París: Alta Costura sueña con la primavera | El Nuevo Siglo
Martes, 22 de Enero de 2013

Tras el jardín de delicias que ofreció Dior en la jornada inaugural de la Alta Costura, Chanel transportó a sus invitados a un bosque encantado, en el segundo día de estos desfiles que estarán protagonizado también por el brasileño Gustavo Lins y el joven creador francés Julien Fournié.

El alemán Karl Lagerfeld, director artístico de la casa fundada por Coco Chanel, sabe cómo poner en escena una pasarela, recreando en pasados desfiles desde glaciares hasta fondos marinos iridiscentes, pasando por bucólicos jardines.

Para su colección para la próxima primavera y verano, Lagerfeld transformó la gran galería del Grand Palais, techada con una inmensa cúpula de cristal, en un bosque encantado entre el cual emergían las modelos, tocadas con pequeños sombreros de plumas.

Como sabe hacerlo desde hace ya varias décadas, Chanel recreó la silueta Chanel, inconfundible por sus trajes de tweeds, que ofreció en una variedad de colores, comenzando con el blanco, que acompañó de leggings blancos o brillantes, y pasando luego al parma, al champán, al azul y al negro.

Entre los más de 60 modelos presentados, ofreció también vestidos cortos y largos, muchos de ellos impresos con flores, acompañados de mallas, o sandalias, terminando con dos excesivamente vaporosos trajes de novia, quizá ideados para un matrimonio homosexual, una idea que está avanzando con dificultades en Francia, que se ufana sin embargo de ser un país muy liberal en otros aspectos.

La pasarela Chanel puso en evidencia la creciente presencia de acaudaladas compradoras de países emergentes, de Asia y Sudámerica, como Brasil, que había sido señalada por el presidente de Dior, Sidney Toledano, en declaraciones a la AFP tras el desfile de la casa, que recibió aplausos unánimes para su creador, el belga Raf Simons.

"El año 2012 ha sido un gran año para la Alta Costura. Eso quiere decir nuevos clientes, muchos de América" (del Norte y del Sur, de Brasil), y de Asia, que se han sumado a los clientes ya existentes", aseguró Toledano, subrayando que la clientela es cada vez "más joven".

Entre estas nuevas jóvenes clientes figura Emily Hwang, de 40 años, que viajó desde Singapur a París para adquirir nuevas prendas para su ropero, y con quien la AFP conversó en varios de los desfiles.

Hwang, que tiene una firma de inversiones, y cuyo esposo está "en el sectgor de la minería, sobre todo en Sudafrica", asistió el lunes al desfile de Maurizio Galante, que ofreció vestidos y abrigos fabricados con bandas y listones recortados, y de Giambattista Valli, donde pudo admirar vestidos cortos, decorados profusamente con bordados florales y felinos, abrigos estructurados y majestuosos trajes largos.

También admiró el lunes por la noche la colección de la casa francesa Alexis Mabille, que transformó a sus modelos en princesas, mientra dijo esperar "con ilusión" las pasarelas de Jean Paul Gaultier y de los jóvenes Christophe Josse y Julien Fournié, a quienes descubrió hace poco, cuando la Federación Francesa de la Costura organizó unos desfiles en Singapur, en noviembre pasado.

El martes por la tarde desfila Gustavo Lins, el único latinoamericano miembro de este selecto grupo de casas, que cumplen con el requisito que las piezas que ofrecen son únicas, y enteramente fabricadas a mano.

Una novedad en estos desfiles será la presencia, el miércoles por la noche, del modista venezolano Oscar Carvallo, que ha sido invitado por primera vez por la Federación Sindical de la Alta Costura, que organiza estas pasarelas, a presentar una colección.

AFP