El presidente de Líbano, Michel Aoun, afirmó que la terrible explosión en el puerto de Beirut se debió "a la negligencia" o a "una intervención exterior", mencionando la hipótesis de "un misil".
"Es posible que esto haya sido causado por la negligencia o por una acción exterior, con un misil o una bomba", declaró el jefe de Estado, durante una entrevista con periodistas, tres días después de la catástrofe.
Es la primera vez que un funcionario libanés menciona una pista exterior en el caso de la explosión. Las autoridades han afirmado hasta ahora que fue causada por un incendio en un enorme depósito de nitrato de amonio.
El jefe de Estado, de 85 años, dijo haber "personalmente" pedido el jueves al presidente francés, Emmanuel Macron, a quien recibió en el palacio presidencial, "proporcionarnos imágenes aéreas para que podamos determinar si había aviones en el espacio [aéreo] o misiles" en el momento de la explosión el martes.
"Si los franceses no disponen de esas imágenes, se pedirá a otros países", añadió Aoun, duramente criticado por la población que denuncia la incompetencia de las autoridades y la corrupción.
Por otra parte el mandatario rechazó cualquier tipo de investigación internacional sobre la explosión en el puerto de Beirut, que dejó más de 150 muertos, al considerar que "diluiría la verdad".
Consultado por un periodista si creía que una investigación internacional equivaldría a "diluir la verdad", el jefe del Estado respondió "por supuesto".
La cuenta oficial del presidente en Twitter repitió luego que según Aoun una investigación internacional "diluiría la verdad".
Aoun hizo estas afirmaciones un día después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, durante su visita a Beirut, pidiera una investigación internacional "transparente".
La devastadora explosión en el puerto de Beirut, ocurrida el martes, dejó más además unos 5.000 heridos, así como decenas de desaparecidos y cientos de miles de personas sin hogar.
Una fuente judicial informó el viernes de cinco nuevas detenciones entre funcionarios de aduanas y del puerto, en particular ingenieros, con lo que el número total de personas en detención preventiva asciende a 21.
Criticado por una gran parte de libaneses, aún más tras la explosión, Aoun consideró necesario revisar un régimen político "paralizado". En su visita, Macron pidió a los dirigentes "cambiar el sistema".
Finalmente la destrucción del puerto limitó aún más el acceso a la comida en un país que importa el 85% de sus alimentos, como el trigo necesario para la producción del pan, un alimento imprescindible en la dieta libanesa y que actualmente se vende a un precio subvencionado.
Unas 15.000 toneladas de trigo, maíz y cebada almacenadas en silos anticuados, de más de 50 años, se destruyeron con la gigantesca explosión, así como una fábrica de harina que se encontraba al lado.
Tanto las panaderías como los consumidores temen que la destrucción de silos, con una capacidad de almacenaje de 120.000 toneladas, acentúe la escasez de trigo en Líbano, que ya atravesaba por una profunda crisis económica.