Ya no con mochila al hombro, sino con un elegante terno azul marino, llegó a la casa de la democracia, convertido en presidente de Colombia el antiguo guerrillero del M-19.

¿Qué estaría pensando cuando ingresó en la Oficina Oval para dialogar con el máximo exponente del capitalismo y qué, además, representaba al mismísimo diablo que odiaba su mente juvenil? Podemos hablar entonces de un verdadero encuentro histórico porque no son muchos los insurgentes del pasado que logran coronar sus sueños y delirios.

Este es un motivo y quizás el principal para reflexionar sobre la madurez y experiencia que haya podido atesorar nuestro mandatario. No ha sido un camino fácil, pero ha quedado claro que Petro vive hoy la oportunidad para luchar más decididamente contra el narcotráfico y los bandidos de todos los pelambres. Igualmente tendrá la ocasión de lucirse si logra encontrar solución al masivo tráfico humano que nos llega continuamente de Venezuela. Mucha agua ha pasado debajo de los puentes de la historia, pero lo que es evidente es que la agitada vida de Petro no ha padecido 100 años de soledad. En África han sido varios los guerrilleros que han llegado al poder. En Latinoamérica, aparte de los Castro, el de Petro no deja de ser singular.

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Se ha constituido un nuevo Eje del Mal: Moscú – Pekín, sentados hoy en la misma mesa Vladimir Putin y Xi Jinping, el nuevo Mao. Son dos personalidades que pretenden dominar el escenario mundial. Su gran objetivo es poder desplazar a los Estados Unidos y a Europa del centro de las decisiones.

Mientras esto ocurre se conoce la noticia de que la India ha superado a la China como el país más densamente poblado del planeta. En lo relacionado con nuestro continente, el Brasil ha consolidado su supremacía no sólo territorial sino demográfica, seguido de lejos por Méjico y la Argentina. Colombia ostenta un indiscutible cuarto lugar, en este concierto de naciones.

De todas maneras, desde el punto de vista económico, político y cultural, la supremacía de los Estados Unidos no es objeto de discusión y así seguirá siendo por muchos años.

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Al presidente Petro se le está complicando la gobernabilidad. A los tradicionales problemas económicos y políticos, que se están tornando inmanejables se le suma uno de especial complejidad: la seguridad y el manejo del orden público, no sólo en varias ciudades capitales sino también en la periferia rural.

Aunque hay indicadores a la baja, Bogotá, por ejemplo tiene  zonas de alto riesgo para conductores y peatones, no solo en la noche sino a plena luz del día. Tanto los hurtos como los atracos no respetan edad de las víctimas; en lugares, como Usaquén, Chapinero y el Centro. Las cosas se han salido de control porque muchos jueces son muy benignos a la hora de las sentencias. Lo cierto es que solo dos de cada 10 delincuentes son adecuadamente castigados. 

El Defensor del Pueblo opina que está caótica situación afectará irremediablemente el proceso electoral

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Luis Carlos Galán fue una de las figuras más promisorias y emblemáticas de la política colombiana durante el agitado siglo XX. Inteligente, carismático y buen orador, vio su oportunidad y creó El Nuevo Liberalismo con una gigantesca aceptación popular. Era el más seguro presidente, cuando las balas asesinas de Pablo Escobar cegaron su valiosa existencia.

Ahora ha vuelto a ser noticia con el lanzamiento del libro "Las distancias" del escritor Sergio Campo, quien reconstruyó la historia de Luis Alfonso, el hijo que Luis Carlos tuvo de una relación con la empleada doméstica de su casa paterna.

Según el diario El Tiempo "La paradoja absoluta de esta historia es que un hombre que no le tuvo miedo al narcotráfico, temía lo que iban a decir las élites bogotanos por su desliz juvenil"

Adenda 1. Colombia no necesita tener una agencia espacial propia. Las plataformas internacionales  nos brindan todos los servicios que necesitemos.

Adenda 2. La gran pregunta es si Nicolás Maduro quiere la reelección. Mientras tanto la oposición sigue profundamente dividida