Madrid-Malo | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Diciembre de 2019

Se expondrá el segundo capítulo, “El triunfo en la cultura y el deporte”, de “La Política como Espectáculo” (Editorial Planeta Colombiana, Populibro 32, Bogotá, 1970) de Néstor Madrid-Malo. Dice el autor: “existen…diversas formas y clases de triunfar…arribar el primero a una meta…señorear en una competencia o en determinado sector del saber o del actuar”, es “éxito vital, militar o político” y el autor explora las modalidades cultural y deportiva.

Sobre el primer concepto: “hay valores de por medio, que son casi siempre estéticos”, “están allí, valen, aunque nadie se percate nunca de ellos” y eso ha ocurrido con artistas y autores. El triunfo deportivo ha de ser reconocido por los demás, los extraños le conceden “a su victoria una trascendencia que de por sí no tiene. Su triunfo tiene que ser público, pues de otro modo no vale y no será homologado”. Se requiere organización, normas, autoridades (se concentra en los jueces).

El escultor o el artista no requieren de tal tipo de organización pero si participan en un concurso se requiere un jurado calificador pero “tal comprobación no es en absoluto indispensable para su validez”. El triunfo cultural se basa en una obra y el deportivo en una acción, algo episódico. Puede ser que el artista nunca gane un concurso pero si la obra vale, el éxito sobrevendrá a la larga “si la obra realmente vale”. Un atleta…que no vence, un equipo que no obtiene victorias, “un ajedrecista que no gana un campeonato, no tiene ninguna importancia” y se necesita “que el triunfo sea reconocido por otros”. El atleta logra fama instantánea y para perdurar requiere seguir triunfando. El triunfo del escritor no es pasajero. El político tiene que seguir figurando en primera línea, tiene que obtener sucesivas victorias.

El triunfo cultural, de producirse, no es flor de un día “como el triunfo deportivo”. Una sola obra le basta a un escritor, por ejemplo, José Eustacio Rivera con La Vorágine, “el triunfo cultural impresiona el intelecto, mientras que el deportivo afecta únicamente la emoción”. Se habla de la soledad del triunfo cultural. El triunfo cultural “tiene como presupuesto la soledad”, “y lo que se realiza en la soledad es la negación del espectáculo”…”el creador estético es el antihéroe”. Puede haber héroes solitarios o desconocidos, el héroe cultural se requiere “la posterior lectura. Contemplación o audición de su obra. Solo el artista virtuoso de la música puede conocer el éxito multitudinario. “los triunfos culturales no son fáciles de obtener”. Distinto en el deporte: cualquiera con entrenamiento, si tiene las condiciones físicas adecuadas. El éxito cultural requiere dotes innatas.