Segunda reunión Petro-Uribe: ¿nuevo esquema de oposición? | El Nuevo Siglo
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Martes, 27 de Septiembre de 2022
Redacción Web

Se cumplió el encuentro entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe. Es la segunda vez que se reúnen desde la elección del nuevo mandatario y esta vez lo hicieron en la Casa de Nariño.

“Sin problemas dialogamos. Dialogar es de humanos. Dialogar construye civilizaciones”, manifestó el mandatario minutos después del encuentro en su cuenta en Twitter.

Álvaro Uribe, el líder del Centro Democrático estuvo acompañado por el senador Miguel Uribe Turbay, mientras que el Presidente acudió junto al ministro del Interior, Alfonso Prada.

Precisamente este último ofreció unas declaraciones luego de culminada la reunión que duró un poco más de una hora: “fue un diálogo que básicamente abordó temas legislativos como el de la reforma tributaria, escuchamos sus observaciones, recibimos el apoyo al grueso de la reforma tributaria y las observaciones que ha hecho a algunos de los puntos de la misma, pues nos comprometimos a revisarlos con el Presidente junto con el ministro de Hacienda”.

El ministro afirmó que “las observaciones tienen que ver con el monto a los dividendos, a las ganancias ocasionales, el impuesto al patrimonio, la necesidad de que revisemos esas tarifas de tal manera que no impacten negativamente bajo ninguna circunstancia a la economía; están estudiando tanto ellos como nosotros cómo compensar adecuadamente. Nosotros no descartamos nada de plano, siempre recibimos cada propuesta dentro de un marco de construcción colectiva que nos permita llegar a una reforma tributaria con el mejor ingreso posible para financiar la inversión social”.

Agregó Prada que "recibimos mucho apoyo del expresidente Uribe y de los voceros del Centro Democrático en relación con el enfoque que le estamos dando al tema de tierras, en la necesidad de trabajar en una solución de fondo. Coincidimos plenamente con el expresidente Uribe en el sentido de que la única manera de resolver el tema de la tierra en Colombia y los enfrentamientos que se están dando entre muchos sectores de la sociedad es comprando tierra, haciendo reforma rural integral y logrando que superemos este tema como fuente de conflicto permanente en Colombia. Pero la única manera, y en eso coincidimos, es que el Estado sea robusto económicamente y tenga la compra de tierra para distribuirla democráticamente”.

Lo que dicen expertos 

Vale la pena señalar que los encuentros entre los líderes de la oposición y del Gobierno no son tan comunes y más bien se convierten en hechos extraordinarios en este país. Como lo recuerda Fernando Cepeda, el primer encuentro entre Santos y Uribe ocurrió siete años después de que el primero estuviera en la presidencia. Tampoco Santos se reunió con Óscar Iván Zuluaga, su rival en la segunda vuelta de la reelección.

Igualmente, durante la presidencia de Iván Duque no se presentó un encuentro con Gustavo Petro, quien lideraba la oposición.

Por eso sorprende que en tan poco tiempo se hayan reunido Petro y Uribe en dos ocasiones ¿Qué implican esas reuniones en tan pocos meses? ¿Esto representa un nuevo esquema gobierno-oposición?     



Oponentes

Sobre el tema, el politólogo e historiador Álvaro Tirado Mejía le dijo a EL NUEVO SIGLO que “la oposición en Colombia es un barco a la deriva, porque no tiene piloto y se está dando la circunstancia especial de que es al mismo Gobierno a quien le toca buscar el piloto de la oposición”.

“Esta reunión dentro de sus propósitos tiene el de buscar un oponente. Esto también lo que demuestra es que el establecimiento está sin rumbo”, afirmó el politólogo.

“Está bien que se hable sobre asuntos puntuales, que Uribe presente sus opiniones sobre la reforma tributaria. Ya van dos reuniones, una de estas fue privada entre ellos, entre Petro y Uribe; si hablaron de otro tipo de asuntos, los ciudadanos no tenemos conocimiento de ello”, explicó Tirado.

“Pero todo lo que sea conversar es bueno. Yo recuerdo la frase del maestro Darío Echandía: ‘es mejor echar lengua que bala’. En este país, que se había habituado a la política armada, es una buena señal que los diferentes sectores se oigan, discutan y propongan; esa es la esencia de la democracia”.

