90% de lo que estamos haciendo se verá en los próximos cuatro años: Peñalosa | El Nuevo Siglo
Diana Rubiano/El Nuevo Siglo
Domingo, 13 de Octubre de 2019
Redacción Bogotá

De acuerdo con el Alcalde, institucionalmente la Administración recibió unos líos monumentales. “Nada nos generó tanto gasto de tiempo y energía como arreglar el SITP y el lio financiero de Capital Salud”, explicó

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Hoy estamos a 14 días de que Bogotá escoja un nuevo Alcalde y a 66 de que el próximo residente del Palacio

Liévano comience a dirigir la capital del país, asumiendo así el segundo cargo más importante de Colombia. Esta es la segunda vez que Enrique Peñalosa entrega gestión ¿Cuál es su visión de lo que le está dejando a la ciudad? Esto fue lo que le respondió a EL NUEVO SIGLO.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Esta fue una administración que a la fecha no tuvo ningún escándalo de corrupción?

ENRIQUE PEÑALOSA: Cero escándalos de corrupción. Ni de chambonadas monumentales como las que hubo en la pasada Alcaldía. Se necesitaban 95 camiones de basura y trajeron 250 camiones usados que en una subasta se vendieron como por $4.000 millones o algo así. Tuvimos que pagar multas de la Superintendencia de Industria y Comercio como de $120.000 millones.

ENS: En ese orden de ideas, ¿cuál fue el peor ‘chicharrón’ que su Administración heredó?

EP: El desorden institucional era monumental, pero yo siempre dije que la bomba atómica más grande que recibimos fue el SITP. Este sistema le debía a los bancos $2,7 billones y estaba totalmente quebrado. Gustavo Petro le renovó los contratos a unos buses que tenían más de 1 millón de kilómetros andando, y estos cínicos, sinvergüenzas, vienen a decirnos a nosotros, que hicimos un esfuerzo monumental para traer 1.440 buses nuevos, que porque no los trajimos eléctricos. ¡Ellos!

Además, más de la mitad de los buses que trajimos son Euro 6, que es el estándar más alto que hay a gas. Y los Diésel los trajimos porque eran urgentes para la primera fase y su capacidad de entrega era muy demorada.

 

"Se puede parar un proyecto, no porque esté violando ninguna norma, sino por elementos más bien subjetivos".
 

Apagando incendios

ENS: Pero a Capital Salud también se había referido…

EP: Sí. Capital Salud, cuando nosotros llegamos, tenía un déficit como de $650.000 millones y solamente en 2015 había perdido $360.000 millones. Ahora está produciendo $100.000 millones de utilidades al año.

En términos generales la salud es en donde más corrupción había cuando yo llegué, y no es casualidad que el Alcalde y los concejales presos lo estuvieran por temas relacionados con salud.

Por eso nosotros hicimos una reforma muy profunda y fusionamos 22 hospitales (cada uno era una cuota política), dejando cuatro y una sola central de logística que compra todo (camas, medicinas etc.) evitando corrupción. Eso, más acabar con las filas que era una de las tres cosas de las que más se quejaban los bogotanos hace cuatro años, fue un gran reto.  

transmilenio septima

 

El control

ENS: ¿Qué tan difícil fue gobernar durante los últimos cuatro años? Es decir: ¿Usted cómo definiría la relación de esta Administración con los jueces y las entidades de control?

EP: Yo pienso que si uno tratara de explicarle a un funcionario chino todos los obstáculos que uno enfrenta cuando asume un cargo administrativo en Colombia, se demoraría un año explicándolo. Es que, es inimaginable la cantidad de obstáculos que hay y de todo tipo. Entidades de control; la oposición que, en Bogotá no solo se representa en el Concejo sino en el Congreso, que interfiere mucho en la capital y es otra ñapa. Pero lo más grave son las decisiones de los jueces.

Puede que la mayoría de ellos sean ecuánimes y justos, y así creo que es, pero los instrumentos de la Constitución de 1991 se están utilizando con fines políticos. Mira tú las acciones populares: se ponen en contra de todo. Pero no es de los vecinos. Las acciones populares son de senadores, Representantes, candidatos al Concejo… Es la utilización política de la justicia. No son reclamos de los ciudadanos: son acciones políticas.

