De la autoridad | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Agosto de 2019

Dos citas previas: “Todos deben someterse a las autoridades establecidas. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que hay, por él fueron puestas” (Rom.13:1); “Entonces dijo Pilato (a Jesús): ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte? Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra Mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene” (Juan 19:10-11).

De ahí que la patrística cristiana sostuviera que “toda autoridad viene de Dios”, aunque yo dudo que la de Hitler, Stalin, Mao, Castro, Chávez, Maduro y Ortega, para mencionar sólo algunos, haya sido puesta por Dios.

La autoridad es uno de los pilares de la democracia que proviene del pacto social en el que los hombres resuelven acabar el caos y someterse a la autoridad. El que ostenta la autoridad la delega para poder mantener en orden su gobierno. Por eso son autoridades un ministro, un juez, un soldado o un policía. Y esas autoridades hay que respetarlas si se quiere que el orden democrático se sostenga.

En Colombia hemos perdido el respeto a la autoridad desde hace años. Se atacan las bases militares y las estaciones de policía con decenas de muertos o se dispara con francotiradores a los soldados que erradican la coca, o se bloquea la carretera panamericana y se ataca a piedra y se secuestra a los policías, sin que pase nada.

En cualquier lugar del mundo las bases militares están defendidas por soldados armados que tienen instrucciones de protegerlas con las armas. Eso lo sabe cualquier persona de buena fe. Como aquí, con pocas excepciones,  solamente prestan servicio militar los campesinos, los que critican el uso de la fuerza en el ataque a la base militar de La Fortuna en Barrancabermeja no conocen ni por el forro  la disciplina militar ni el concepto de autoridad.

No fueron niños sino adolescentes mayores de 16 años armados de machetes los que, luego de apedrear a los soldados, intentaron saltarse las barricadas. Uno resultó muerto. ¿Exceso en el uso de la fuerza? A los soldados se les dan fusiles y no machetes ni guantes de boxeo para defender las bases. Pero este incidente se presta para que “los amigos de la paz” ataquen a la Fuerzas Militares y al gobierno.

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Coda: Como presidente del senado, Ernesto Macías ordenó el 20 de julio,  según dicta el protocolo, que una comitiva acompañara a Duque a su salida del salón. Por eso decretó un receso. A micrófono abierto dijo que era una “jugadita”. Y ahí fue Troya. No que la oposición no hubiera podido hablar, sino que tuvo que esperar a que volvieran los de la comisión.Se acusa a Macías de haber incumplido los artículos 1, 2, 111, 112 y 141 de la Constitución; 3, 5 y 14 del Estatuto de la Oposición, 13 de la Resolución 3134 de 2018 del CNE, y 19 del Reglamento del Congreso. Toda la jauría de los viudos de Santos se lanzó contra él, con la procuraduría a la cabeza que dice que la falta del senador  fue dolosa porque viola los principios a la igualdad, imparcialidad, a la participación política efectiva y el pluralismo político, y a la moralidad. Todo lo cual puede ocasionarle una suspensión en el ejercicio del cargo o una inhabilidad especial. ¡Qué tal!

Entretanto, Benkos Biohó, responsable de la masacre de Bojayá en la que murieron más de setenta civiles inermes refugiados en una iglesia, entrará al senado a ocupar la curul de Márquez.