El ecovandalismo sigue atentando contra el arte en el mundo | El Nuevo Siglo
Esta semana también rociaron con pintura en París una escultura de Charles Ray, figura principal de la escultura estadounidense contemporánea.
AFP
Domingo, 20 de Noviembre de 2022
EL Nuevo Siglo con AFP

Son varias las obras de arte que este año han sido atacadas por activistas ecologistas en diferentes lugares de Europa con la excusa de alertar a la opinión pública sobre el cambio climático que hoy vive la humanidad.

Algunas víctimas de los ataques han sido dos obras de Goya del Museo del Prado en Madrid; Los girasoles, de Van Gogh, en Londres, y una pintura de Claude Monet en Potsdam, cerca de Berlín.

La agresión más reciente por el denominado “ecovandalismo”  fue para el artista estadounidense Andy Warhol, contra un carro BMW pintado por él y que fue cubierto con ocho kilos de harina. La acción buscaba “lanzar un mensaje de alarma sobre el colapso climático” y tuvo como objetivo cubrir el vehículo, que se encontraba expuesto en la Fabricca del Vapore en Milán.

Tras los ataques, grandes museos internacionales como el Prado de Madrid, el Louvre de París o el Guggenheim de Nueva York declararon la semana pasada estar "profundamente conmocionados" por la amenaza contra obras que son "irreemplazables".

Esta semana también rociaron con pintura en París una obra de Charles Ray, figura principal de la escultura estadounidense contemporánea. La estatua Horse and rider (Caballo y jinete), situada en la plaza de la Bolsa de Comercio, que alberga la colección del multimillonario François Pinault, quedó cubierta con pintura naranja.

"El ecovandalismo sube un escalón", se indignó en Twitter la ministra de la Cultura, Rima Abdel Malak, quien visitó el lugar para inspeccionar lo ocurrido, agradeciendo a los "restauradores que intervinieron rápidamente".

Salsas a “La joven de la perla”

El mes pasado, la obra maestra del artista holandés Johannes Vermeer, La joven de la perla, fue también protagonista de la furia del ecovandalismo. Un activista climático pegó su cabeza al cristal que cubre la famosa pintura, expuesta en la galería Mauritshuis, en La Haya, mientras una segunda persona, que también había adherido su mano al vidrio protector, le lanzaba salsa de tomate por encima de la cabeza.

"¿Cómo te sientes al ver algo tan bonito y valioso siendo aparentemente destrozado ante tus ojos? Nos sentimos indignados. Este cuadro está protegido por un cristal. Está bien, pero la gente vulnerable alrededor del planeta no está protegida. El futuro de nuestros hijos no está protegido. Las personas en extrema pobreza tienen que elegir entre calentarse o comer, y no están protegidos", exclamó uno de los protagonistas en un video compartido en redes sociales. "El arte está indefenso y la galería Mauritshuis rechaza con firmeza que se trate de dañarlo por el motivo que sea", señaló la galería en un comunicado.

Los dos sujetos que atacaron la obra de 1665 de Vermeer, que está considerada como uno de los diez cuadros más célebres del mundo y no ha sufrido daños, lucían camisetas del colectivo británico Just Stop Oil, un grupo de activistas que para concienciar sobre el calentamiento global están vandalizando algunas de las pinturas más icónicas del arte, como Los girasoles de Van Gogh. El movimiento ecologista ya ha arrojado puré o salsa de tomate sobre telas de Monet, Sandro Botticelli, Picasso o Rubens.



¿Reclamos extremos?

Última Renovación forma parte de la Red A22, presente en 11 países de Occidente, que incrementa las acciones espectaculares, en singular lanzando pintura sobre obras de arte desde hace varias semanas, para denunciar la inacción climática y reclamar a los gobiernos acciones importantes y fuertes.

El ataque contó con la participación de cuatro activistas del grupo Última Generación, que ha participado en diferentes acciones contra obras representativas en Europa.

Entretanto, en Viena, activistas ecologistas bañaron con un líquido negro el famoso cuadro Muerte y vida, del pintor austríaco Gustav Klimt, informó el Museo Leopold.

"Por desgracia fuimos víctimas de un ataque", dijo a la AFP el portavoz del museo, Klaus Pokorny.

"Después de una primera verificación en presencia del equipo de restauración, podemos despejar toda preocupación sobre cualquier posible daño a la obra o a su marco original", precisó la institución en un comunicado.

El movimiento ecologista Última Renovación, cuyos militantes se movilizan desde hace varias semanas en Francia bloqueando carreteras e interrumpiendo espectáculos o partidos, reivindicó esta acción en Twitter difundiendo imágenes.

En las fotos se ve a dos hombres atacando la obra, uno de ellos intentando pegar su mano al vidrio, antes de ser detenidos por un empleado.

"Cesen la destrucción (de la humanidad) con los combustibles fósiles. Nos precipitamos hacia un infierno climático", gritó uno de los activistas.

Este martes, la entrada al museo era gratuita por una jornada patrocinada por el grupo petrolero austríaco OMV.

"Las preocupaciones de los militantes son legítimas, pero atacar las obras de arte no es ciertamente la mejor manera de impedir los cambios previstos del clima", reaccionó el director del museo, Hans Peter Wipplinger.

Por su parte, la secretaria de Estado de Cultura, Andrea Mayer (ecologista), se mostró comprensiva ante las "inquietudes y también la desesperación" de los activistas, en un comunicado transmitido a la AFP.