Estados Unidos realizó con éxito este domingo una prueba de intercepción de un misil balístico de medio alcance, en un contexto de crisis con Corea del Norte, que el viernes disparó un misil intercontinental asegurando que ahora puede alcanzar el territorio estadounidense.
El presidente estadounidense Donald Trump había advertido el sábado que ya no permitiría que China no hiciera "nada" frente a Corea del Norte, cuyo gobierno el domingo redobló la apuesta al asegurar que tomaría represalias en caso de provocaciones militares de Washington.
El ministerio de Exteriores de Pyongyang dijo que la prueba del misil ICBM del viernes "está destinada en esta ocasión a lanzar una seria advertencia a Estados Unidos, que multiplica sus comentarios insensatos, agita frenéticamente sanciones y una campaña destinada a presionar a la RDCP", la República Popular Democrática de Corea, de acuerdo con un comunicado publicado por la agencia norcoreana KCNA.
Estados Unidos, por su parte, lanzó un misil desde un avión militar de carga C17 sobre el Pacífico que fue interceptado por el sistema THAAD (Terminal de defensa de alta altitud, por sus siglas en inglés) con base en Alaska, señaló en un comunicado la agencia encargada de la defensa antimisiles (Missile Defense Agency, MAD).
La agencia destacó su marca perfecta, ya que de 15 pruebas realizadas las 15 tuvieron éxito.
Este sistema había comenzado a ser desplegado en Corea del Sur para responder mejor a la amenaza norcoreana, pero el nuevo gobierno instalado en Seúl decidió congelar su instalación tras una virulenta campaña de China, alegando la necesidad de efectuar una nueva evaluación de su impacto medioambiental.
El sábado, después de un segundo lanzamiento exitoso de un misil balístico intercontinental por Pyongyang, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Song Young-Moo, advirtió que se aceleraría el despliegue e instalación del escudo antimisiles estadounidense.
"Próximamente, iniciaremos consultas sobre el potencial despliegue" de los elementos que quedan por instalar del THAAD, declaró el ministro. El escudo incluye seis lanzadores, dos de los cuales ya fueron instalados a unos 300 km al sur de Seúl.
De todas maneras, el THAAD no fue concebido para interceptar misiles balísticos intercontinentales. Las fuerzas armadas estadounidenses cuentan para ello con otro sistema, el GMD, instalado en Alaska y en California.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, dijo estar orgulloso de que "todo el territorio de Estados Unidos" esté a su alcance "en cualquier lugar y momento" desde el lanzamiento del ICBM el viernes, el segundo en un mes. Los expertos creen que Corea del Norte es ahora capaz de alcanzar la costa este de Estados Unidos.
"Peor que nada"
Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, afirmó que "no tiene sentido" convocar una estéril sesión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, asegurando que una resolución débil sería "peor que nada" a la luz de las repetidas violaciones por parte de Corea del Norte.
"Envía el mensaje al dictador norcoreano de que la comunidad internacional no tiene la verdadera intención de enfrentarlo.
Haley urgió a China, Japón y Corea del Sur a aumentar la presión sobre Corea del Norte. "China debe decidir si de verdad está dispuesta a dar el siguiente paso. El tiempo del diálogo ya pasó".
Sin embargo, el canciller japonés, Fumio Kishida, sí habló de una resolución del Consejo. Afirmó que, durante una conversación telefónica con el Secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, estuvo de acuerdo en la necesidad de "ejercer la mayor presión posible" sobre Corea del Norte.
"Confirmamos que cooperaremos en la adopción de una nueva resolución (del Consejo de Seguridad de la ONU), incluyendo severas medidas, y trabajando con China y Rusia", dijo Kishida a los reporteros.
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