Hace un año escribí, en este mismo espacio, sobre la dificultad de lograr el cumplimiento íntegro de la normativa ambiental en Colombia, debido a la falta de efectiva de control a pesar de lo completo y amplio de dicha normativa; también escribía en esas líneas sobre la necesidad de brindar un compás de espera al, entonces recién posesionado ministro de ambiente.
Pues bien, el tiempo ha pasado y aún hoy muchos colombianos ni siquiera conocen el nombre del funcionario, muchísimo menos sus ejecutorias al frente de la cartera y menos aún los beneficios que podría haber en el cambio realizado en una cartera de tal importancia en el país.
En este año de fin de un gobierno que, indiscutiblemente comenzó su periplo intentando hacer varias cosas en el campo ambiental, pero que se vio complicado por la pandemia, mostrando un retroceso en los proyectos emprendidos; se esperaría una recuperación del rumbo en este campo, pero hasta este momento no hay muestras de que se esté recorriendo dicho camino. Tratemos de dilucidar el camino que se debiera comenzar a recorrer de manera urgente:
- El control sobre la deforestación, tema de alta importancia que implica decisiones sobre el cambio de estructura y funcionamiento de las diversas autoridades ambientales, así como el desarrollo de una jurisdicción especializada sobre temas ambientales, que efectivamente actúe para conservar este patrimonio. Sobre este tema en particular no existen avances y se convierte en una fuga para los esfuerzos que se hacen por reforestar y por promover mejoras en el campo ambiental.
- El control sobre la minería criminal, fuente de financiación de diversos grupos de criminales que azotan el país; el daño ambiental y social que significa la presencia de estas actividades es inconmensurable, poblaciones enteras están siendo asoladas por los promotores de esta actividad y el estado se ha seguido mostrando incapaz de controlar el daño.
- El control sobre los cultivos ilícitos. El país ha aumentado las siembras de cultivos ilícitos de una manera alarmante desde el anterior gobierno; los daños que ocasiona esto al medio ambiente son inmensos, sin contar con el daño social y de salud que de esto se deriva.
- La actualización de los sistemas de licenciamiento ambiental; no es un secreto que obtener una licencia, sea en una corporación o en la ANLA, requiere de ingentes esfuerzos y unos trámites dirigidos a garantizar la buena ejecución de los proyectos, pero también es bien sabido que la autoridad adolece de un adecuado control que permita garantizar que la teoría plasmada en los estudios se cumple a cabalidad.
Habría muchas mas cosas urgentes por realizar en el ministerio. Cabe mencionar la adopción del acuerdo de Escazú, con el cual se frena de plano el desarrollo nacional y se cede soberanía sobre el territorio; por medio de éste se pretende democratizar decisiones sobre algunos temas, para ser tomadas por quienes desconocen dichos temas.
Seguimos a la espera de ver actuar al señor ministro, por ahora no es mucho lo que efectivamente puede mostrar.
@alvaro080255