Las cuatro reformas que deben avanzar a corto plazo | El Nuevo Siglo
LA REFORMA laboral es fundamental adelantarla para modernizar el entorno empresas-trabajadores. /ENS
Vicepresidencia
Lunes, 3 de Enero de 2022
Redacción Economía

Si el déficit fiscal es galopante con el 8,6% debido al descuadre de recursos con la pandemia, el desempleo no baja de dos dígitos, el sistema pensional está en crisis y no hay claridad en el mercado de capital, ¿qué debe hacer el país con estos males?

Desde luego solucionarlos, pero con un panorama como el de este año, con dos elecciones en curso, es complicado. Sin duda esta tarea debe emprenderla el nuevo Congreso que surja en marzo y el próximo Gobierno que se posesione el 7 de agosto.

En el tema tributario, por ejemplo, antes de que el Gobierno de Colombia mejorara sus pronósticos de crecimiento, recaudo tributario y de meta de déficit fiscal para 2021, pesaban la duda de qué tan afectadas estaban las arcas del país y en qué medida se iba a necesitar una nueva reforma tributaria en 2022.

Hasta septiembre pasado, momento en que el Congreso de la República aprobó la Ley de Inversión Social por cerca de $15,2 billones, parecía infaltable que, en 2022, el país volviera a meterse a aprobar una nueva reforma tributaria.

Una que en especial buscara aumentar los ingresos desde el lado de las personas naturales y le alivianara la carga a las empresas, que debieron asumir el costo de la reforma tributaria aprobada en 2021.

Sin embargo, las mejoras en las perspectivas de crecimiento de PIB de Colombia, un recaudo que crecerá $9 billones arriba de lo esperado por el Gobierno y una deuda menor a la prevista, refuerzan la idea de que este año la reforma tributaria es necesaria.

Se abre espacio

Raúl Ávila, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional, aseguró que, por ese mismo contexto macroeconómico, esa tributaria 2022 pareciera contar con un nuevo espacio de aprobación.

“No creo que haya reforma tributaria en 2022, pero tal vez sí se vea en 2023. La coyuntura con la entrada de un nuevo Presidente difícilmente generará el escenario adecuado. Y hay que tener muy en cuenta que la tendencia del recaudo tributario está siendo sólida”, dijo Ávila.

Lo anterior se materializa con el hecho de que el déficit fiscal de Colombia será del 7,6% del PIB en 2021 (menor al 7,8% de 2020), al tiempo que la deuda neta se ubicará en el 62,1% del PIB y no el 65% que esperaba el Gobierno en el más reciente Marco Fiscal de Mediano Plazo.

Y este último punto es sustancial toda vez que algunas calificadoras pusieron la tarea a Colombia de asumir una nueva reforma tributaria para acelerar la reducción de su deuda.

Todavía con ese escenario, en el que incluso concuerda el director general de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Lisandro Junco, hay quienes piensan que la reforma debería ser una realidad en 2022, entendiendo que puede haber ambiente para tramitarla y aprobarla.

La estructura

Andrés Langebaek, director de estudios económicos en el Grupo Bolívar, llamó la atención en el hecho de que los buenos resultados macro no deben nublar la tarea de hacer cambios estructurales al sistema tributario colombiano, cuanto antes.

“Creo que sí se necesita una reforma tributaria porque la aprobada en 2021 no es una estructural. Fue una reforma que no siguió las recomendaciones de expertos y recayó en las empresas. No hubo cambios para aumentar la tributación de personas naturales y la llegada de más impuestos verdes”, dijo el experto.

Para Langebaek, el factor determinante pasa por quién gane las elecciones y por qué margen las gane. “Los primeros años de los Gobiernos son la luna de miel y se aprovechan para hacer reformas de este tipo, pero de nuevo, dependerán del apoyo del Congreso”, agregó Langebaek.