Aquí en Colombia las acciones judiciales no tienen ningún costo para quien las pone así sean realmente temerarias. Se puede parar un proyecto, no porque esté violando ninguna norma, sino por elementos más bien subjetivos. Por ejemplo, tenemos parado el proyecto del parque y el cable San Rafael por una demanda del sindicato de la empresa de Acueducto. ¿La justificación del juez? El principio de precaución, que es lo más parecido que hay a la intuición. Y estamos hablando de un proyecto de $600.000 millones, de tres años de estudios, diseños y aprobaciones, por intuición.

ENS: ¿Eso fue lo que pasó con la Troncal de la Carrera Séptima? ¿Usted cómo lo explica?

EP: El juez frena el proyecto, no por una medida cautelar, sino por una especie de pre medida cautelar en la que él dice que un puente pasa muy cerca de un edificio. Primero: no hay ninguna norma que diga a qué distancia debe pasar el puente.

Él, de su propia cosecha, decide que esta es una norma que debería existir y para el proyecto por eso. Pero más grave aún: 20 días después expide la medida cautelar, ¡pero por otros temas! ¡Dejando de lado lo otro! El juez decidió que sabía más que Ingetec, una de las firmas de ingeniería más prestigiosas de Colombia que hizo los estudios de suelos. Entonces frena un proyecto de $2.3 billones, a tres días de la adjudicación y cuando ya se han comprado cientos de miles de millones de pesos en predios.

 

"No se puede hacer nada distinto a Transmilenio en la Avenida Séptima"

 

Las obras

ENS: ¿Por qué se tiene que hacer esta troncal?

EP: Esta obra (que vale $100.000 millones, cuando uno del Metro elevado vale más de $500.000 millones) es crítica desde un punto de vista técnico, porque es la primera vía de Bogotá que va a colapsar, que no va a moverse.

Un estudio de la Universidad de Los Andes proyecta que va a tener velocidades inferiores a las de un transeúnte. De hecho hoy, entre Usaquén y la 94, una persona a las ocho de la mañana se demora más en carro que caminando. Y a eso súmale que más oficinas se van a abrir por el eje de la Séptima. No se puede hacer nada distinto a Transmilenio.

ENS: ¿Por qué solo se puede hacer Transmilenio?

EP: Ni siquiera el candidato más delirante ha dicho que se puede hacer un Metro subterráneo por ahí. Nadie lo ha dicho, no es posible. El tranvía no tiene la capacidad. Miremos dos ejemplos colombianos: el Tranvía de Ayacucho en Medellín está movilizando 3.000 pasajeros hora sentido y la capacidad es como de 6.000; y el Regiotram tiene una capacidad de diseño de 8.400 pasajeros hora sentido. Este Transmilenio tendrá capacidad para transportar 24.000 pasajeros hora sentido.

Es crítico hacer esta obra y nosotros nos metimos en este proyecto no porque sea la troncal que más mueve gente (otras mueven más), sino porque es la más urgente en términos de movilidad. Nosotros la hicimos (no Lucho, que hábilmente solo contrató la parte de la Décima y la 26, ni Samuel Moreno que la hundió… Y estaba contemplada desde el POT de Antanas Mockus), a sabiendas de que era un problema político difícil. Ellos la dejaron quieta porque estamos hablando de una vía que atraviesa el sector más rico no de Bogotá, sino de Colombia.

ENS: ¿Creé que la alcancen a dejar adjudicada?

EP: El Transmilenio por la Séptima está a tres días de adjudicación y cuando nos abran una ventanita, en tres días se adjudica. Hay otras obras que están suspendidas y ni siquiera se ha abierto la licitación, como el Cable de San Rafael, que si se destraba estaría a meses de quedar adjudicado. En cambio este proyecto está listo para que, si un juez nos da permiso el 15 o 20 de diciembre, en tres días se adjudica. Está frenada por dos decisiones judiciales pero aún tenemos la esperanza. La Procuraduría debe estar fallando en las próximas semanas.

 

"Frente al Metro, no fui yo quien decidió que fuera elevado o no"
 

La visión a largo plazo

ENS: Todo esto sin duda apunta a una visión de Bogotá a largo plazo y como lo dijo a EL NUEVO SIGLO el director del IDPC, Mauricio Uribe, esta administración comenzó a preparar a la ciudad para sus 500 años (en 19 años), ¿coincide con eso?

EP: En mucho menos tiempo. Yo diría que el 90% de nuestro gobierno se va a comenzar a ver en los próximos cuatro años. Hemos hecho mucho, pero la gestión sí se pensó a largo plazo. Con decirle que solo el IDU va a dejar contratado alrededor de los $15 billones, más el Metro.

