Como ya es costumbre en las últimas jornadas, la volatilidad del dólar volvió a ser protagonista ayer. Tras conocerse el dato de inflación para el mes de julio (10,21%), la divisa subió nuevamente, ubicándose en $4.332 con una escalada importante de casi $63.
Cabe recordar que a inicio del mes pasado la moneda presentó un alza histórica, llegando a $4.627, luego empezó su descenso progresivo, en su momento presionado por las expectativas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, y por los anuncios en Colombia de mejores indicadores de crecimiento para este año.
Respecto al panorama actual, Alejandro Useche, profesor asociado de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “son varios los factores que están afectando el comportamiento del dólar a corto plazo. El entorno local está a la expectativa de lo que será el nuevo del Gobierno; sin embargo, estas reacciones de la moneda han venido cambiado con el paso de los días y encontramos que actualmente la divisa está lejana de ese máximo histórico que alcanzó".
“Se espera que con la posesión del nuevo presidente se debe reducir esta incertidumbre y así permitir que el dólar siga cediendo. En segundo lugar, hay que tener en cuenta la crisis internacional. Por un lado, la tensión de Rusia y Ucrania que ha generado problemas en la distribución de materias primas, adicionalmente cabe resaltar que una posible recesión global podría afectar el comportamiento del dólar”, agregó el académico.
Además, aseguró el experto que “posiblemente en las siguientes jornadas se podrían presenciar nuevos capítulos de esta volatilidad del precio del dólar en el mercado local, que dependerán de una serie de factores y sucesos internos y externos, teniendo en cuenta que muchos de ellos son impredecibles en el día a día”.
Indica Useche que, "sin embargo, se espera que en las próximas semanas, cuando se despeje el panorama local e internacional, deberíamos tener más certidumbre y más tranquilidad en los mercados, por lo tanto, tendríamos un dólar que tenderá a la baja. No volveremos a ver un dólar alrededor de los $3.000, pero sí un valor más estable y cercano a los $4.000”.
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Los intereses
Por otro lado, César Ferrari, docente de la Facultad de Economía de la Universidad Javeriana, afirmó a este medio que “Estados Unidos está aumentado sus tasas de interés y eso hace que los inversionistas que eventualmente lleguen al país, migren hacia Estados Unidos, porque resulta ser un mercado más seguro y con tasas de interés más atractivas, lo que implica un retiro de capital de Colombia y por lo tanto reduce la oferta de dólares en el mercado local, aumentando la tasa de cambio”.
Agregó el experto que "además, hay que tener en cuenta el panorama internacional con la Guerra de Rusia en Ucrania, que ha afectado la economía de varios países en el mundo. En definitiva, saber qué va a pasar con el comportamiento del dólar a corto plazo es prácticamente imposible, debido a la coyuntura internacional y a diversos aspectos nacionales”.
Recesión
A su vez el exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo dijo al respecto que “la mayoría de las causas de todos estos trastornos económicos que estamos viviendo, se deben a razones externas a Colombia, como que el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos está subiendo las tasas de interés, puesto que en ese país se está dando la evolución del índice de precios al alza más alta de los últimos 40 años; otro tanto está sucediendo en Europa y empieza a haber temores de que el mundo como un conjunto esté avanzando hacia una recesión, o en todo caso a una desaceleración fuerte de la economía”.
Por ahora resta esperar la posesión del presidente electo Gustavo Petro y cuál será su propuesta de reforma tributaria definitiva, que podría tranquilizar de alguna manera los mercados locales y eso permitiría en el mediano plazo que el dólar ceda y pueda cerrar cerca a los $4.200, como lo prevén algunos analistas.