El solo hecho de asumir la presidencia de la Dimayor ya es un reto de marca mayor y si a ello se suma que tiene que lidiar con el carácter de 36 directivos que quieren solución inmediata a sus peticiones, quejas y reclamos, así como remediar problemas, la tarea es mucho más difícil de hacer.
Los días en que Jorge Correa Pastrana, Luis Bedoya o Ramón Jesurún lograban hacerse reelegir o, como en el caso de los dos últimos, hasta que daban el salto a la Federación Colombiana de Fútbol, quedaron atrás.
Jorge Fernando Perdomo y Jorge Enrique Vélez, no lograron cumplir sus periodos por diferentes razones, pero con un denominador común: quienes los eligieron, terminaron por pedirles la renuncia.
Justamente esa será una de las misiones que tendrá que afrontar Jaramillo, la de lograr que los 30 presidentes de los clubes que lo apoyaron, lo respalden y que quien votó en contra o los que lo hicieron en blanco, lo dejen trabajar.
Jaramillo tiene una hoja de vida envidiable. Es abogado de la Universidad de los Andes. En sus estudios está un máster en derecho de la Universidad de Georgetown de los Estados Unidos. Fue secretario de Seguridad de la Presidencia en el gobierno de César Gaviria y cónsul en Nueva York. Hizo parte de la junta directiva de Millonarios F.C. y fue vicepresidente de Asuntos Corporativos de Bavaria durante 15 años. Pero, ¿qué le espera?
- Poner orden. Mucho se habla del que será el primer gran desafío de Jaramillo al frente de la Dimayor, pero la realidad es que si quiere sacar adelante su proyecto, deberá empezar por ordenar la casa, algo que no será fácil. La entidad tiene muchas dificultades, especialmente de manejo y administrativas.
- El torneo. Hay quienes consideran que lo primordial en este momento es poner en marcha la Liga. Sin embargo, ese aspecto está adelantado y lo único que queda es que los equipos cumplan con cada uno de los pasos del protocolo exigido por el Ministerio de Salud, que es en últimas el que da el aval. Eso sí, se debe ir trabajando en aspectos como la sede, hoteles y demás detalles para que todo salga a la perfección.
- Lo económico. Este es uno de los temas en que más va a tener que trabajar. Los equipos no tienen y no tendrán ingresos por taquillas durante un buen tiempo, por lo que televisión y patrocinios son su única tabla de salvación. El gran problema es que lo que paga Win no es suficiente y muchos de los sponsor se aislaron por la pandemia y habrá que ver si están dispuestos a seguir con los contratos como estaban o si lo hacen pagando un valor menor.
- TV internacional. De por medio está el incumplimiento de la empresa que supuestamente iba a adquirir los derechos internacionales de televisión y a Jaramillo le tocará entrar a revisar ese contrato y buscar una nueva que cumpla. También tendrá que darse a la tarea de conseguir más patrocinadores que les permitan a la entidad y a los clubes salir de la grave situación económica en que se encuentran sumidos por cuenta de coronavirus.
- Unidad. Para que tenga gobernabilidad y pueda trabajar tranquilo, otro de los factores en el que deberá ocuparse y dedicarle mucho tiempo es el de buscar la unidad entre los 36 clubes miembros de la Dimayor, 20 de la A y 16 de la B. Por los 30 votos que obtuvo para su elección, pareciera que lo logará, pero justamente esos seis dignatarios que sufragaron en blanco o en contra, se pueden constituir en la piedra en el zapato.
- El fútbol femenino. La llegada de Jaramillo a la presidencia de la Dimayor fue bien vista por el Gobierno nacional. Ahora al directivo le toca aprovechar su cercanía con el presidente Iván Duque y el ministro Ernesto Lucena para unir fuerzas y convertir el fútbol femenino en una verdadera liga, con garantías plenas para las jugadoras y un torneo que valga la pena, para así poder volver a pedir la sede del Mundial.
- Coraza. A Jaramillo le tocará hacerse fuerte y soportar los reclamos de quienes lo eligieron y de las críticas que seguramente le lloverán desde todos los sectores porque hace o porque no; porque acierta o porque sus decisiones no los satisfacen. No hay que olvidar que la luna de miel con Perdomo duró poco y se convirtió en “enemigo” de Álvaro González Alzate, Ramón Yesurún y de varios presidentes de clubes porque no estaba de acuerdo en algunas cosas o porque les daba gusto a unos y a otros no. Así que Jaramillo deberá acudir a la diplomacia para sobrellevar los momentos difíciles, especialmente cuando empiecen a bombardearlo con comentarios muchas veces sin razón.
- El debut. Para empezar, el próximo viernes se llevará a cabo una nueva asamblea extraordinaria, en la que se abordará la reforma estatutaria. Mucho se ha hablado en los últimos días en la necesidad de modernizar la Dimayor y este será uno de los primeros pasos. Además, Jaramillo deberá presentar su hoja de ruta, máxime ahora que ya no cuenta con las comisiones debido a que fueron acabadas tan pronto salió Vélez.