En lo que concuerdan los especialistas es en que Colombia entra a 2022 como una de las economías más robustecidas del mundo, a la espera de que nuevas olas de contagio del covid-19 no mermen la capacidad de reactivación del país y la empujen a llevar a cabo nuevos gastos para atender a los sectores y poblaciones más afectadas.


Le puede interesar: Lo que se viene para la reactivación económica este año


El Congreso

De otro lado, en el marco de un año muy importante para Colombia, el Congreso de la República, que se renovará para la legislatura de la segunda mitad del 2022, tendrá a lo largo del año un periodo legislativo cargado de reformas necesarias para el país.

A la Cámara de Representantes y el Senado de la República es posible que les toque sentarse a debatir cuatro grandes reformas, todas ellas de importancia política y económica para Colombia.

Capitales

De un lado, como lo han advertido agencias de calificación y varios analistas, el Congreso de Colombia debería avanzar en una nueva reforma tributaria.

Una segunda gran discusión que debe retomar el Congreso tiene que ver con la reforma al mercado de capitales. Un plan que ya surtió varios procesos en el legislativo, pero que no fue discutido por las plenarias del Congreso.

El proyecto es sustancial pues actualiza parte del sistema financiero del país, al tiempo que cambia reglas de juego, un plan que varios actores del sistema financiero están esperando con ansias.

Laboral y pensional

Adicionalmente, al Congreso le tocará empezar a discutir otras dos grandes reformas, de las que solamente se conocen pistas, pero que del lado del actual Gobierno pareciera no haber un consolidado ni la intención de publicar borradores. Estas son las reformas pensionales y laboral.

Para el caso de la primera, el debate tocará puntos delicados como: la edad de retiro, los porcentajes de cotización a manos de trabajadores y empresarios, así como qué va a pasar con Colpensiones, pues varias voces piden cambios en su naturaleza de operación.

Y, finalmente, se esperan avance en las discusiones de la reforma laboral. Una en la que ya se han propuesto reducir los costos que asumen las empresas por contratar a una persona, habilitar la posibilidad de cotizar por horas, la reducción de la jornada laboral y, por último, la posibilidad de que Colombia tenga un salario mínimo diferencial por regiones.

Como ya han manifestado varios analistas, todas estas reformas dependerán de cómo quede el mapa político en Colombia durante 2022, por lo que se esperan avances reales una vez la Casa de Nariño tenga un nuevo mando.

Las recomendaciones de la OCDE

Jens Arnold, economista de la OCDE para Colombia, expuso a varios medios de información los principales elementos que debe desarrollar el país para mejorar la economía.

Señala que “del lado de las políticas macroeconómicas, se necesita una continuación del ajuste fiscal para mejorar los indicadores fiscales y reducir la deuda pública tras la pandemia. Eso implica reabrir el debate sobre una reforma tributaria, para crear un sistema tributario más justo, con menos exenciones y tarifas especiales, y con mayor progresividad. Después hay que impulsar el crecimiento con medidas que no cuestan dinero, como reformas para fortalecer la productividad. Ahí lo que se podría hacer es reducir las barreras administrativas, mejorar las políticas regulatorias para aumentar la competencia, que es baja en algunos sectores de la economía colombiana, y facilitar la entrada de nuevas empresas”.

Sostiene que “también hay espacio para reducir barreras al comercio internacional, ya que estas siguen bastante altas para algunos productos. Y finalmente hay que repensar el sistema de protección social en Colombia, aprendiendo las lecciones de la pandemia”.

Asegura el funcionario que “creo que la pandemia dejó muy claro que la protección social deja mucha gente afuera hoy en día. Cuando millones de trabajadores informales perdieron su fuente de ingreso, no había nada dentro de las herramientas existentes de protección social para ayudarles. Ahí se crearon nuevos instrumentos, como el Ingreso Solidario. Pero, por otro lado, estos aumentan aún el grado de fragmentación en la protección social. Hay varios beneficios que visan el mismo objetivo: reducir la pobreza y ayudar a los vulnerables. En vez de parches para problemas o grupos específicos, sería mejor repensar el sistema”.