Andrés Lugo*
Especial para El Nuevo Siglo
* Coordinador de Investigaciones y Publicaciones del Centro de Estudios en Seguridad Defensa y Asuntos Internacionales (CESDAI)
En días pasados en medio de una ceremonia en la Escuela Militar de Cadetes José María Córdoba, el presidente Juan Manuel Santos comunicó al país el interés de Colombia en ser miembro del Tratado del Atlántico Norte, de inmediato sus palabras causaron revuelo entre la opinión pública nacional e incluso en algunos gobiernos extranjeros.
Pero, ¿por qué la polémica? Y ¿por qué el interés de Colombia en hacer parte de la OTAN?
Para responder estas preguntas es absolutamente necesario conocer por que nace y como funciona esta organización.
La OTAN se crea en el año de 1948 como resultado del pacto de Bruselas el cual fue firmado por ocho miembros, (Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos, el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá) y se constituye como una organización de carácter militar, cuyo objetivo en un principio era hacerle frente a la expansión del comunismo en Europa.
Con el fin de la Guerra Fría la OTAN asimiló nuevos objetivos en torno a la seguridad de los países miembros.
Su acción más destacada ha sido la intervención en Yugoslavia en 1999, la cual pretendía parar la limpieza étnica en la entonces región de Kosovo.
Después de los atentados del once de septiembre, la OTAN intervino en Afganistán brindando un apoyo logístico y militar en la lucha contra grupos terroristas.
Actualmente esta organización cuenta con 28 estados miembros. Su sede principal se encuentra en Bruselas y su comando militar en la ciudad de Mons, Bélgica.
Cooperación, eje fundamental
El artículo 10 del tratado del Atlántico Norte permite la adhesión de nuevos Estados, siempre y cuando cumpla con dos condiciones. La primera de ellas es que solo países de Europa pueden ser nuevos miembros. Y la segunda es que se requiere un acuerdo unánime entre todos los Estados miembros para su aceptación
Esto descarta la posibilidad de que Colombia ingrese como miembro pleno a la organización.
Sin embargo no descarta la posibilidad de que se puedan hacer acuerdos de mutua cooperación entre la OTAN y países no miembros. De hecho la nueva estrategia de seguridad y defensa que presenta la organización contempla una visión global y no solo regional. Los acuerdos bilaterales con países con alto grado de especialización en conflictos como Colombia, son el instrumento perfecto para fortalecer el alcance de esta estrategia.
El ambiente político para que se dé un acuerdo entre estas partes es el óptimo.
La cooperación internacional ha tenido un papel relevante en los últimos dos gobiernos en Colombia, considerándolo como un eficiente mecanismo para el desarrollo de políticas nacionales principalmente en temas militares, económicos, sociales y ambientales y como plataforma para posicionar al país como un importante actor internacional.
El Gobierno Santos ha marcado la diferencia pasando de la cooperación vertical al impulso de la cooperación horizontal, en la que se pretende que el país sea exportador de conocimiento y experiencias y no únicamente un país receptor de la ayuda internacional.
Según el Gobierno, hasta el día de hoy más de 45 países se han beneficiado del conocimiento nacional, principalmente en defensa y seguridad. Esto explica el interés de Colombia por ser socio en cooperación con la OTAN.
¿Qué puede brindar y recibir Colombia con el acuerdo?
El conflicto armado que Colombia soporta hace más de 50 años ha permitido la profesionalización de la Fuerza Pública colombiana en guerra asimétrica.
Muchos consideran que Colombia podría aproximarse a ser el país más exitoso en la lucha contra el narcotráfico. Es por esto que la firma de un acuerdo con la organización del Atlántico Norte permitiría el intercambio de experiencia y conocimientos en los temas del tráfico de drogas que azotan al mundo entero y en especial a Europa.
Al mismo tiempo la lucha contra el terrorismo se ha convertido en uno de los pilares de la seguridad nacional colombiana, razón por la cual existe una gran capacitación de la Fuerza Pública colombiana es este tema. Cabe recordar que el embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael McKinley, en días anteriores señaló que "Colombia se ha convertido en un modelo de inspiración internacional para la lucha contra el terrorismo, sin sacrificar los valores fundamentales, las instituciones democráticas y los objetivos que todos compartimos”. Afirmaciones como estas dejan una buena imagen de Colombia y acercan la posibilidad de un acuerdo.
Dadas las capacidades de la OTAN, una asociación con Colombia, claramente estaría enfocada al fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, incluyendo entrenamiento, formación y asesoría, contemplando temas con mayores falencias para Colombia como los derechos humanos y misiones humanitarias y de paz (la OTAN es la segunda Organización que más copera en misiones humanitarias después de la ONU), justicia penal militar (siendo esta de vital importancia para el Estado colombiano que requiere generar seguridad jurídica para los miembros de la Fuerza Pública y, al mismo tiempo, evitar cualquier forma de impunidad teniendo en cuenta el Derecho Internacional Humanitario), inteligencia entre otros.
Reacciones
Con lo mencionado anteriormente se puede determinar que un acuerdo sería provechosos no solo para Colombia sino también para una buena parte del globo. Entonces ¿por qué el anuncio de presidente santos causo tanta polémica?
Una manera de dar respuesta a esta pregunta es teniendo en cuenta a la Unión de Naciones Suramericanas, la organización más influyente de la región. Tanto así que una de las primeras reacciones fue la proclamación de una reunión extraordinaria por parte de algunos de los jefes de Estado miembros de la UNASUR.
A diferencia de la OTAN, esta organización no es de carácter militar, sus objetivos se centran en impulsar la integración regional en materia de energía, educación, salud, medio ambiente, infraestructura, seguridad y democracia. A pesar de gozar una instancia de discusión política y estratégica como lo es el Consejo de Defensa Suramericano no pretende impulsar un mecanismo de defensa colectiva. Así mismo este organismo no tiene un enemigo establecido fuera de las amenazas coyunturales. Las diferencias son más que notorias y ayudan a que existan discrepancias entre los Estados miembros.
No obstante, independientemente de cómo funcionen ambos organismos, la decisión de firmar un acuerdo de cooperación con la OTAN es una decisión soberana del Estado colombiano y obedece a su interés nacional, las tensiones derivadas de la diplomacia de micrófonos terminan es por desgastar las relaciones entre los Estados y si generan un ambiente tenso para la región.