Por su parte, el analista político Pedro Medellín también le dijo a EL NUEVO SIGLO que se debe tener en cuenta el marco en que se produce ese segundo encuentro entre Uribe y Petro. “Esta es la versión inicial del esquema gobierno-oposición, donde Uribe asume el papel de cabeza de la oposición”.

“Todo esto se produce en un contexto donde hubo unas marchas muy grandes de protesta al Gobierno y, en segundo lugar, un escenario donde los ministros han generado todo tipo de preocupaciones a los ciudadanos. Esta reunión debió haber sido en los primeros seis meses, o por lo menos en diciembre o enero, pero es que los anuncios y desaciertos de este gobierno son tan grandes que en menos de 50 días ya tienen el país patas arriba”, añade.

Asumir el papel

“Se estaba permitiendo que el Gobierno de Petro se posesionara y desarrollara tranquilo su agenda de trabajo. El problema es que el Gobierno no ha querido, sino es anuncio tras anuncio y en ese sentido le tocó a Uribe la tarea de asumir el papel del jefe de oposición”, afirmó Medellín.  

El también analista Fernando Cepeda habló con este Diario y dijo que “aprecio mucho que haya encuentros frecuentes, ojalá mucho más frecuentes, entre el Jefe de Gobierno y el que de hecho es el jefe de la oposición, que es el expresidente Álvaro Uribe. No entendí que el primer encuentro entre Santos y Uribe hubiera sido después de la derrota del plebiscito, siete años después. Eso no ocurre en ninguna democracia del mundo, eso es impensable”.

“La comunicación oposición-gobierno tiene que ser permanente. En un país como Inglaterra, oposición y Gobierno están todo el tiempo ahí en la Casa de los Comunes. Ahí no solo están los miembros del parlamento, no. Está el Gobierno, están los ministros, está el primer ministro siempre. Está el jefe de la oposición siempre. El tratamiento protocolario que se le da al jefe de la oposición es muy importante y es permanente”, señaló Cepeda.

“Yo digo que el estatuto de oposición aquí quedó mal hecho, se ve que nunca habían visto cómo funcionaba eso. Lo lógico es que hay un trato frecuente, no excepcional entre el Jefe de Gobierno y el de la oposición. El que nos llame tanto al atención que se dé esa reunión revela el problema que tenemos. Eso debería ser ordinario, casi que ni deberíamos darnos cuenta, porque es como funciona la democracia”, sostuvo.

La oposición después del encuentro

Álvaro Uribe agradeció el espacio que le ofreció el presidente Petro. “Oposición constructiva, utilizar el vocablo ‘constructivo’ para calificar la oposición implica unos costos, unos comportamientos, cuando se anuncia como constructiva, tiene que saber dialogar, que sepa oponerse con argumentos, que sepa criticar con razones, que sepa escuchar y que tenga disposición a lograr acuerdos”.

“Yo le dije al presidente Petro: Presidente, usted sabrá que uno no viene donde el Presidente de la República sino a traerle molestias y preocupaciones y él lo entendió. En mi caso, yo me sentía en la obligación de transmitir lo que le escucho a la gente del campo colombiano, que dicen se ha dado un gran paso cuando el presidente Petro no habla de expropiaciones sino de comprar equis número de hectáreas, porque eso concilia le necesidad de resolver los problemas sociales de campesinos y al mismo tiempo de no afectar los sectores productivos del campo. Eso lo habíamos hablado en la primera reunión con él y lo destacamos”, manifestó Álvaro Uribe.

 De igual manera, los miembros del Centro Democrático se manifestaron. Miguel Uribe dijo: “Nuestra prioridad es el país y la defensa de la democracia; por eso hemos propuesto una oposición democrática que le sirva al país, para eso necesitamos tener una oposición efectiva y para esto se requiere diálogo. El diálogo no significa renunciar a nuestras convicciones, a nuestras acciones, a nuestras preocupaciones y mucho menos a nuestras responsabilidades”.

Señaló el parlamentario que "nuestra responsabilidad es proteger y estimular el crecimiento económico, las oportunidades, a la clase empresarial, rural y urbana; es unir esfuerzos para la lucha contra la pobreza, es la defensa de la democracia, la Fuerza Pública y la libertad. Nosotros reconocemos que Colombia necesita cambios".