En buena medida, lo que ha pasado en Bogotá en los últimos 20 años, es el modelo de ciudad que nosotros consolidamos en ambas alcaldías. La pauta del modelo de lo que será Bogotá, a futuro, es nuestro.

ENS: A propósito del Metro, ¿qué piensa de la discusión que ha predominado en la campaña a la Alcaldía, de elevado versus subterráneo?

EP: Frente al Metro, no fui yo quien decidió que fuera elevado o no, aunque sí dije en campaña que era más económico hacerlo elevado, porque lo es. Eso sí es de nuevo politiquería tipo Petro: porque ni él decide que sea subterráneo ni yo que sea elevado.

Este es un país serio y con instituciones. Qué tal que un Alcalde, porque se le ocurrió, ¿determinara eso? Este es un proyecto de inversión de US$4.000 millones y ningún Alcalde decide si es elevado o subterráneo.

Este proyecto lo está financiando en un 70% el Gobierno nacional y tuvo que pasar 10.000 aprobaciones de Planeación, Hacienda, Transporte. Si un Alcalde decidiera como se hace un gasto de US$4.000 millones, ahí sí seríamos un país absolutamente folclórico.

ENS: Alcalde, ¿cómo está el empleo en la ciudad?

EP: El empleo ya se está disparando en la ciudad, especialmente en construcción de obras civiles, y con lo que se viene este indicador aumentará. Nosotros vamos a dejar como $48 billones en obras contratadas.

Si fueran 10.000 empleos por billón, estamos hablando como de 480.000 empleos en obras. La cifra se descuadró un poco con la devaluación, pero incluso con el dólar por encima de los $3.000, esta Administración dejó obras que equivalen a tres veces lo que costó la ampliación del Canal de Panamá. Estamos dejando más inversión que todas las demás ciudades colombianas sumadas, aun si le quitamos el Metro.

"Hoy esta ciudad es mucho más sofisticada, democrática y educada"

 

Lo social

ENS: Algo que a usted le critican es que Peñalosa es sinónimo de obra y cemento, ¿qué les diría a las personas que dicen que usted descuidó el componente social en su administración?

EP: Yo creo que el mejor resumen de nuestro trabajo social, porque incorpora muchos indicadores, es el de la reducción de la pobreza multidimensional, que la redujimos.

Aunque Bogotá ha recibido a 400.000 inmigrantes venezolanos en condiciones de extrema necesidad, logramos el nivel más bajo de este indicador en la historia de la ciudad y eso es un reflejo directo de lo que hemos hecho con los habitantes de calle; con la infancia, la vejez, el embarazo adolescente y la deserción escolar. Esta reducción es la cifra más importante de todas porque estamos hablando de 140.000 personas que dejaron de ser pobres.

ENS: El Plan de Ordenamiento Territorial, ¿sale?

EP: Este POT esperamos que salga. Tiene unas fechas límite y si no sale el 3 de noviembre, entonces tiene que salir por decreto.

ENS: Alcalde, esta es la segunda vez en su vida que está a meses de entregar la Administración del Distrito, ¿qué tan diferente ha sido?

EP: Ahora es más difícil. Estamos en la era de lo que llaman la post-verdad, que es un eufemismo para la mentira y con las redes sociales es otro nivel. Los medios de comunicación, por sesgados que sean, tienen que tener una dosis de verdad y digamos que tienen derecho a sus propias opiniones pero no a sus propios hechos. Con las redes la mentira no tiene límites y la gente tiende a creerle más a las redes que a los medios.

ENS: ¿Qué resaltaría de Bogotá hoy?

EP: Nosotros tenemos unas instituciones muy sofisticadas. Más aún: no quiero meterme en líos y esto lo digo con todo el respeto pero, la capacidad técnica de las instituciones distritales es bastante superior que la mayoría de los ministerios.

Hoy esta ciudad es mucho más sofisticada, democrática y educada. Nuestro presupuesto de cultura es más grande que el del Gobierno nacional; cada vez está más integrada al mundo y con un tráfico aéreo disparado. Creo que es una de las mejores ciudades en América Latina y soy muy optimista con relación a Bogotá mientras no lleguen a destruir.

ENS: ¿Eso le da miedo?

EP: Hay algo que me da más miedo. Aquí hay reglas para que las ciudades no se endeuden, pero no hay una norma que prohíba que se aprueben y regalen subsidios a la loca. Eso me preocupa, y yo creo que es la gran amenaza de Bogotá y de las democracias en general. Se aprueban subsidios para todo, pero nadie se preocupa por evaluar eso cuánto va a costar ni de dónde va a salir la plata.