El Barcelona se clasificó este sábado para los cuartos de final de la Liga de Campeones venciendo 3-1 al Nápoles en la vuelta de octavos de la máxima competición continental de clubes, tomándose un respiro tras su duro final de la Liga española.
El francés Clément Lenglet abrió el marcador (10), Leo Messi amplió (23) y Luis Suárez marcó de penal (45+1) el tercero, antes de que Lorenzo Insigne recortara distancias también de penal (45+5).
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El Barcelona, que ganó por 4-2 en el global de la eliminatoria, se enfrentará en los cuartos del final al complicado Bayern de Múnich.
Tras una temporada difícil, el Barça consigue meterse en la 'Final 8' de Lisboa en busca de un éxito en la Champions, que le permita salvar la campaña después de perder la Liga a manos del Real Madrid.
La victoria da tranquilidad a un equipo y a un técnico, Quique Setién, que llegaban sacudidos por su final de temporada, que había llevado a Messi a levantar la voz pidiendo un cambio para afrontar la fase final de la Champions.
Lenglet da tranquilidad
El equipo azulgrana saltó a un Camp Nou vacío por las medidas contra el coronavirus con la pequeña ventaja del 1-1 logrado en la ida, pero sufrió durante los primeros diez minutos.
El Nápoles presionaba arriba y quitaba el balón unos barcelonistas, que veía como en el minuto 2 Dries Mertens estrellaba un balón en el palo.
Con el Barça pasándolo mal, Lenglet marcó en un remate de cabeza a saque de córner (10) para adelantar a su equipo y darle tranquilidad.
El tanto obligó al Nápoles a arriesgar más y abrir unos espacios, que empezó a aprovechar el equipo azulgrana con una afiladas entradas por las bandas.
Desde la derecha se internó Messi entre tres rivales para acabar poniendo un balón cruzado y hacer el 2-0 (23).
El argentino marcaba un tercer tanto poco después anulado tras revisión por el videoarbitraje (30), antes de dar el susto de la noche.
El capitán barcelonista recibió un duro golpe por detrás de Kalidou Koulibaly, que lo dejó tendido varios minutos en el campo, mientras le atendían la parte posterior de tobillo.
Messi acabó por levantarse al cabo de cinco minutos y la acción se saldó con un penal que transformó el delantero uruguayo Luis Suárez (45+1).
Insigne da esperanzas
Con 3-0 en el marcador, el partido se ponía muy de cara al Barça, pero antes del descanso, el Nápoles lograba hacer renacer sus esperanzas.
Iván Rakitic derribó a Mertens en el área concediendo un penal, que transformó Insigne (45+5), que fue duda hasta el último momento para el partido, aunque finalmente pudo ser de la partida.
El gol dio paso al descanso, tras el que el Nápoles volvió a salir con intensidad, presionando de forma asfixiante y tratando de progresar en velocidad con Fabián Ruiz como catalizador del juego.
El mexicano Hirving Lozano, que acababa de saltar al campo por Zielinski (69), conectó un cabezazo que se fue alto (71).
Con el paso de los minutos, la intensidad del Nápoles fue cayendo y el Barça, al igual que en el primer tiempo, consiguió ir haciéndose con el balón.
El equipo napolitano, que había empezado tratando de controlar el balón, fue cada vez más recurriendo al juego en largo en busca de los hombres de arriba hasta que en los últimos minutos se lanzó con todo hacia adelante.
En el último cuarto de hora, el Barça se limitó a contener al rival para acabar consiguiendo su pase a la siguiente fase.