Sector señala que es un duro golpe a la generación de empleo y a la economía
Reconsiderar el pago de un impuesto al consumo del 2% a la venta de vivienda usada pidió Fedelonjas al Gobierno y al Congreso que actualmente debate el proyecto de reforma tributaria y que contempla esta medida.
Este impuesto está consagrado en el Artículo 89 (que modifica el artículo 512 del Estatuto Tributario), del proyecto de ley de financiamiento.
De acuerdo con la Federación, “el impuesto al consumo ha sido concebido para gravar las diferentes etapas de un ciclo económico de producción, importación o distribución, y estos hechos no se presentan en el caso de la venta de vivienda usada por lo cual el mismo resulta anti-técnico.
En la vivienda usada no hay valor agregado, el consumo no forma parte de ningún proceso o actividad económica, ni es producción, comercialización ni importación”.
Más impuestos
Asegura el informe que “vemos con preocupación que a los impuestos actuales que se pagan año a año como el predial, la valorización, la plusvalía y, adicionalmente, los costos de escrituración y registro, los impuestos de Beneficencia, Ganancia Ocasional y la Retención en la Fuente se le sume un impoconsumo del 2%. Esto provocaría un aumento en la carga impositiva que desincentive a los compradores a hacer negocios y los que decidan hacerlos, prefieran hacerlo evitando los controles y fomentando la evasión”.
Indican que al bajar la compra de vivienda usada se afectará el empleo que producen industrias anexas como las relacionadas con la decoración (cortinas, tapetes, carpinterías) y la remodelación que repuntó durante este año como nunca antes.
Sostiene Fedelonjas que “los catastros nacionales se encuentran desactualizados y por tal razón los avalúos no reflejan la realidad del valor de los inmuebles en el país. Por lo anterior, la venta de vivienda usada se realiza por los valores que se encuentran registrados en los catastros nacionales que son en su gran mayoría muy inferiores al valor comercial de los inmuebles que se negocian”.
“Esto se evidencia en las cifras que presenta el Observatorio Inmobiliario de Fedelonjas, el potencial de recaudo de $1,2 billones esperado por el Gobierno no es real. En este momento hay 15.950 inmuebles de más de $900 millones a la venta en todo el país. Si se escriturara por el valor real de venta, apenas se llegaría a recaudar $1,1 billones, pero ese valor no será el que se facture en el impoconsumo por cuanto esas ventas se escriturarán por el avalúo catastral y esos avalúos se encuentran desactualizados en la gran mayoría de departamentos”, asegura el gremio de finca raíz.
Aseguran los analistas que “al incrementar el 2% de impoconsumo nuevamente sería Bogotá uno de los que más tributos tienen mientras los demás no recaudarían los valores esperados. Por ejemplo en Boyacá donde los inmuebles son de alta productividad y por ende de alto valor comercial sólo tributaría Villa de Leyva porque sólo allí se registran casas usadas a la venta por valores por encima de los $900 millones. Esto debido a los bajos valores de los avalúos catastrales que son el monto mínimo de escrituración según le ley colombiana”.
Ante esta situación, los agremiados en la Federación dicen que “solicitamos que antes de proponer más impuestos, se actualicen los catastros para lograr un mayor recaudo de los tributos que actualmente se cobran por la venta de bienes inmuebles pero también por las declaraciones de renta de personas jurídicas y naturales porque hay propietarios con grandes propiedades que ni siquiera declaran renta porque el avalúo catastral es tan pequeño que quedan por fuera del radar de la DIAN.
Vale aclarar que el impuesto predial, que es un impuesto local, no puede subir exponencialmente cuando se actualiza el avalúo catastral pues ya hay una norma que limita ese incremento. "Así, al actualizar los avalúos catastrales en todo el país, las finanzas de la nación mejorarán de manera sustancial, se controlará la evasión y todos y cada uno de los propietarios aportarán en justa medida", concluyó la presidente de Fedelonjas, María Clara Luque.