A lo largo del 2019, gracias al trabajo de las empresas asociadas a ANDEG, a las discusiones del mercado y al compromiso en la construcción de proyectos de generación de energía convencionales y renovables, que le aportan a la diversificación y complementariedad de la matriz de generación en Colombia, se logró un balance positivo donde se evidenció la expansión de la generación eléctrica en el país.
La Asociación Nacional de Empresas Generadoras, ANDEG, señaló que este año fue decisivo para reducir la incertidumbre creada a partir de la eventualidad del atraso en la entrada en operación de Hidroituanguo, gracias a que el Gobierno nacional en cabeza del Ministerio de Minas y Energía y de la Comisión de Regulación de Energía y Gas – CREG, aseguró la expansión de la generación requerida para cubrir la atención de la demanda en el mediano plazo con la subasta de Cargo por Confiabilidad realizada en febrero, en la cual se comprometieron nuevos proyectos y expansiones de plantas existentes por 2.800 MW, de los cuales 1.200 MW fueron térmicos, 1.400 de fuentes renovables y 200 de fuente hídricas.
Esto aunado a que, en el mes de octubre, se viabilizó la entrada de fuentes renovables no convencionales de energía a través de la subasta de contratos de largo plazo que llevó a cabo el Ministerio de Minas y Energía, con la que, a partir de 2022 se prevé la entrada de 852 MW, 85,1% eólica y 14,9% solar, con lo cual, el país asegura el ingreso de 2.250 MW en fuentes renovables, tal como lo ha señalado el Gobierno nacional.
Para Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de ANDEG, “el Cargo por Confiabilidad, es un esquema regulatorio que, pese a haber tenido que enfrentar un gran número de dificultades simultáneamente, se ha mostrado exitoso, por lo cual es de suma importancia trabajar en su consolidación como esquema de expansión y respaldo del sistema, especialmente en el entorno actual del mercado con inserción de fuentes renovables no convencionales, en donde éste resulta fundamental como activo del sistema eléctrico en el contexto del Mercado de Capacidad”.
Adicionalmente, la Asociación destacó que las condiciones actuales del mercado permiten a las plantas térmicas operar con eficiencia y que su operación se ha mantenido gracias a los aportes del Cargo por Confiabilidad, esto soportado en que, de la energía consumida por los colombianos, el 20,3% ha sido producto de la generación térmica (13.012,8 GWh) y 78,4% de generación hidráulica. Así, frente al estado de los aportes hídricos a los embalses y el nivel actual de las reservas (70,3%), se observan requerimientos de generación térmica de alrededor de 60 GWh-día para el verano 2019-2020, un 35% por encima de la generación térmica promedio de septiembre a noviembre de 2019.
Por lo anterior, se resalta la importancia del gas natural para el abastecimiento de plantas térmicas, que, en lo corrido del año 2019 han tenido un consumo promedio de este combustible cercano a los 161,9 GBTUD, lo que equivale al 18% de la demanda nacional, donde además se resalta el papel del Gas Natural Importado. Frente a este tema, ANDEG hizo énfasis en la importancia de asegurar el abastecimiento de gas natural para la totalidad de la demanda nacional a futuro, dado el déficit que se presenta en el año 2024 a partir de los escenarios de la Unidad de Planeación Minero Energética, UPME.
Por su parte, entre los meses de enero a noviembre, las cifras apuntan a que el consumo promedio de carbón para plantas térmicas que utilizan este energético, ha sido alrededor de 286.620,34 toneladas/mes, lo cual contribuye a las finanzas regionales a través de transferencias y aportes, así como a la generación de empleo, especialmente en los departamentos de Boyacá, Santander, Norte de Santander y Córdoba, entre otros.
En la actualidad, el Gobierno nacional avanza en el desarrollo de las propuestas hacia la Misión de Transformación Energética, cuyos resultados se incorporarán en la hoja de ruta de nuestro sector para los próximos años, la cual, entendemos iniciará su implementación desde el 2020.
“Para ANDEG, es de gran importancia llevar a cabo una discusión amplia sobre las propuestas que se deriven de la Misión, en el contexto de la institucionalidad sectorial, en la cual se incluya no solo al gobierno sino también al Regulador, los agentes del sector empresarial, y a la comunidad en general”, resaltó Castañeda.
En ese sentido, es fundamental que para el 2020 el regulador avance en la agenda planteada en el contexto de la modernización del mercado de energía, de tal forma que se asegure la inserción de los nuevos modelos de negocio, como lo es la movilidad eléctrica y la generación distribuida.
“Se requiere el desarrollo de un mercado completo, caracterizado por un mercado spot que valore las restricciones del sistema de transmisión para asegurar la inversión oportuna en activos de generación y transmisión localizada y de servicios auxiliares que aseguren la flexibilidad que se requiere para la gestión del sistema en un entorno de integración de energía renovables no convencionales”, concluyó Castañeda.