes cercanas a ambas colectividades, la primera votación en conjunto que tendrán Cambio Radical y el Partido Liberal será hoy frente a la ponencia mayoritaria del Plan Nacional de Desarrollo (PND) que ayer no se pudo realizar por falta de quórum.
Sin embargo, está ‘cantado’ que los dos partidos independientes votarán negativamente las objeciones presidenciales a la estatutaria de la JEP, pues Gaviria ya había advertido que les pedirá a sus bancadas de Senado y Cámara que voten negativamente esos reparos a la norma.
Es más, ayer mismo, el secretario general del Partido Liberal, Miguel Ángel Sánchez, publicó en redes sociales el acta de la reunión de la casa roja en la que se tomó la decisión de no apoyar las objeciones.
Mientras, Vargas anunció que dentro de su colectividad “hay diferencias” frente a las objeciones, por lo que se presume que la mayoría de sus integrantes también las votarán negativamente.
Y es que liberales y cambistas marcarán la diferencia en las mayorías que pretende armar el Gobierno para sacar adelante sus prioridades legislativas. El partido del trapo rojo tiene 49 congresistas, mientras el otro cuenta con 46, una proporción nada despreciable.
Y es que hasta el momento las cuentas se le siguen desajustando al Gobierno, pues mientras de los nueve senadores que designó la Mesa Directiva para estudiar las objeciones a la JEP seis están a favor y tres en contra, de los siete que integran la comisión accidental de la Cámara cinco no las respaldan.
Como se sabe, por Reglamento Interno del Congreso, si una de las cámaras no aprueba las objeciones, estas se archivan.
A ello se suma que la Corte Constitucional al declararse inhibida dijo que solo se pronunciará sobre el tema una vez el Congreso estudie las objeciones, y que cualquiera que sea el resultado de las mismas el texto tiene que pasar nuevamente a control constitucional.
Así las cosas, desde ya comienzan a perfilarse dos grandes coaliciones en un año electoral como 2019: la uribista, que lideran Centro Democrático y Partido Conservador, y la otra que ‘nació’ oficialmente ayer en un restaurante del norte de Bogotá.